Beneficios del vino tinto para el corazón, el cuerpo y la mente

¿Alguna vez has oído hablar de la paradoja francesa? Es un fenómeno que ha sido bien investigado el cual se se refiere a las personas que viven en ciertas partes de Francia donde el vino tinto se consume comúnmente durante las comidas y tienen menos casos de muerte por enfermedad coronaria. Los estudios demuestran que este fenómeno puede deberse a los muchos beneficios del vino tinto para el corazón.

Aprovechar los distintos beneficios para la salud del vino tinto no es algo nuevo. Una investigación realizada en la Universidad de Harvard encontró un frasco en la tumba del Rey Escorpión I, que data del 3150 a. C., que contiene trazas de vino junto con residuos de hierbas.

Según estos hallazgos, los investigadores atestiguaron la gran antigüedad de los vinos de hierbas egipcios como medicina y su importancia bajo el mandato de los faraones durante la unificación inicial del país.

Estos vinos contenían hierbas disueltas, como bálsamo, menta, salvia, tomillo, bayas de enebro, miel e incienso, y se consumían para tratar varias afecciones de salud, desde problemas digestivos hasta herpes.

Además del conocimiento de nuestros antepasados, que usaron el vino tinto para tratar dolencias y enfermedades, miles de estudios publicados en el transcurso de varias décadas han demostrado que el vino tinto, cuando se consume con moderación, puede tener un efecto positivo en la salud del corazón, mejorar la función cognitiva, reducir el estrés oxidativo e incluso normalizar los niveles de azúcar en la sangre.

Los 6 principales beneficios del vino tinto

Cuando se consume en pequeñas cantidades, el vino tinto puede considerarse un superalimento que proporciona poderosos antioxidantes que curan el cuerpo a nivel celular, como la quercetina y el resveratrol. Es por eso que los beneficios del vino tinto son tan abundantes cuando se consume con moderación.

1. Aumenta la salud del corazón

Los compuestos activos en el vino tinto, incluidos los polifenoles, el resveratrol y la quercetina, han demostrado tener propiedades cardioprotectoras. Numerosos estudios transversales, observacionales y controlados muestran que beber cantidades moderadas de vino tinto tiene efectos beneficiosos en muchos aspectos diferentes relacionados con la enfermedad cardiovascular.

Estas investigaciones muestran que los nutrientes antioxidantes en el vino tinto pueden retrasar la progresión de la aterosclerosis, un tipo de arteriosclerosis que ocurre cuando hay acumulación de grasas, colesterol y placa en las paredes de las arterias.

Un estudio, publicado en el  International Journal of Molecule Medicine, encontró que la ingesta moderada de alcohol, especialmente el vino tinto, disminuyó la mortalidad cardíaca debido a la aterosclerosis, pero las personas que no bebieron vino tinto y las personas que bebieron demasiado vino tinto tenían un mayor riesgo de mortalidad cardíaca.

También hay muchas pruebas que respaldan todos los beneficios del resveratrol, el cual protege a las células del corazón del daño tisular después de un derrame cerebral, inhibe la acumulación de plaquetas y disminuye la acumulación de triglicéridos y colesterol. También se ha demostrado que el resveratrol relaja las arterias coronarias, lo que lo hace en parte responsable de los beneficios del vino tinto asociados con la enfermedad cardiovascular.

La quercetina, uno de los flavonoides más importantes presentes en el vino tinto, también promueve la salud del corazón regulando los niveles de la presión arterial, reduciendo la inflamación y previniendo el estrés oxidativo.

2. Mejora los niveles de colesterol

Según un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition, el consumo de vino fue asociado a un aumento significativo en el colesterol HDL, y los participantes pudieron notar que sus niveles mejoraron entre un 11 y un 16 por ciento.

Otro estudio, realizado en la Universidad de Curtin en Australia, encontró que el consumo regular de vino tinto redujo el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares al reducir los niveles de colesterol LDL en mujeres posmenopáusicas en un 8 por ciento y aumentó los niveles de colesterol HDL en un 17 por ciento.

3. Combate el daño causado por los radicales libres

La acumulación de radicales libres juega un papel importante en el desarrollo de enfermedades crónicas y degenerativas, las cuales incluyen el cáncer, enfermedades autoinmunes, artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares y enfermedades neurodegenerativas.

Los antioxidantes en el vino tinto ayudan a contrarrestar el estrés oxidativo ya que actúan como captadores de radicales libres con lo cual previenen y reparan el daño causado por la oxidación. Los antioxidantes mejoran las defensas inmunes del cuerpo y reducen el riesgo de desarrollar varias condiciones de salud graves.

Debido a su capacidad para combatir el daño de los radicales libres, el resveratrol que se encuentra en el vino tinto tiene la capacidad de bloquear el proceso de carcinogénesis, incluidas las etapas de iniciación, promoción y progresión del tumor. Además, el resveratrol está involucrado en la regulación de las respuestas inflamatorias negativas del cuerpo.

4. Beneficios del vino tinto en la diabetes

Investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherst descubrieron que el vino tinto puede retrasar el paso de glucosa a través del intestino delgado y eventualmente al torrente sanguíneo, lo que ayuda a prevenir el aumento de los niveles de azúcar en la sangre  que experimentan los pacientes con diabetes tipo 2. Esta investigación demuestra que el vino tinto, debido a sus beneficios, puede formar parte de un plan de dieta para diabéticos si se consume con moderación.

Tanto los vinos tintos como los blancos se utilizaron para determinar qué tan bien podían inhibir la actividad de una enzima responsable de desencadenar la absorción de glucosa.

Los investigadores pudieron encontrar que el vino tinto fue claramente el ganador, ya que pudo inhibir las enzimas en casi un 100 por ciento, mientras que los valores en cuanto el vino blanco fueron de alrededor del 20 por ciento.

La eficacia del vino tinto fue tan significativa ya que contiene aproximadamente 10 veces más polifenoles (un tipo de antioxidantes) que el vino blanco.

Además de estos hallazgos, el estudio encontró otro beneficio del vino tinto, que es que no tiene un efecto sobre una enzima pancreática que descompone el almidón y que los pacientes necesitan para evitar los efectos secundarios de los medicamentos para el azúcar en la sangre.

5. Combate la obesidad y el aumento de peso

Un estudio realizado en la Universidad de Purdue encontró que el vino tinto puede ayudar a combatir la obesidad. Esto se debe a un compuesto que se encuentra en las uvas y otras frutas (como los arándanos y la maracuyá) llamado piceatannol, que tiene una estructura química similar al resveratrol. Según los investigadores, el piceatannol bloquea la capacidad de las células grasas inmaduras de desarrollarse y crecer.

También se encontró que este altera el tiempo de las expresiones genéticas, las funciones genéticas y las funciones de insulina durante el proceso metabólico de las células grasas.

Cuando el piceatannol ingresa en el organismo, hay una inhibición completa de la adipogénesis, que es el proceso de diferenciación celular. El piceatannol es muy efectivo en la lucha contra la obesidad y el aumento de peso porque es capaz de destruir las células grasas al principio del proceso de diferenciación celular, evitando así la acumulación de células grasas y, más adelante, el aumento de masa corporal.

Esto lo hace uniéndose a los receptores de insulina que se encuentran en las células grasas y bloqueando la capacidad de la insulina para controlar los ciclos celulares. También bloquea la actividad de la insulina para activar genes que son importantes en las últimas etapas de la formación de grasa.

6. Puede ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer

Una investigación halló que las personas que llevan una dieta mediterránea, la cual consiste en vino tinto, verduras, legumbres, frutas, pescado y aceite de oliva, tienen un 28 por ciento menos riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo leve y un 48 por ciento menos de riesgo de pasar de un deterioro cognitivo leve a la Enfermedad de Alzheimer.

Además se ha investigado aún más sobre el vino tinto específicamente como medida preventiva y tratamiento natural para el Alzheimer. Según una investigación publicada en Frontiers in Aging and Neuroscience, el resveratrol puede controlar las principales características de la enfermedad de Alzheimer y retrasar el desarrollo de la demencia.

Esto se debe a la capacidad del resveratrol para reducir el estrés oxidativo y la inflamación, ya que funciona como neuroprotector.

Los ingredientes que hacen que el vino tinto sea beneficioso

El vino tinto está cargado de antioxidantes, particularmente de flavonoides como la quercetina y el resveratrol. Estos antioxidantes estimulan muchos de los procesos del cuerpo, pero son particularmente venerados porque mejoran la salud del corazón.

Los bioflavonoides se componen de una gran familia de compuestos polifenólicos que desempeñan funciones clave en las plantas, como combatir el estrés ambiental y modular el crecimiento celular. Uno de los flavonoides más conocidos que está presente en el vino tinto es la quercetina.

La quercetina es uno de los antioxidantes más abundantes en la dieta humana, y tiene un papel importante en la lucha contra el daño de los radicales libres, los efectos del envejecimiento y la inflamación. Investigaciones han demostrado que la quercetina puede ayudar a controlar una serie de afecciones inflamatorias, las cuales incluyen:

  • Enfermedades del corazón
  • Infecciones
  • Fatiga crónica
  • Trastornos autoinmunes
  • Artritis
  • Alergias
  • Problemas de los vasos sanguíneos
  • Deterioro cognitivo
  • Trastornos relacionados con los ojos
  • Colesterol alto
  • Trastornos de la piel
  • Cáncer
  • Úlceras estomacales
  • Aterosclerosis
  • Diabetes
  • Gota

La presencia de quercetina es al menos en parte responsable de los beneficios del vino tinto. Otros flavonoides que se encuentran en el vino tinto son las procianidinas, que también se encuentran en grandes cantidades en el chocolate y las manzanas. Una investigación demostró que las procianidinas tienen una potente acción antioxidante y la capacidad de aumentar la función inmune. ( 16 )

El resveratrol uno de los polifenoles más potentes

El resveratrol es otro antioxidante bioflavonoide polifeno que se encuentra en el vino tinto. Se clasifica como un fitoestrógeno porque interactúa con los receptores de estrógeno de manera positiva.

Se cree que es uno de los polifenoles más potentes y de los protectores más fuertes contra el daño de los radicales libres, el deterioro cognitivo, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. De hecho las plantas producen resveratrol, en parte como un mecanismo de protección y respuesta a los estresores dentro de sus entornos, como la radiación, y las infecciones por hongos.

El vino tinto es probablemente la fuente más conocida de resveratrol debido al proceso de fermentación que convierte el jugo de uva en alcohol. Cuando se produce vino tinto, las semillas y las pieles de uva se fermentan en los jugos de la uva, lo que tiene un efecto positivo en los niveles y la disponibilidad de resveratrol.

Las personas consumen resveratrol para obtener una serie de beneficios antienvejecimiento y curativos. Las investigaciones sugieren que el resveratrol puede mejorar tu salud de las siguientes maneras:

  • Combatir el estrés oxidativo
  • Apoyar la salud celular y tisular
  • Proteger contra el cáncer
  • Promover la circulación
  • Proteger la salud cognitiva
  • Prevenir el envejecimiento prematuro
  • Apoyar una digestión saludable
  • Mejorar los niveles de energía y la resistencia
  • Proteger contra la diabetes

Vino tinto vs. vino blanco

Hay investigaciones que sugieren que el consumo de vino en general es más beneficioso que consumir cerveza o licor. En un estudio en el que se observó durante 10-12 años a más de 13,000 hombres y mujeres entre 30 y 70 años, los investigadores encontraron una correlación inversa a la mortalidad general en las personas que consumieron vino pero no en las que consumían cerveza o licor.

La ingesta baja a moderada de vino disminuyó el riesgo de muerte por todas las causas, mientras que una ingesta similar de licor implicaba un mayor riesgo y beber cerveza no tenía ningún efecto sobre la mortalidad.

Aunque estudios como este muestran que el consumo de vino puede ser beneficioso, ¿Hay alguna diferencia entre el vino tinto y el blanco? Por un lado, hay una mayor concentración de antioxidantes en el vino tinto.

Los compuestos antioxidantes se encuentran principalmente en la piel de las uvas rojas, las cuales se eliminan después de que las uvas sean trituradas en el proceso de preparación del vino blanco.

Aunque el vino blanco también contiene antioxidantes que están presentes en la pulpa de las uvas, los niveles de estos son mucho más altos en los vinos tintos.

El etanol, que representa del 8 al 15 por ciento del volumen del vino tinto, tiene una amplia gama de funciones biológicas, ya que altera la composición del colesterol, altera el equilibrio de líquidos, altera la actividad de la metabolización de enzimas y tiene efectos prooxidantes.

Sin embargo, los polifenoles presentes en grandes cantidades en el vino tinto pueden contrarrestar los efectos prooxidantes del etanol e incluso reducir el estrés oxidativo. Las bebidas con bajas concentraciones de compuestos fenólicos, como el vino blanco, no pueden combatir los efectos prooxidantes del etanol.

Beneficios del vino tinto frente a las desventajas de beber vino tinto

Es importante tener en cuenta que beber más vino no significa recibir mayores beneficios para la salud. A pesar de las propiedades saludables del vino tinto y los beneficios del vino tinto, el alcohol en sí mismo es en realidad una neurotoxina, lo que significa que puede envenenar tu cerebro y afectar negativamente a tu hígado, entre otros sistemas corporales.

Aunque beber con moderación siempre puede ser beneficioso, el consumo excesivo crónico puede dañar gravemente tus órganos. Sobre todo para las personas que eligen beber vinos fortificados más baratos que no tienen tanto valor nutricional.

Otro inconveniente de beber cualquier tipo de vino es que algunos ingredientes, como los potenciadores de aroma, estabilizadores y agentes clarificantes no se pueden encontrar en la naturaleza.

Estos aditivos se utilizan para mejorar el sabor, el color y la textura del vino, y para extender su vida útil. Y a diferencia de la industria alimentaria, los enólogos no están obligados a enumerar los ingredientes que se utilizan para hacer sus productos, por lo que nunca puedes estar seguro de lo que estás bebiendo exactamente.

Los sulfitos y los agentes sulfitantes son utilizados en los vinos como purificador y desinfectante. Investigaciones han demostrado que la exposición a los sulfitos puede inducir una variedad de efectos clínicos negativos en personas sensibles a estos aditivos.

Las reacciones pueden incluir dermatitis, dolor abdominal, diarrea, reacciones asmáticas e incluso anafilaxia potencialmente mortal.

Consejos para beber vino con moderación

A veces es fácil perder la noción de cuánto vino has bebido en un día. Sobre todo durante cenas festivas, mientras la familia se sienta a hablar y festejar. En estos casos es posible que tomes demasiadas copas de vino sin darte cuenta. Aquí hay algunos trucos sencillos que puedes utilizar para mantener controladas tus porciones de alcohol, incluso durante fiestas, cenas familiares o eventos especiales:

  1. Planifica las cosas con anticipación: si sabes que se avecina un evento o cena en el que tomarás una o dos copas de vino, abstente de beber vino durante toda la semana del evento.
  2. Bebe lentamente: disfruta y saborea cada sorbo, y trata de no distraerte al beber tu vino.
  3. No rellenes tu vaso a menos que esté vacío: a veces agregamos un poco de vino a nuestros vasos, aunque todavía no esté vacío. Mejor espera hasta que hayas terminado todo el vaso y luego vierte solo un poco más si quieres.
  4. Bebe tu vino con agua a un lado: si no tienes otra bebida a tu disposición, empezarás a beber el vino porque te dará sed y terminarás bebiendo demasiado. Mantén un vaso de agua de limón o agua mineral a un lado, y alterna entre el vino y el agua.

 

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