Estamos en tiempos donde todo se vive más rápido y por lo tanto el estrés se vive a diario. Las exigencias están en absolutamente todos los ámbitos de la vida y por lo tanto, es más difícil que se pueda manejar el estrés que eso genera. Sin embargo, existen personas que sí pueden hacerlo, tienen el privilegio de que nunca se estresan o al menos, de una manera fácil, como la mayoría lo hacemos, no. Son personas resilientes.
La mayoría de los expertos están de acuerdo: estamos trabajando más tiempo, más duro y con menos eficacia. Parte de la razón de esta ineficacia es la creencia prevaleciente de que, el ajetreo, equivale a la productividad. Este es un ejemplo perfecto: la mayoría de los lugares de trabajo brindan a sus trabajadores dos descansos de 15 minutos para usar durante el día. No importa que la mayoría de los expertos sean inflexibles acerca de que el cerebro necesita un descanso cada hora, no cada 4.
El lugar de trabajo, aunque podría decirse que es la fuente de estrés más importante de la sociedad en el día a día, no es el único factor. Como ya lo mencionamos, el dinero, las relaciones, el tráfico, los acontecimientos actuales, las pésimas personas y la mala suerte directa contribuyen a la epidemia de estrés que enfrenta gran parte del mundo.
¿Pero sabías que algunas personas pueden soportar casi cualquier tormenta y no ser peor por el desgaste? Estas personas tienen una capacidad de recuperación increíble y se les llama resilientes. La Asociación Americana de Psicología (APA) define la resiliencia como:
«El proceso de adaptarse bien frente a la adversidad, el trauma, la tragedia, las amenazas o las fuentes importantes de estrés, como los problemas familiares y de relación, los problemas de salud graves o los factores de estrés en el lugar de trabajo y financieros».
La resiliencia, en otras palabras, es «rebotar» desde experiencias estresantes.
Hábitos de personas resilientes
¿Cómo pueden algunas personas caer profundamente y volver a levantarse? ¿Cómo es que no se sienten abrumados por el estrés o la desesperación?
Es todo pensamiento. «Él es capaz de pensar que es capaz». ~ Buda
Las personas poco resilientes piensan que sus personalidades inherentes son fijas, lo que también se conoce como «mentalidad fija». La resistencia de los que desestimulan el estrés proviene de una mentalidad de crecimiento. ¿Cómo cultivas este estado de ánimo? A través de comportamientos de rutina o hábitos. Aquí hay ocho de tales prácticas:
1. Tienen un sistema de apoyo
«Ninguna persona es una isla». Es esencial entender que la resiliencia puede derivarse de lo interno y lo externo. En otras palabras, la personalidad (hábitos, modo de pensar, etc.) no es el único factor.
Las personas que evitan ser superadas por el estrés se apoyan en todas las herramientas y todos los métodos disponibles; incluyendo familia y amigos cercanos. Sin un sistema de apoyo sólido, muchas personas resilientes tendrían muchas más dificultades para mantener la ecuanimidad.
2. No hacen drama
Los chismosos y las «drama queens» (reinas del drama) crean un ambiente tóxico (léase: toneladas de estrés) donde quiera que vayan. Las personas que evitan el estrés no le hacen caso a estas personas, y les va mejor.
¿Alguna vez has conocido a una reina del drama resiliente? Si es así, probablemente no sean tan optimistas como crees. Los chismes y el drama agotan la energía que las personas resilientes necesitan para avanzar; por lo tanto, los evitan como a las plagas.
3. Siempre mejoran
Las personas que evitan los niveles excesivos de estrés son algunas de las más exitosas porque asignan su tiempo y energía para mejorarse a sí mismas. Estas almas resilientes saben y aceptan que no están cerca de ser perfectas, y usan la superación personal como una forma de darles una ventaja.
Las personas que ruedan con los golpes no necesariamente evitan que los golpeen, simplemente saben cómo absorber el golpe y continuar la lucha.
4. Manejan la energía de forma proactiva
Las personalidades optimistas se conocen muy bien. Entienden que la energía es un recurso finito y administran esa energía de forma proactiva.
Pueden leer un libro en lugar de salir porque hay un día difícil por delante; o tal vez duerman una hora extra, coman una comida más pequeña y hagan un entrenamiento rápido. En resumen, saben lo que se debe hacer y se aseguran de que incluya el «levantarse y marcharse» cuando llegue el momento.
5. Las personas resilientes saben su «¿Por qué?»
Conocer su «Por qué» detrás de todo lo que ejecuta, hace que las situaciones estresantes sean mucho más fáciles de manejar. Las personas que se recuperan de los desafíos fácilmente, siempre parecen tener un objetivo, personal, profesional o de otro tipo, en el que están trabajando activamente. Y cuando los tiempos se ponen difíciles, como inevitablemente lo harán, la persona resiliente recuerda su «¿Por qué?»
6. Fortalecen sus debilidades
Las personas resilientes son solo eso: personas; personas con fortalezas y debilidades, como todos los demás. Sin embargo, las personas que «no tiran la toalla» trabajan activamente para mejorar sus debilidades, que es lo opuesto a la actitud actual de «multiplica tus fortalezas y olvida tus debilidades» en la sociedad.
7. Son altamente autoconscientes
La autoconciencia tiene que ver con ayudarnos a ponernos en contacto con nuestras necesidades psicológicas y fisiológicas: comprender lo que necesitamos, lo que no necesitamos y cuándo es el momento de pedir ayuda. Son excelentes para escuchar y seguir las sutiles señales de estrés que emiten su cuerpo y mente: el corazón de la autoconciencia.
8. Practican la aceptación
El estrés y el dolor son parte de la vida. Como sucede con cualquier evento, emocional o no, el estrés y el dolor aparecen y desaparecen. Combatir el estrés o el dolor, en lugar de ignorarlo o suprimirlo (lo que nunca funciona), es mucho
«Tienes poder sobre tu mente, no sobre eventos externos. Date cuenta de esto, y encontrarás fortaleza. «~ Marcus Aurelius.
