Cuando creíamos que lo habíamos visto todo, la desfachatez política nos llega con la candidatura de Félix Salgado Macedonio al gobierno de Guerrero.
El hombre tiene no una, sino, cinco acusaciones en su contra por violencia sexual hacia igual número de mujeres una de ellas menor de edad.
La indignación ha traspasado las fronteras del estado porque evidentemente una situación así no se confina a extensión territorial alguna.
Qué difícil entender la desvergüenza del individuo que transita con total impunidad en la búsqueda de mantenerse en el poder y seguir obteniendo los privilegios del mismo, esos privilegios que le han permitido que el fuero lo proteja de las acusaciones que viene arrastrando.
Qué difícil entender a su partido, Morena, que lo respalda y lo mantiene en esa posición con la arrogancia que solo se explica en la indiferencia hacia las víctimas y el desprecio por la justicia.
Han puesto oídos sordos hacia señalamientos incluso de sus propias correligionarias que desde el activismos y la Cámara de Diputados piden que el partido se ponga del lado de las víctimas al tiempo que han expresado su indignación y desconcierto por la actitud errática de la agrupación política misma que ha respondido “No hay ninguna sentencia por parte de ninguna autoridad que acredite que haya cometido algún delito (…) denuncias puede haber muchas, pero tú no te puedes convertir en un juzgador”.
Qué difícil entender a mujeres y hombres que con actitud arrodillada o temerosa, defienden al multi señalado político.
Más difícil aun entender al presidente López Obrador que desde el recurrente discurso pretende descalificar los señalamientos con el argumento que “Hay mucha politiquería, ése es un asunto que ojalá y se vaya resolviendo en los mejores términos. Los que antes pensaban que el pueblo no existía, se quedaron en el almanaque, no entendieron que hay un cambio y que el pueblo es ahora el actor principal de la vida pública de México, no es un convidado de piedra ya no funciona, no sirve lo del llamado círculo rojo”.
Ahora es politiquería la acusación. Si antes se pensaba que el pueblo no existía como dice el presidente, las cosas no han cambiado porque también ahora se desoyen las voces de las víctimas ¿o es que ellas no son pueblo? Y si no sirve lo del llamado circulo rojo es que ¿no es precisamente su pertenencia al circulo rojo lo que ha mantenido a Salgado Macedonio a salvo?
Ya chole dice el presidente con ese tema, con tales acusaciones… ¿Ya chole presidente? !Que poca madre! ¿Este es el cambio que nos había prometido?