Para evitar que los medicamentos provoquen daño a otros tejidos u órganos y que lleguen directamente al punto de infección, investigadores de la Universidad desarrollan un método para encapsularlos y dirigirlos de manera rápida y efectiva atacando a una enfermedad.
Armando Lucero Acuña, investigador del área de bio-nanotecnología en el Departamento de Ingeniería Química y Metalurgia, señaló que se trata del proceso de emulsión combinada para la preparación de nanopartículas cargadas con fármacos con solubilidad parcial.
Lucero Acuña explicó que este proyecto, que ya cuenta con una patente y sigue en proceso de mejoras y búsqueda de otras aplicaciones, surgió de la necesidad de llevar un medicamento hasta el punto de que se desea atacar de una enfermedad, sin que cause daño a otros órganos o tejidos del cuerpo.
Como ejemplo, señaló los tratamientos para los diferentes tipos de cáncer que requieren dosis altas de fármacos y en su trayecto hasta el punto donde se encuentran las células enfermas, causan otros daños.
“Una razón de estudiar este tipo de sistemas es que normalmente los fármacos se administran vía oral o por inyección de forma directa, digamos desnuda, y en su camino tiene interacción con anticuerpos, ácidos y otros a través de todo el sistema para llegar al sitio de acción.
“Durante ese recorrido, en su interacción con otros tipos de tejidos, otros sistemas y para que llegue a los sitios de interés, las concentraciones que se aplican tienden a ser altas; por eso, las concentraciones de medicamentos son altas, para que puedan tener un efecto”, explicó.
Lucero Acuña, quien fue entrevistado por René Flores, en el programa radiofónico de Ingenio: la manera inteligente de aprender a cargo de la División de Ingeniería, dijo que, en enfermedades como el cáncer, los medicamentos están asociados con efectos secundarios como uñas quebradizas o pérdida del cabello y esto sucede por la concentración que se necesita para lograr su efectividad.
Añadió que las investigaciones que se hacen en este sentido, es tratar de poner ese fármaco en el lugar indicado, el lugar deseado sin utilizar concentraciones altas para que no haya efectos colaterales.
Y para eso, precisó, los fármacos se tienen que poner, de alguna manera, dentro de otro sistema; metemos ese fármaco dentro de partículas muy pequeñas llamadas nanopartículas diseñadas para que no tengan interacción con el sistema y que lleguen a lugares muy específicos.
Tú puedes poner en una nanopartícula un anticuerpo, un antígeno que reconozca un determinado tipo de célula y entonces, esa nanopartícula va a un sitio específico y ahí, la idea, es que libere el fármaco”, expresó y precisó que se esta manera se podrá utilizar una dosis con una concentración suficiente para tener una efectividad local, sin hacer daño a otro tipo de tejidos.
El académico recordó que el equipo de investigadores de la Unison, encabezados por él mismo y por Cindy Alejandra Gutiérrez Valenzuela, del doctorado en Nanotecnología, de la División de Ciencias Exactas y Natural, basaron sus estudios en los procesos que ya existen para cargar fármacos dentro de las nanopartículas según las propiedades físicas que tenga el fármaco.
“Estos procesos se siguen desarrollando continuamente y se está trabajando en ellos en la mayoría de las universidades en el mundo. Todo mundo que trabaja en esta área, está haciéndolo en desarrollar, en mejorar los métodos para encapsular nanopartículas”, enfatizó.
Lucero Acuña dijo que la idea de aplicar este método, este proceso, es que los tratamientos médicos se hagan más efectivos, más eficientes y que los tiempos de acción sean mucho más cortos y las dosis que se utilizan de fármacos sean más pequeños.
Señaló que este esfuerzo ha sido resultado de un grupo de investigación conformado también por Patricia Guerrero German, Paul Zavala Rivera y Reynaldo Esquivel, además de él mismo y Cindy Alejandra Gutiérrez, con el apoyo y colaboración de Conacyt y otras instituciones con las que se ha logrado un apoyo importante.
Añadió que una investigación como la que desarrollan tiene su complejidad técnica y además, fuertes retos económicos por el uso de equipos muy especializados e insumos.
“Afortunadamente en la ciencia funciona la colaboración con otras instituciones y con otros investigadores con quienes hacemos importantes conexiones y, si se necesita de un estudio muy especializado, el cual la universidad no tenga el equipo, se logran a base de esas conexiones”, expresó al recordar que el método desarrollado por investigadores de la Unison no es el final.
“Es una parte de todo un proceso que estamos haciendo para probar nuevos fármacos, probar la efectividad que tienen y trabajar un poco en continuación de este tipo de proyectos”, apuntó.