Por Gerardo Ponce de León Ramos
No es novedad que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habla de cómo el país será igual o incluso mejor en sector salud que Dinamarca; según la Amlopedia, el mandatario federal ha mencionado a “Dinamarca” 117 veces a lo largo de 67 conferencias matutinas.
¿De dónde salen estas comparaciones?
Dinamarca es un país que se rige por una monarquía constitucional con una democracia parlamentaria, es decir que no es gobernada ni por izquierda ni por derecha, más bien por una combinación de las dos y se caracteriza por tener un estado del bienestar que garantiza salud de calidad, educación y programas sociales de apoyo; todo esto de forma gratuita.
¿Realmente estamos cerca de llegar a ser como Dinamarca?
Si bien el presidente en sus discursos matutinos habla de cómo tendremos el mejor sector salud de todos los tiempos, la práctica ha sido muy diferente al discurso. Y esto se refleja en los distintos escándalos que han surgido en los últimos años como es la escasez de medicamentos y la carencia de planes para soluciones, como el baneo de Psicofarma que dejó al país sin medicamentos psiquiátricos, el desvío de recursos del INSABI para financiar el Tren Maya, el fracaso y desaparición del INSABI transformándolo en IMSS Bienestar, las cámaras frías obsoletas, el retiro de tratamientos para niños con cáncer, la manipulación de cifras en pandemia por COVID-19, entre otras; Todo esto recayendo en un acceso de salud precarizado en el país.
Esta información la puedes encontrar en México Evalúa.
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¿Hacia dónde vamos?
Es bien sabido que la influencia económica y cultural de Estados Unidos cae mucho en México. En este caso todo apunta a que seremos más como Estados Unidos que como Dinamarca en materia de salud; ¿Por qué lo digo?.
¿Cómo funciona el modelo de salud en Estados Unidos?
Los programas de salud pública en Estados Unidos no son completamente gratuitos. Aunque existen programas como Medicaid y Medicare que brindan cobertura de salud a grupos específicos de la población, gran parte de los ciudadanos tiene que acudir al sector privado que es poco accesible o caro.
Al igual que México, Estados Unidos también está envuelto en varios escándalos de corrupción en el área de salud, como lo son las facturaciones fraudulentas en programas de Medicaid y Medicare y organizaciones fantasmas.
https://www.martinoticias.com/a/fbi-arresta-sospoechosos-fraude-medicare-huyen-cuba/120739.html
¿Cuáles son las consecuencias?
Existen consecuencias de corto y largo plazo, como los problemas de desigualdad en la salud, donde solo un grupo de personas privilegiadas pueden tener acceso de calidad a la salud, el aumento de enfermedades y un aumento de carga financiera al no poder pagar un sistema privado.
Justo lo podemos ver en la crisis de salud que está viviendo Estados Unidos en estos momentos; donde el abuso del consumo de opioides va creciendo cada día más y en la que la solución al problema cada vez es un reto mayor mientras se encargan de señalar culpables en vez de atacar el problema de raíz.
Las comparaciones
Según una investigación de Máximo Jaramillo y Enrique Valencia, solo 3 de cada 10 personas tienen acceso a salud de calidad en México.
Según esta investigación que puedes encontrar en las la cuenta de Twitter de @rojo_neon, el acceso potencial a la salud ha incrementado en los últimas décadas por la creación del Seguro Popular; pero que haya crecido no significa que sea mejor; es más, cada vez vamos a la baja y dejando de acudir al sector público, cambiandonos al privado; dejando solo al 27% de las personas en el país con acceso de salud calidad.
Hoy es el #DiaMundialdelaSalud y comparto resultados de esta investigación sobre Brechas de acceso a la salud en México que hice p/ @cepal_onu con Enrique Valencia.
(Acá está: https://t.co/wZOR3Lm3oN).
Sólo 3 de 10 personas tienen acceso efectivo y de "calidad" a la salud…🧵
— Máximo Ernesto Jaramillo-Molina (@rojo_neon) April 8, 2023
En conclusión, a pesar de las aspiraciones de alcanzar un sistema de salud similar al de Dinamarca, los escándalos, la precariedad y la influencia de Estados Unidos en México nos alejan cada vez más de este objetivo. La realidad actual muestra una creciente desigualdad en el acceso a la salud, dejando solo a un grupo privilegiado que puede gozar de servicios de calidad, mientras que el resto de la población enfrenta dificultades y limitaciones en su atención médica.
Urge tomar medidas específicas para enfrentar estos desafíos y trabajar en la construcción de un sistema de salud sólido y equitativo que responda a las necesidades de todos los mexicanos. De lo contrario, el sueño danés seguirá estando muy lejano.
