Hace unos días conocimos la historia de horror protagonizada por una mujer que ha sido sentenciada a 42 años de Prisión.
El motivo: arrebatarle la vida a su hijo de dos años.
Son acontecimientos que, aunque dolorosos debemos enfrentarlos.
Es común o quizá lógico que un primer acercamiento a estos hechos nos despierte una serie de sentimientos desagradables y que en automático asumamos una actitud de juzgadores.
No nos corresponde juzgar, por lo menos no desde la postura en que usted y yo nos encontramos. También es difícil justificar un crimen que sin duda nadie en su sano juicio concibe jamás…quizá de entrada a lo que estamos llamados es a la reflexión…la reflexión para entender, la reflexión como preámbulo de la acción.
Toda la humanidad vive ahora una época convulsa en la que la sociedad ha alcanzado una degradación a niveles en los que nunca antes se encontraba.
Nuestras emociones sociales, laborales, familiares y personales están muy sacudidas y por tanto estamos llamados a ser conscientes de ello, asumirlo y buscar ayuda, por supuesto también ayudar a quienes tenemos cerca.
Detrás de la tragedia que llevó a una madre a quitar la vida de su hijo debe haber muchas situaciones de desesperación, probablemente de droga, de un ambiente adverso y todo lo que usted y yo atinemos a imaginar… será difícil encontrar justificación para el proceder de Jazmín Dayana y muy complicado entender como una inocente criatura indefensa de apenas dos años, murió a causa de los golpes que recibió…que no nos abandone la compasión y la empatía porque esa joven mujer tiene hacia enfrente un infierno en la tierra que a cada segundo le estará recordando lo que hizo…¿Qué podemos hacer, desde nuestra particular trinchera para evitar tragedias de esta naturaleza? Combatir la ignorancia en todas sus manifestaciones y practicar los valores humanos de convivencia, pueden ser buenos caminos para empezar.
Ojalá sigamos coincidiendo en www.SoledadDurazo.com @SoledadDurazo FB/SoledadDurazo IG: soledaddurazo YT: SoledadDurazo