Historia del Decano de los Reporteros Diaristas

JORGE HERRERA VALENZUELA

Cumplir setenta y cinco años como Reportero Diarista, es cargar un bagaje de testimonios históricos y ser narrador de sucesos que apoyan, por su veracidad, a investigadores, analistas, académicos y comentaristas. En este oficio o profesión, el antiguo reportero-redactor, además de pisar el primer escalón en una Redacción, como auxiliar, ayudante o “hueso”, era un auténtico aprendiz de todo y oficial de nada. Ganarse la suplencia para salir a reportear, no era cosa fácil. Había que romper barreras, máxime cuando se demostraba madera para obtener la titularidad de reportero y “cubrir un lote fuentes”. Esto es, obtener información en pendencias oficiales e instituciones privadas.

El gremio periodístico no es la excepción en cuanto a la desunión, a envidias, intrigas, chismes y golpes bajos. Recuerdo que antaño se afirmaba “perro no come carne de perro”, esto para indicar que no se valían los ataques entre los “tecleadores”. Este término es porque durante décadas utilizamos las máquinas “mecánicas” de escribir mecánicas. Sin embargo hoy mucho de lo asentado en líneas anteriores, se ha desvanecido, por fortuna.

El Club Primera Plana, presidido por José Luis Uribe Ortega, exitosamente remonta esos tiempos al reconocer el esfuerzo de mujeres y hombres entregados a la más hermosa profesión, el periodismo. La entrega de  los reconocimientos anuales, son estimulantes para quienes lo reciben. En este 2021  fueron galardonados colegas de Cuba y de España por su labor relacionada con nuestro país.

Estamos en una etapa reivindicatoria, contrastante con los constantes ataques a medios informativos y a quienes en sus editoriales, columnas y análisis critican al hombre de Palacio Nacional.

Comento en esta ocasión la trayectoria de un hombre que pese a sus penas físicas y morales, aguijoneado por esos mismos pesares, merece el reconocimiento no solo por los años que ha estado en el teclado de las máquinas y ahora de las computadoras, sino por la aportación que cada día continúa entregando. Quienes, como él, empezamos en nuestros años juveniles en el periodismo impreso y pertenecientes hoy a la Vieja Guardia, estamos inmersos en el diarismo digital, atestiguamos los cambios, las mejorías y los tumbos de 13 Presidentes de México. De Miguel Alemán Valdés a la fecha; comencé en el diarismo en los dos últimos años de don Adolfo Ruiz Cortines, 1956-58.

Carlos Ravelo, nombre y apellido firmantes de columnas, entrevistas, noticias de ocho columnas, guiones cinematográficos, noticieros televisivos, responsable de oficinas de prensa, tiene hoy el merecido rango de Decano del Periodismo Mexicano y al que yo agrego que lo es de los Diaristas-Columnistas, porque dedica más  tiempo a preparar y redactar En Las Nubes, columna periodística, dictáctica, anecdótica y de reflexión, que para comer y dormir.

Su nombre competo es Carlos Fernando Ravelo y Galindo. Me escribió: “Con apoyo de mi papá don Guillermo, el cuatro de marzo de 1947 entré a Excélsior. (Don Guillermo fue general de división en nuestro glorioso Ejército), como Ayudante de Redacción (gato)”. Carlos no fue a la escuela práctica del diarismo que fue el periódico “Zócalo” fundado en los años cincuenta y dirigido por don Alfredo Kawage Ramia. Tampoco pasó por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, no requirió de ello porque ingresó a una redacción de prominentes personajes de la noticia.

A UN PASO DE LOS 92 AÑOS

Mi fraternal amigo y colega nació en el Distrito Federal, “el 13 de diciembre de 1929, en la Colonia del Valle”. Sus padres don Guillermo Ravelo Anaya y doña Teresa Galindo Lazcano, quienes procrearon 8 hijos y 4 hijas. Viven Carlos Fernando, Héctor, Ernesto, Guadalupe, Gustavo, Eduardo y Marina. Finados: María Teresa, Guillermo, Rebeca, Ignacio y Mauricio.

Aunque no lo creamos, en 1944 Carlos Ravelo fue aprendiz de herrero con “el maistro Pacheco, en la Colonia de los Doctores”, según nos lo recuerda. En la primaria Cristóbal Colón, de las calles de Sadi Carnot, Col. San Rafael, hizo sus primeros estudios. Cursó uno de secundaria en la Academia Militar México. Cuenta que la Familia Ravelo Galindo vivió en Cuernavaca, en Irapuato y en Aguascalientes.

Como apuntó mi amigo y colega Gonzalo Álvarez del Villar, “Carlos es un icono del periodismo nacional y a pesar de su edad (91 años) es un joven eterno. Dicharachero, ingenioso, lúcido, mordaz”. Se casó con Bertha Eugenia, cariñosamente Bety Reyes Estrada, quien falleció en agosto de 2015. En ningún momento deja de pensar en su adorada esposa, lo leo en sus comentarios. Procrearon a cuatro hijos que Carlos presenta con mucho orgullo:

“El ingeniero civil Carlos Fernando; el Actuario Luis Emilio: el Abogado Jorge Alberto y el Administrador de Empresas Arturo Javier”. Súmele 10 nietos y 11 bisnietos. Eso es ser millonario. Autor de varios libros, entre ellos “Y el sol, no salió”, “Pláticas Sobre Periodismo”, “Los Hombres de Negro” I y II, “Mis Bendiciones”, “La Gramática del Periodista”.

Recuerdo que hubo una dupla profesional que hizo historia en la cinematografía mexicana. Carlos Ravelo y Alberto Ramírez de Aguilar. Entre las 10 cintas que escribieron y produjeron, si la memoria no me falla, está “Siguiendo Pistas”, éste era el título de la columna de Alberto.

DE SU PENSAMIENTO

Le pregunté a Carlos, el origen del título de su columna EN LAS NUBES y contestó: Para hablar, escribir, desde el cielo, como tú, con la verdad por delante. Tan tan”.

No de su puño y letra, sino de los teclazos, Carlos relata lo siguiente y lo transcribo textual,  porque encierra su pensamiento y su sentimiento, sin perder el ánimo de bromear.

“Desde 2015 murió Bety. En 2017 me atacó un derrame cerebral que “disfruto” desde entonces.

Medio cuerpo no nos sirve. Pero con el esfuerzo, ayudado por dos enfermeras, una de día y otra de noche, la vida sigue su curso.

No tenemos oído, gusto, olor. Pero podemos dar gracias también, por lo malo y por lo bueno, a Dios, leemos y en computadora, con cinco dedos, tres de la derecha, brazo y mano buenos, y dos del izquierdo, con atrofia, escribimos, diario, nuestras columnas en diarios, radio, televisión y seguimos en Internet.

Nuestro soporte económico es nuestro hijo, el abogado Jorge Alberto Ravelo Reyes.

Y aprendemos de los escritores colegas.

Espléndidos maestros, que como tu querido abogado, periodista, escritor, reportero y gran amigo permiten ilustrarse a quien, como nosotros, requerimos.

Creo, por lo nos dice don Abraham Mohamed Zamilpa. Que con orgullo reproducimos: “Aprovecho para decirte con el corazón en la mano que eres formidable ejemplo, motivo de orgullo para nuestro vilipendiado gremio…Recibe mi fraternal abrazo y…Salud”.

(Confieso que por salud se refiere a una frase diaria, que esgrimo así: A la una de la tarde, una…salud. Una de whisky, a la una. Y ni una más)

Te darás cuenta del ánimo que aún tenemos, para bromear. Ni modo solo son 75 de teclear y 91, casi 92, de aprender. CRG”.

Al ser homenajeado en el Club Primera Plana, el pasado 8 de septiembre, Gonzalo Álvarez del Villar dijo: “Carlos, sin dudarlo, debe estar agradecido con la vida. Y la comunidad periodística está agradecida con él, por haberse dedicado, de manera brillante, honesta, a la profesión que nos apasiona; el periodismo. Sólo basta concluir. Gracias, Carlos Fernando Ravelo y Galindo. Gracias, reportero. Gracias, amigo”.

Nuestro amigo y colega Mario Andrés Campa Landeros (qepd) en su libro “Verdaderos Maestros del Periodismo” dedicó 30 páginas para referir el trabajo del que también es Decano del Club Primera Plana. Leí: “Carlos Ravelo Galindo es un periodista de indudable valor profesional, un escritor que platica mucho y al final da bendiciones a todos sus amigos. Asegura, en broma, que no terminó la primaria, pero merecidamente ha llegado a obtener su título de Licenciado en Periodismo –en el 2013- y su Cédula Profesional”.

EL PRESIDENTE IRÁ AL SENADOPor primera vez el Presidente de la República acudirá al moderno edificio de la Cámara de Senadores. Será testigo de la imposición de la Medalla Belisario Domínguez a la reconocida economista, académica y política Ifigenia Martínez y Hernández. La otorgada al  inminente neurólogo Manuel Velasco Suárez y Rodríguez, fundador del Instituto Nacional de Neurología, catedrático universitario y gobernó en su natal Chiapas, la recibirán sus familiares.

Será la novena ocasión de una entrega postmortem. La primera fue en homenaje al ingeniero Heberto Castillo Martínez, en 1987, y la última en 2016 a la familia de Gonzalo Miguel Rivas Cámara, veracruzano que el 12 de diciembre de 2011 murió al evitar que estallara una estación de gasolina en Chilpancingo, Guerrero, al ser agredido por jóvenes estudiantes.

Por otra parte, es la cuarta la doble entrega de la presea. En 1954, la recibieron la profesora Rosaura Zapata y el catedrático universitario y Primer Cervantista de América, Erasmo Castellanos Quinto. La más reciente, en 2010, para homenajear a don Luis Héctor Álvarez Álvarez, que fue un destacado dirigente del Partido Acción Nacional y al ingeniero Javier Barros Sierra, rector de la UNAM durante el Movimiento Estudiantil de 1968.

EL AVIÓN PRESIDENCIAL Y LA AUSTERIDAD

Transcurridos casi tres años y no aparece un comprador del avión Boeing 787-8 Dreamliner, matrícula XC MEX, “José María Morelos y Pavón”. Es la aeronave adquirida en el sexenio de Felipe Calderón y usada seis años por el presidente Enrique Peña Nieto. Se informó que la nave “ha perdido la mitad de su valor” y México todavía adeuda 331 millones de pesos. Según la versión periodística de un diario norteamericano, “mensualmente el mantenimiento del avión parado, tiene un costo 27 millones de pesos”.

El gobierno federal lo puso en venta desde el inicio del actual sexenio. Posteriormente el político tabasqueño determino “rifarlo” en un sorteo de 15 de Septiembre. Se vendieron “los cachitos” con premio de 20 millones de pesos, quedando al margen el Boeing 787. Ya estuvo en un hangar del vecino país del Norte y lo retornaron a México, bajo la custodia de la Secretaría de la Defensa Nacional. Se dice que “el presidente considera más económico darle mantenimiento, que usarlo”. La interrogante: Y… ¡la austeridad!

CHUAYFFET LLEGA A LOS 70

El polifacético, polémico, versátil político, abogado, académico universitario y escritor Emilio Chuayffet Chemor, toluco de corazón, este domingo 3 de octubre cumplirá sus primeros 70 años y con una trayectoria que refleja el intenso trabajo de quien desde niño, me contó alguna vez su tío Ricardo, mostró interés por la política e inclusive gustaba oír los informes presidenciales, escuchándolos, en casita. Lo conocí una noche en la casa de Ricardo y su esposa Lupita Ávila; mi esposa Esther Lilia Navas Ruiz, era amiga de ambos y nos invitaron a cenar. Emilio tendría unos 17 años.

Concluyó sus estudios en la Facultad de Derecho, UNAM, como el mejor estudiante de su Generación, la de 1971. Sus actividades políticas inicialmente abarcaron el Estado de México. Secretario de Educación, secretario general de gobierno y gobernador, además de presidente estatal del PRI y presidente municipal de Toluca.

Su nombre sonó a nivel nacional. Estrechó sus relaciones con políticos de talla nacional. Lo recuerdo en la Secretaría del Trabajo, colaborando con el subsecretario Arturo Llorente González; ahí  trató con el titular, Porfirio Muñoz Ledo. Delegado en Benito Juárez, Ciudad de México. Durante un tiempo se desempeñó como Procurador Federal del Consumidor y de ahí al Instituto Federal Electoral, organismo que estructuró jurídicamente y fue su primer director general de 1990 a 1993.

Estaba en sus dos primeros años de gobernador, cuando es incorporado al gabinete del presidente Ernesto Zedillo, como Secretario de Gobernación. Con el presidente Enrique Peña Nieto, la mitad del sexenio fue titular de la Secretaría de Educación Pública. Dos veces diputado federal; una de ellas fue presidente de la Cámara Baja. En la academia es miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Autor de varios trabajos relacionados con el Derecho, publicados en revistas especializadas.

Está casado con la abogada Olga Guadalupe Soto y vía su hija Carolina, son felices abuelos.

  1. D. El 1 de octubre de 1805, apareció, el primer número de “El Diario de México”, a iniciativa de don Carlos María de Bustamante y en 1826 el periodista queretano Juan Wenceslao Sánchez de la Barquera y Morales, en las páginas de ese periódico promovió la institución de los Festejos Patrios, el 16 de septiembre de cada año….El diario “El Universal” comenzó a circular también un 1 de octubre, en 1917. En plena etapa revolucionaria y su creador fue el Diputado Constituyente Félix Fulgencio Palavicini. En la mitad del Siglo XX, el director del diario era don Miguel Lanz Duret, promotor de concursos de oratoria, locales y nacionales, coordinados por el licenciado Guillermo Tardiff…El citado día, en 1958, surge la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, la NASA, organismo norteamericano de investigación y realizador de los viajes espaciales, donde ya han intervenido mexicanos…Hace 53 años, en este sábado, la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, fue escenario de un sangriento suceso. “El 2 de Octubre, No Se Olvida”.

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