Ser foodie en tiempos de pandemia

Evelyn Medina

La ola digital que invadió al mundo, especialmente, en los últimos dos años, trajo consigo tendencias en las redes sociales como el movimiento foodie, es decir, aquellos amantes de la comida estética que comparten fotografías exquisitas de los platos que consumen y los lugares que visitan. Recordemos que una parte importante en el consumo de comida con esta finalidad de hacerla estética es la experiencia del comensal, traducido en restaurantes, cafeterías, o espacios que brindan algo más que aquella comida bonita.

Sin embargo, la cuarentena por la pandemia cambió el juego y con establecimientos de comida cerrados ha sido necesario un reajuste en la manera de compartir lo que comemos, es decir, una reformación a ser un foodie hoy en día, y si bien este cambio del que se está hablando no es algo complicado (ya que el trabajar con la comida no involucra necesariamente estar en un restaurante), es importante esclarecer ciertos puntos.

El primero de ellos es, como comensal, darle oportunidad a los negocios pequeños, y no solamente a los establecimientos, sino a los puestos de la calle, a aquellos que cocinan y comercian desde casa, a la panadería de la esquina, a esas empresas que te pueden brindar el mismo servicio (un alimento delicioso) y que tu influencia puede ayudarles a ellos a tener un alimento en su boca. El problema con muchos foodies es que, debido a la característica de esta tendencia de internet, solían concentrarse en promocionar establecimientos que no necesitaban promoción alguna.

Continuando, otro punto es poner el ingenio y la consciencia sobre las ganas. Con esto me refiero a que claro que puedes extrañar visitar tu restaurante de alitas favorito, o tener una cita romántica (y fotografiable, muy importante en esta tendencia) en el restaurante más lujoso de tu ciudad, sin embargo, hay que tomar en cuenta que seguimos en contingencia sanitaria, y si bien los establecimientos están tomando medidas y siguiendo protocolos de salud para hacer del espacio un lugar seguro al comensal, en ocasiones es necesario reconsiderar la visita a dicho establecimiento, sobre todo aquellos que son en lugares cerrados y que, sabes bien, suelen tener muchos visitantes por la noche. Aquí es donde entra el ingenio, ya que si pides para llevar, puedes crear fotografías y contenido creativo desde cualquier otro lugar tomando la comida que has pedido como protagonista.

El último punto es experimentar en la cocina. Pasa seguido que el foodie es un amante de la comida pero que ni siquiera entra a la cocina, porque le gusta más probar y tomarle foto a lo que está consumiendo, a intentar prepararlo. Conocer el proceso de un plato, los ingredientes que lo componen y hasta las técnicas de emplatar el producto, puede ser altamente provechoso, no solo en términos de creatividad, sino también para explorar más a fondo lo que hay detrás de la comida, y tener un mayor conocimiento sobre el tema que estamos manejando.

¿Tienes otro consejo para poder ser un foodie consciente en tiempos de pandemia?

 

Evelyn Medina es estudiante de literatura y periodismo. Ensayista y apasionada a las buenas historias, sobre todo aquellas que se cuentan a través de los sabores. Puedes encontrarla en Instagram como @evemedinag.

 

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