Como enseñar responsabilidad a un niño pequeño

Inculcar el sentido de responsabilidad en un niño pequeño es la mejor inversión educativa a la que puede aspirar un padre, un niño que crece cultivando este sentido, tendrá más fácil el acceso a la independencia y sentirse seguro de sí mismo.

Enseñar a un niño valores de responsabilidad es posible sin importar su edad, pero primero debemos tener claro a que nos referimos cuando hablamos de responsabilidad, y es que es muy común encontrar un millón de consejos en internet que confunden responsabilidad con madurez psicológica.

La responsabilidad la podemos reducirla a dos aspectos principales: El primero es que las acciones de responsabilidad son acordes a la edad del niño, el segundo es que este hábito depende del entorno donde el niño se desenvuelve y como interactúa, es decir, la responsabilidad se debe enseñar.

Al igual que muchos otros valores, la responsabilidad no es una habilidad del todo natural que las personas van a desarrollar desde temprana edad, es más bien un hábito adquirido producto de la evolución humana, el ser humano es más primitivo y en realidad a un niño poco o nada le va a importar la diferencia entre tener la ropa organizada en un cajón o tenerla tirada por toda la casa.

Empezando con el ejemplo

Como ya vimos, la responsabilidad es en temprana edad, y quizás a lo largo de la vida, un hábito adquirido y no una respuesta biológica, es un hábito motivado por los beneficios que dé él se desprenden, el ser humano que es inteligente lo sabe y por eso lo realiza.

Los niños aprenden de su entorno, como en muchas especies aprenden imitando los comportamientos que observan, principalmente de sus padres y su grupo familiar, es fácil deducir entonces que el primer paso para lograr la responsabilidad en un niño es darle el ejemplo, de manera constante hasta que lo vaya adquiriendo.

El diálogo como herramienta

Desde luego los niños generalmente no se van a interesar por ordenar el cuarto, recoger sus juguetes, hacer sus obligaciones o colaborar con las funciones de la casa, solo con ver que sus padres lo hacen, y la razón es que no basta con hacer para que ellos vean, porque los niños siguen sus impulsos más biológicos que son jugar, descansar y en general estar felices y cómodos.

En este punto se involucran las capacidades humanas, siendo la más importante el diálogo, se debe explicar a los niños que deben ser responsables, se debe darles una justificación clara que ellos entiendan de porque adquirir esos hábitos, se les debe mostrar los beneficios de ser responsables y las consecuencias de no serlo, y en general utilizar la comunicación verbal como principal herramienta de convencimiento.

Estrategias de motivación

Aunque el ejemplo y el diálogo repetidos constantemente son los aspectos más importantes para enseñar responsabilidad a un niño, es cierto que existen muchas estrategias para motivarlos y para hacer de esta labor algo mucho más sencillo y ameno, te mencionamos unas cuantas.

  • Poner reglas: Que no pueda ver su programa favorito hasta que no haya cumplido con sus deberes, o que no pueda ir a jugar si su tarea esta sin resolver, son reglas sanas que le permiten asociar un beneficio tras una acción responsable.
  • Dar recompensas: No solo se trata de que cumplan las obligaciones que se les ha asignado, también se les puede motivar con beneficios adicionales para enseñarles que una acción responsable puede traer cosas buenas inesperadas.
  • Dejarlos elegir: De la mano con la negociación, dejarlos elegir de acuerdos a sus intereses es una buena manera de permitirles desarrollar su sentido de responsabilidad y que creen sus propios límites y necesidades.

Finalmente recuerda siempre hacer todo este proceso con un ambiente sano y sin discusiones.

 

 

 

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