La maternidad en la época actual supone un reto nuevo, debido a la velocidad que lleva el ritmo de vida, las exigencias para ser un buen padre han aumentado al mismo paso que avanza nuestra civilización, la fortaleza emocional es una herramienta muy útil en los tiempos presentes, pero ¿qué es exactamente una persona emocionalmente fuerte?
Qué es ser emocionalmente fuerte
La palabra fuerte suele tener una connotación de poder que pudiera confundirse con autoridad. Pero no es así la fortaleza emocional no habla del poder que tienes para controlar a los otros, habla del poder de controlar tus emociones independientemente del contexto ambiental que te rodee, este concepto se relaciona muy íntimamente con el de madurez emocional.
Las personas emocionalmente fuertes, son aquellas que habiendo pasado por una multitud de problemas en sus vidas han salido victoriosas y han ido perfeccionando técnicas que quizás sin saberlo han sumado a su personalidad elementos importantísimo en el manejo de los conflictos emocionales, con mayor facilidad, estos éxitos obtenidos les han añadido seguridad a sus actuaciones y aumentando su autoestima y auto concepto.
Ser madres es un rol muy importante en nuestra vida, forma parte de los planes del ciclo vital de todos y representa una buena parte del tiempo total que pasamos en este mundo, casi el noventa por ciento de las mujeres, desea realizarse como madres, las madres estamos constantemente buscando información y herramientas útiles para ser padres más efectivos.
Los estudios psicológicos actuales apuntan a la importancia de las emociones, su uso, control y manejo para la crianza efectiva.
5 signos de madres emocionalmente fuertes
Las madres emocionalmente fuertes, transmiten con facilidad herramientas de manejo emocional y procuran con su ejemplo atmósferas tranquilas para el crecimiento adecuado de los pequeños. Su mayor ventaja es ofrecer un ejemplo de actuación y de manejo de contingencias emocionales, al tiempo que al ponerlas en práctica en la vida cotidiana. Existen una serie de signos de madres emocionalmente fuertes.
Habilidades en el reconocimiento de emociones
Este tipo de madres son capaces de reconocer en ellas y en sus hijos las emociones que pudieran surgir en momento clave de la crianza, son capaces de leer los rostros de los niños y anticipar reacciones con el tiempo suficiente para intervenir y tomar cartas en el asunto o canalizar el aprendizaje y reconocimiento de ellas en los niños. Son estos padres que confieren valor a las reacciones de los niños y estimulan la autorreflexión en todo momento a través del uso de ejemplos y preguntas.
Hablan de soluciones en vez de problemas
Sus conversaciones con los hijos estimulan la generación de soluciones a los problemas en vez de centrarse en las consecuencias de los mismos, no dejan de evaluar las perdidas pero no se detienen en enfatizar lo malo, generar semillas de resiliencia en los hijos, colaboran en que su perspectiva del problema no se quede en lo negativo.
Acompañan en vez de liderar
Comprenden la importancia de transmitir la responsabilidad individual, más no abandonan los niños con sus problemas, su relación es de acompañamiento y orientación un padre emocionalmente fuerte podrá resistirse a la intuitiva necesidad de auxiliar en los problemas y permitirá, estimulara a los niños a encontrar sus propios caminos.
Comprenden la importancia de esperar los momentos más oportunos
Madres emocionalmente fuertes saben y entienden, qué momentos son adecuados para la intervención y cuales por el contrario son indicados para retirarse o ignorar conductas. Debido a que el área emocional de los pequeños está en pleno desarrollo, se darán momentos en los que los niños pierdan las riendas de las emociones, las rabietas y los berrinches por ejemplo, en esos momentos se entiende que dado el estado de activación lo más convenientes será abrir un compás de espera.
Comprenden la impermanecía de todo
Las madres emocionalmente fuertes, han desarrollado la capacidad de no engancharse en ninguna situación , entiende que la vida se compone de cambios, entradas y salidas, este entendimiento facilita sortear los problemas infantiles sin ahogarse ni deprimirse. De la mano del pensamiento positivo, han comprendido que con el paso del tiempo las situaciones tienden a solucionarse.
Como se ha dicho antes, ser padres no es una tarea fácil y no existen padres buenos o malos, los padres somos creaciones de nuestra propia vida, experiencias personales y habilidades, a medida que vamos viviendo y aprendiendo iremos modificando nuestras maneras de hacer las cosas, leer e informarnos es una excelente señal de que deseamos cambiar cosas siempre en positivo.
«No le evites a tus hijos las dificultades de la vida, enséñales más bien a superarlas.» – Louis Pasteur