Este año sé una persona Clásica, aprende a lucir sin gastar de más

Comprar ropa es un asunto de extremo cuidado, siempre. Pero lo es aún más, cuando debes apretar tu billetera y prestar un ojo clínico a todo, absolutamente todo lo que se te pone enfrente. Razones para esto hay varias. Puede que te identifiques como un comprador compulsivo y estés frenando de una vez por todas esa necesidad maníaca —no te ofendas— de tener y tener y tener decenas de prendas en el armario. Ésas que siempre te juras que vas a usar, pero que pueden estarse empolvando en el rincón más oscuro de tu hogar. Quizás hoy has decidido invertir en algo diferente; como un automóvil, un nuevo espacio para vivir, un lujoso reloj o un viaje. O también puede que no estés en el mejor momento financiero posible, haciendo que tu look parezca de lo menos relevante en comparación con otras cosas urgentes por pagar. No pasa nada. El punto está en ser sincero, más que con el motivo, con la decisión de restringir tu presupuesto para vestir.

Y hablamos de limitar un budget, porque dos cosas son ciertas: no puedes dejar de usar ropa —son pocas las sociedades que aceptarían verte en tu traje de Adán, no sé, ¡en la fila del súper!— y debes seguir cuidando tus outfits para ir al trabajo. Ya sabes… para ganar dinero y poderte arreglar con tal de seguir yendo a trabajar. Un círculo vicioso bastante paradójico, pero muy, muy cierto. Entonces, tomando en cuenta que dejar de comprar ropa es imposible —sobre todo, si tienes hijos o alguien depende de ti—, te mostraremos qué hacer y qué evitar cuando salgas de compras y tu presupuesto sea corto.

Errores que debes evitar cuando tu presupuesto es limitado

Toma un fuerte respiro, porque seguramente has cometido más de uno de los puntos a continuación. Y está bien. Todos hemos estado ahí. No olvides que es de sabios rectificar.

Confundir “querer” con “necesitar”

Apréndete esto: no es lo mismo tener un deseo que una necesidad. Cuando vayas de compras, no te obsesiones con prendas que sólo te gustan o que crees que se te verían cool; no cometas el error de adquirir algo que sólo te agrada, porque es muy importante que también lo necesites. En otras palabras, que te sea útil. Entonces, si no se conjugan ambas cosas en una prenda no pagues por ella.

Engancharte con las promociones en línea

Casi siempre comprar en internet es más barato, es más rápido y nos da una gran satisfacción. Sin embargo, esto puede ser una trampa cuando tenemos un presupuesto limitado, porque al ver tantos descuentos y tener la sensación de que estamos gastando menos, podemos cometer un crimen contra nuestra billetera. Comprar ropa desde la comodidad de tu sofá se puede convertir en una prácticamente de peligro para tus finanzas; especialmente, si no sabes calcular tus tallas sin tener la prenda entre tus manos.

No comparar precios entre prendas, marcas e incluso tiendas

No hay nada de malo en hacer esto. Es tu dinero y siempre debes gastarlo de la manera más inteligente posible, así que no sufras si tienes que moverte entre pisos de una misma departamental o caminar por tres o cuatro —a veces más— tiendas en un centro comercial. Asegúrate de que estás pagando por la mejor opción.

Comprar algo sólo porque es barato

Más adelante te hablaremos sobre la relación costo-beneficio, pero así como es un error pagar por algo que sólo usarás una vez, también lo es adquirir una prenda que es muy barata y que muy seguramente se romperá a las pocas puestas. Haz las matemáticas necesarias; compra cosas económicas, pero que tengan una oferta de vida un poco más larga. Escapa de este error clásico al comprar en época de rebajas también.

Adquirir ropa que debes mandar a la tintorería

Vaya… esto es muy obvio, ¿no? El costo de la prenda se multiplica por todas las veces que deberás mandarla a lavar en seco y eso, amigo, no es muy sabio cuando tienes una cartera apretada.

Consejos para comprar ropa sin gastar mucho

Deja de vincular precio y calidad

Este binomio no es una verdad absoluta. Sí, en muchas ocasiones tal relación es auténtica, pero no está escrita en piedra. Si revisas todas las etiquetas de tu ropa te darás cuenta de que una prenda barata o económica no significa que sea mala; existen diseños de calidad que tienen precios muy accesibles. Adiós a los mitos de la ropa cara.

Quédate con los clásicos

Por algo tienen este título. Además, no tienes por qué despreciarlos; muchas prendas tradicionales u old-school siempre te ayudan a verte más guapo, al mismo tiempo que pueden llegar a ser bastante económicos en las tiendas correctas. Todo depende del estilo, un buen fit y la forma en que podemos combinarlas día tras día.

Compra versatilidad

Privilegia prendas que puedas llevar a todo tipo de escenarios: esto depende de tu trabajo, estilo de vida, actividades favoritas y el mood de las fiestas a las que sueles ir. Haz una tabla al respecto y que esto domine tus elecciones siempre que vayas de compras con los billetes contados.

Siempre revisa tres opciones de la misma prenda

Una gran práctica es comparar tres piezas iguales —o similares en look y función— para tomar una mejor decisión. La idea es que compares sus precios y materiales; por ejemplo, si vas a comprar una camisa blanca revisa tres modelos que te agraden. Verás que la más barata no siempre es una mala opción, hallarás diferentes tipos de tela con distintas expectativas de duración, y conocerás las marcas que más te convienen.

Fuente: gq.com.mx

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