En el Taller Ambulante de Fotografía buscamos descentralizar el lenguaje artístico de la imagen fija y llevarlo a diversas comunidades de México. Lanzamos el proyecto de manera oficial este año 2022 y hemos impartido el taller en seis comunidades distintas: Cananea, Nacozari, Esqueda y Hermosillo (en el estado de Sonora), Charcas (en San Luis Potosí) y Santa Bárbara (en Chihuahua). En estas seis primeras ediciones, hemos tenido un total de 238 alumnos, a quienes les hemos entregado 95 cámaras análogas desechables, de las cuales han resultado 2,565 fotografías. Las clases son completamente gratuitas; abrimos la puerta del salón a cualquier miembro de la comunidad mayor de 14 años que sienta el deseo de tomar asiento y participar en el diálogo.
Planteamos la fotografía como un vehículo de comunicación y conexión, tanto con el contexto como con el individuo, revelando su potencial artístico. Además de incitar el cuestionamiento, provocamos la observación del entorno.
Este año participamos en la organización del festival de arte más importante de Sonora, “Foto Sonora 2022,” el cual forma parte de la red nacional de la imagen de Fotoseptiembre. Además de esta exposición colectiva, curamos y presentamos la exposición del archivo histórico de Nacozari en el Instituto Sonorense de Historia e impartimos un taller de fotografía en el que incluímos procesos químicos.
El taller consiste en 6 módulos que abarcan 20 horas de clases presenciales, en las cuales exploramos la historia de la fotografía, revisamos las bases de la técnica fotográfica, realizamos un ejercicio de retrato digital y análogo, mostramos el proceso de revelado y analizamos el trabajo de algunos autores relevantes del medio fotográfico. El objetivo es brindarles herramientas a los alumnos para que practiquen explorar su punto de vista, contar sus propias historias y tender puentes entre las comunidades que visitamos.
Esta exposición se construye a partir del resultado de tres comunidades sonorenses, entablando una conversación entre el trabajo de dieciocho alumnos seleccionados. Cada imagen es un intento de capturar la esencia de la comunidad en particular. Su luz y sus colores; su gente, su flora y fauna; sus estructuras arquitectónicas y las composiciones latentes en sus paisajes y particularidades contextuales. Observar las expresiones vernáculas que se han heredado por generaciones y también las costumbres que existen en un tiempo y un espacio determinado. Relacionarse a través de la mirada con la intimidad: la casa, la familia y uno mismo.