Estos son alguno de los museos más raros del mundo

El Museo Subacuático de Arte, MUSA, está situado bajo las aguas de Cancún y cuenta con más de 470 estatuas sumergidas para disfrute de buceadores o usuarios de esnórquel. Es probable que se trate del único museo del mundo en el que se necesita equipo de buceo para entrar en él. Esta extravagancia escultórica sumergida se encuentra en uno de los cuerpos de agua más claros del mundo, el Parque Nacional Marino Mexicano en el Caribe. Las esculturas (situadas a 3-6 metros de profundidad) representan a residentes e incluso algunas celebridades. Además todas ellas están hechas de materiales especiales respetuosos con el mar, lo que significa que al final, esta atracción se convertirá en un impresionante arrecife de coral por sí mismo.

Este curioso museo dedicado al agua del grifo se encuentra en Beijing, China. En él encontraremos todos los entresijos del agua del grifo (ahí es nada), que incluye 130 “objetos reales”, modelos y artefactos como cupones de agua antiguos que datan de la primera empresa de agua del grifo en la capital, la empresa de agua Jingshi Tap. Sin embargo, esperemos que no te sientas tentado a saciar tu sed aquí, pues los residentes de Beijing saben desde hace tiempo que el agua que sale de sus grifos no es muy segura para beber. Y es que en una ciudad sin salida al mar que enfrenta un creciente riesgo de escasez de agua, ¿no es suficiente justificación para crear un monumento al desafío de suministrar agua limpia y corriente a millones de personas? Este museo fue fundado en 1908 a las afueras de la puerta de la ciudad en Dongzhimen.

El Museo Internacional del OVNI se encuentra situado en el antiguo teatro de Roswell en Nuevo México (EE. UU.) Fundado en 1991, el museo es el lugar idóneo para los apasionados de las conspiraciones extraterrestres, platillos volantes y el fenómeno OVNI en general. De hecho tiene tanto éxito a nivel mundial que representa la mayor fuente de ingresos del pueblo. Una librería y una tienda de regalos con los recuerdos inspirados en extraterrestres son otros de los alicientes del museo.

¿Un museo en honor a la caca? Se trata de la primera exposición permanente dedicada a los excrementos humanos y animales. Se llama National Poo Museum y podemos visitarlo en la isla inglesa de Wight, al sur de Inglaterra. El Museo Nacional de la Caca fue inaugurado en 2016 y muestra todo tipo de heces metidas en esferas de resina: caca de un bebé humano, de una paloma, de un león… y hasta cacas fosilizadas de reptiles con millones de años. Si te resulta curioso o te va lo escatológico, en la tienda de suvenires puedes adquirir una réplica en plástico. Otro museo dedicado a las heces se encuentra en Italia, concretamente en Milán, donde podemos visitar el Museu da Merda dentro del castillo medieval italiano de Castelbosco, situado a unos 100 kilómetros de Milán.

Con 1.200 metros de superficie y situado en Berlín, Alemania, el Museo Plastinarium (o Museo del Ser Humano) abrió sus puertas en 2015. Es obra del artista y científico alemán Gunther von Hagens quien saltó a la fama tras “plastinar” su primer cadáver en 1990, tras dos décadas de investigación en Heidelberg. El médico apodado ‘Doctor Muerte’, exhibe así su colección de cadáveres humanos, conservados bajo la técnica de la plastinación para que no se alteren. Estos cuerpos sin vida fueron convertidos en inmortales cadáveres a través de la plastinación, extrayendo todos los líquidos corporales que fueron sustituidos posteriormente por resinas y materiales plásticos. Todos ellos forman parte de la exposición. A día de hoy siguen llegando donaciones en forma de cadáveres que son conservados para fines didácticos.

Un museo en honor a los mechones de pelo. El Avanos Hair Museum se encuentra en Avanos, Turquía y, como decimos, es todo un tributo al mechón de pelo. En esta ciudad en la Capadocia, ocultos en una oscura cueva bajo una tienda de cerámica, hay expuestos más de 16.000 mechones de pelo con sus correspondientes nombres y direcciones de las féminas a las que corresponden los mismos. El origen de este extraño museo se remonta varias décadas atrás, cuando un amigo de Chez Galip, el alfarero, tuvo que abandonar la ciudad y dejó a Galip algo para recordarla: un mechón de cabello. Parece que todo es empezar.

El Sulabh International Museum of Toilets se encuentra en Nueva Delhi, India. Es curioso porque teniendo en cuenta lo complicado que es encontrar en esta región cuartos de baño decentes, es irónico descubrir que este país es el hogar de un museo dedicado a los inodoros. ‘La higiene es más importante que la independencia’, dijo una vez Gandhi. Sea como fuere, si alguna vez quisiste aprender sobre la evolución completa de los inodoros a lo largo de la historia de la humanidad te recomendamos que visites este museo, que rastrea la historia del baño durante los últimos 4.500 años.

¿Un museo que rinde tributo a los fideos instantáneos? El Momofuku Ando Instant Ramen Museum de Osaka en Japón es todo lo que un amante de los fideos podría desear. El ramen se elabora con distintos tipos de fideos chinos servidos en un caldo preparado normalmente a base de pescado, miso y salsa de soja y otros ingredientes y este museo se dedica a su versión precocinada. Lo curioso de este museo es que no solo podemos recorrer la historia de este alimento, sino también participar en talleres de cocina y degustaciones.

Casi medio millón de amantes de las mascotas pasan cada año por esta exhibición única de collares para perros que podemos encontrar en la casa solariega del castillo de Leeds, cuya última propietaria fue la honorable Olive, Lady Baillie, cuyo amor por los perros inspiró la creación del museo. La exhibición cuenta con más de 100 objetos únicos que datan de siglos atrás, así como documentos históricos acerca de los accesorios caninos de la época medieval. Lo más llamativo del museo son los collares para perros de los siglos XV y XVI.

Bienvenidos a la Faloteca islandesa. El Icelandic Phallological Museum situado en Reykjavik, Islandia, es el único museo en el mundo que contiene una colección de especímenes fálicos pertenecientes a todos los diversos tipos de mamíferos que se encuentran en un solo país. El museo contiene una colección de más de 215 piezas reproductivas masculinas que pertenecen a casi todos los mamíferos terrestres y marinos que se pueden encontrar en Islandia.

Ubicado en las alcantarillas bajo el Muelle de Orsay en París, Francia, en la margen izquierda en el centro de París, el Museo de Alcantarillas es una atracción imperdible para cualquier visitante interesado en la ingeniería, obras públicas o sitios turísticos inusuales, así como para los fanáticos de la novela más famosa de Victor Hugo, Los Miserables. Este museo detalla la historia de las alcantarillas desde su desarrollo inicial por Hugues Aubriot, preboste de París a fines del siglo XIV, hasta su estructura moderna, que fue diseñada en el siglo XIX por el ingeniero Eugène Belgrand. El recorrido es harto famoso y lleva organizándose desde 1889.

La capital de los Países Bajos, Amsterdam, cuenta con más de 50 museos, pero pocos son tan extraños y espeluznantes como el Museo de la Tortura. Situado en el centro de la ciudad, el museo ofrece una imagen vívida del doloroso pasado europeo, en el que encontraremos una gran cantidad de instrumentos de castigo de diferentes partes de Europa, desde la silla de tortura de la Inquisición a la guillotina. Es un museo tétrico donde se exponen los objetos más dantescos y crueles que nos podamos imaginar.

El Museo de los Vampiros y Criaturas Legendarias de París (Francia) fue fundado por Jacques Sirgent, un erudito excéntrico especialista en lo macabro. Este espeluznante museo es una representación visual de su dedicada investigación sobre el vampirismo. El museo alberga un auténtico kit de protección antivampiros del siglo XIX, un gato momificado y varias armas antivampiros. Se encuentra a tan sólo 16 minutos del centro de París, en Les Lilas.

En Guanajuato, México, encontraremos el Museo de las Momias. Se trata de uno de los museos más temibles del mundo, pues alberga una serie de cuerpos momificados de forma natural que fueron enterrados durante un brote de cólera alrededor de la ciudad allá por el año 1833. La momificación natural de los cadáveres fue causada probablemente por el calor y la sequedad característicos de Guanajuato. Este macabro enclave se convirtió en museo en 1969, y actualmente exhibe más de 100 momias. Es la colección de momias naturales más grande del mundo, patrimonio cultural del Municipio de Guanajuato.

Considerado uno de los museos más insólitos de Estados Unidos, el Glore Psychiatric Museum de Misuri narra los 130 años de historia del hospital St. Joseph y siglos de tratamiento de salud mental. Ubicado en los terrenos del hospital original, las exhibiciones del museo incluyen herramientas quirúrgicas, equipos de tratamiento, muebles, uniformes de enfermeras, notas personales y obras de arte fascinantes de pacientes del hospital.

Viajamos a Tailandia. Teniendo en cuenta que este país es uno de los mayores productores de preservativos del mundo, no debería sorprendernos que cuente con un museo dedicado a este dispositivo anticonceptivo. Situado fuera de Bangkok en la ciudad de Nonthaburi, el Museo de los Condones fue fundado con la intención de eliminar el punto de vista negativo de los tailandeses hacia el uso del condón, crear conciencia sobre la protección sexual y aumentar su confianza en el uso de este método anticonceptivo.

Ubicado en el condado de Maine, Norteamérica, y que coordina el reconocido naturalisto y criptozoólogo Loren Coleman, el museo ofrece una amplia gama de exposiciones de especímenes raros, científicos y zoológicos que dan pie a las tradiciones populares que se encuentran dentro de la criptozoología. Esta rama se dedica al estudio de animales ocultos e implica la búsqueda de individuos cuya existencia no ha sido verificada, como el Yeti, el abominable Hombre de las Nieves.

El Museo Parasitológico de Meguro es uno de los más originales que podemos encontrar en Japón. Inaugurado en 1953, en este museo puedes aprender todo lo que siempre quisiste saber sobre tenias, piojos y muchos otros parásitos curiosos. La impresionante colección cuenta con más de 300 especímenes, incluyendo una tenia gigante de 9 metros de largo. ¡Impresionante! Es el único museo de parasitología del mundo y la entrada es gratuita.

Otro museo no apto para personas sensibles. En el Museo Mütter de Filadelfia (EE. UU.) te encontrarás con las coleccionas más extrañas relacionadas con medicina y anatomía. Desagradable para algunos, interesante para otros. Este museo (fundado en 1858), forma parte del Colegio de Médicos de Filadelfia y exhibe colecciones preservadas de rarezas médicas, muestras anatómicas, modelos e instrumentos médicos en un escenario del siglo XIX. Los elementos más destacados del museo incluyen el tumor de mandíbula del presidente Grover Cleveland, el cerebro de Albert Einstein y la colección de cráneos humanos del Dr. Joseph Hyrtl.

Probablemente no sea uno de los museos más visitados del mundo (tiene unos 2.000 visitantes al mes), pero el Museo de Belleza Duradera en la ciudad de Kuala Lumpur (Malasia) es definitivamente uno de los más inusuales. Exhibe diferentes estándares de belleza desde la antigüedad hasta los tiempos modernos. Los ejemplos incluyen modificaciones corporales muy dolorosas tales como el limado de dientes, la perforación, la escarificación, el moldeado de cabeza o el estiramiento de labios.

¿Es posible que las alambradas de púas tengan su propio museo? Así es. Tendremos que viajar hasta Kansas (EE. UU.) para encontrarlo. Establecido en 1970 en una pequeña tienda en la calle principal en el centro de La Crosse, Kansas, el Museo de alambre de púas se dedica exclusivamente a la historia y la leyenda del alambre de púas. El museo exhibe más de 2.400 variedades de alambre de púas; incluyendo muestras tradicionales fabricadas entre los años 1870 y 1890. Por desgracia este objeto desempeñó un papel vital en la guerra de las trincheras durante la Primera Guerra Mundial, pues los soldados la utilizaban para ralentizar el ataque y aumentar el número de bajas de los ‘enemigos’ que quedaban atrapados en ellas.

Otro de los museos más extraños de nuestra selección es el Museo de la Menstruación. Está situado en el sótano de la casa de su fundador y curador Harry Finley, que vive en la parte de arriba en New Carrollton, Maryland, en Estados Unidos. Desde 1995, Finley ha dedicado su vida a poner a disposición del público su colección privada de productos de higiene femenina y maniquíes alterados. Un museo dedicado a esa inevitable compañía con la que todas las mujeres deben compartir unos días al mes gran parte de su vida. Eso sí, lleva años cerrado (desde 1998), pero puede visitarse vía web.

Situado en Los Ángeles, California, el Death Museum nos garantiza una visita macabra. La exposición está repleta de calaveras, canibalismo, referencias a la muerte, cabezas reducidas y todo tipo de instrumentos de sospechosa utilidad. Se exhiben más de 5.000 objetos, fotografías y restos humanos, como la cabeza guillotinada de un asesino en serie francés, Henri Désiré Landru, sentenciado en 1922. También encontrarás una macabra ‘sala del suicidio’.

La mayoría de las exhibiciones presentes en el Museo de Arte Malo no llegarían a las paredes de tu casa, mucho menos al Louvre… Pero aquí están. Más de 600 piezas, que en otros lugares inspirarían asentimientos educados y cumplidos poco sinceros, aquí tienen un lugar para brillar.
Situado “convenientemente al lado de los baños” en un antiguo sótano en Dedham, Massachusetts, el museo acepta solo arte que sea demasiado malo para ignorarlo. Flores deformes, retratos de colores brillantes… inolvidable el cuadro de “Lucy en el campo con flores”, un verdadero icono que representa a un septuagenario aparentemente flotando en un campo de flores que se balancea lentamente. Para verlo, viaja a Massachusetts, Estados Unidos.

En Alemania encontramos el Museo de la Cultura del Pan. Más de 18.000 exhibiciones muestran prácticamente de todo; desde los 6.000 años de historia del pan en obras de arte (artistas como Dalí o Pablo Picasso) hasta artefactos antiguos de panaderías que datan de la Edad de Piedra. Sin embargo, asegúrate de llevarte algo de comer: a pesar de estar dedicado a este jugoso y vetusto manjar, no encontrarás ni un pan comestible dentro del museo.

En Yokohama, Japón, podremos encontrar otro de los museos más raros repartidos por nuestro globo,  uno de los museos más famosos de ramen instantáneo: Cup Noodles en Osaka. El particular museo fue inaugurado en 1999 y  en él podrás incluso entrar en  la  fábrica y hacer tus propios fideos instantáneos o acudir a la sala de degustación de noodles.