Vi el Twitter que subió Martín Gándara minutos después que su hermano Ernesto registrara sus aspiraciones para contender por la gubernatura del estado.
Refleja emoción como es lógico, pero también un momento largamente acariciado.
Y es que dicho sea de paso, para El Borrego Gándara lo que está dándose es un momento que se gestó en su proyecto de vida hace 40 años.
Decidió en aquel entonces dejar la Universidad en Monterrey porque no le interesaba litigar; se fue a la UNAM porqué él quería ser político y a eso se ha dedicado las últimas cuatro décadas.
Y la tercera fue la vencida.
En dos ocasiones anteriores lo intentó pero las circunstancias no estaban dadas para ello.
Ahora es candidato en un tiempo por mucho, más complejo que hace 6 y 12 años. Tiempos estos no solo de un partido desplazado sino de partidos desacreditados, de una economía en picada y de una inseguridad en ascenso; pero también tiempos de incertidumbre, de mucha incertidumbre en la vida principalmente.
Pero por lo mismo son tiempos que exigen unidad de todas las fuerzas y dejar los pleitos atrás.
Pareciera que es un contrasentido pero en este tiempo que cada vez nos hartamos más de las divisiones y donde la pandemia nos ha restregado en la cara y en la conciencia para quienes quieran entenderlo, lo que es realmente importante, pareciera que el carácter conciliador de El Borrego Gándara es uno de los factores que muchos le observan como negativo… Carácter hay pero oficio manda, dicen por ahí y quizá sea de aplicación para el caso.
Y es que la alianza alcanzada entre los tres partidos que la conforman (PRI-PAN-PRD) demandó de entrada, tiempo para tejerse y oficio político para alcanzarse.
Por lo que respecta al mensaje expresado el sábado, El Borrego Gándara tiene claro que la tormenta está fuerte y que si bien es cierto él se sitúa al frente, se requiere de unidad para mover el timón.
Ojalá sigamos coincidiendo en www.SoledadDurazo.com @SoledadDurazo FB/SoledadDurazo IG: soledaddurazo YT: SoledadDurazo
