Juegos para estimular el lenguaje oral

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El desarrollo del lenguaje es una parte crítica en el desarrollo general de los niños. El lenguaje y la comunicación son necesarios para expresar y comprender los sentimientos, resolver problemas, mantener relaciones sociales o progresar en el colegio. Ahora que pasas más tiempo en casa, no pierdas la oportunidad de estimular el lenguaje de tu peque de forma divertida.

La estimulación del lenguaje es diferente dependiendo de la edad del niño o niña. La infancia es un periodo de expansión del lenguaje continua. Por eso, los juegos que vas a encontrar a continuación están pensados para niños de entre 3 y 6 años.

El juego: un momento clave para desarrollar el lenguaje

Todos los juegos proporcionan un espacio perfecto para fomentar el lenguaje. No es necesario disponer de materiales específicos. El simple hecho de comportar un rato de juego con tu hijo o hija dará lugar a una gran cantidad de oportunidad en los que usar las palabras.

A continuación te daré algunas ideas sobre cómo estimular el lenguaje a través de juegos concretos. Pero las actividades que realizamos en el día a día también dan muchas oportunidades para estimular el lenguaje. Si tienes la oportunidad de aplicarlo en diferentes situaciones, ¡no dudes y hazlo!

Te recomiendo que dejes que tu hijo o hija tome la iniciativa. Deja que elija a qué jugar o espera a que esté jugando para acercarte. Aprovecha el juego que ha captado su interés para fomentar el lenguaje. Así su motivación y atención será mayor. En ocasiones, los adultos tienden a ‘mandar’ demasiado, quieren elegir los juegos (aunque sea a base de proponer) y dan muchas órdenes. Recuerda que es tu hijo o hija quién tiene que tener el papel activo, no tú.

Juegos de construcción

Estos juegos motores son muy frecuentes al inicio de la infancia, entre los 2 y los 3 años. Además de mejorar la coordinación motora y la percepción visual pueden ser el escenario perfecto para aprender qué significan palabras como “encima”, “debajo” o “al lado”. También puede ser un buen momento para aprender conceptos como los colores, las formas geométricas o las cantidades. Ejemplos prácticos:

– Cuando tu hijo o hija esté cogiendo una pieza y vaya a colocarla indícale “encima de la roja” y señala el lugar donde puede colocarla.

– Si tu hijo o hija tiene estos conceptos dominados podéis jugar al “jefe/a de obra” y el/la constructor/a” (juego de roles). Uno indicará qué piezas coger y dónde colocarlas y el otro irá colocando las piezas.

– Otra opción para este juego sería situar a tu hijo/a lejos de la caja de piezas, de manera que tenga que decir qué pieza quiere para que tú se las traigas. Si tras un par de repeticiones ves que tu hijo/a parece cansado o frustrado vuelve a juego libre. ¡Tenemos que ir poco a poco!

Libros con imágenes (sin texto)

Los libros con imágenes son excelentes para fomentar el lenguaje y la imaginación. No hay nada escrito, lo que nos permite poner los matices que queramos a la historia. Mis favoritos son: Ladrón de Gallinas (Béatrice Rodriguez) e Imagina (Aaron Becker). Pero puedes encontrar muchísimos más.

Pídele a tu hijo/a que te cuente qué ocurre. Podéis turnaros para contar lo que ocurre en cada página, de manera que la historia se vaya construyendo poco a poco. Esta opción te permite además ser el modelo del niño. Intenta hacer énfasis en los colores, las emociones y los detalles. ¡Señala y haz muchos gestos! Leer es una actividad experiencial.

Canciones con movimientos

Un clásico en las escuelas infantiles y en los colegios (y hasta en los campamentos de verano), ¿sabes por qué? Favorecen el aprendizaje de palabras, estimulan la memoriafomentan la imitación y permiten aprender conceptos (partes del cuerpo, animales, números). No hay excusa para no practicar en casa.

Veo Veo

Este clásico juego nos puede ayudar a trabajar la memoria semántica y la conciencia sobre cómo son las palabras (“empieza por…”). Además, nos ayuda a trabajar conceptos como los adjetivos mientras vamos dando pistas (color, forma, tamaño). Es importante que actuemos como modelos primero, y que ayudemos a los peques hasta que sepan jugar. Podemos hacerlo primero con objetos que estén a la vista y luego con objetos que estén en otra habitación.

Memory (juegos de memoria con imágenes)

Los memorys pueden ayudarnos sobre todo a aprender palabras nuevas (vocabulario). Podemos encontrar muchos en el mercado, por ejemplo los memory de ciudades.  Podemos usarlos para contar algo de cada ciudad o hablar sobre viajes. También internet podemos descargarlos e imprimirlos. Te dejo algunos ejemplos a continuación: animales, el tiempoemocionestransportesdeportes y sombreros. Si quieres trabajar sobre un vocabulario concreto puedes crear tus propias tarjetas con imágenes. Este juego ofrece infinitas posibilidades y podemos añadirle dificultad poniendo un tiempo máximo.

Juegos de mímica

Las personas no solo nos expresamos a través de las palabras, también nuestro cuerpo nos ayuda a comunicarnos. Desde los gestos de la cara hasta los movimientos que hacemos con las manos influyen en la comunicación. Los juegos de mímica nos permiten divertirnos y usar el humor mientras nos comunicamos con nuestro cuerpo.

Para los más pequeños, podemos comenzar con tarjetas con imágenes de animales, instrumentos musicales o acciones sencillas. También podemos comprar algún juego infantil como el Gestos de Hasbro, que viene con diferentes niveles de dificultad; Adivina qué imito de Educa, viene con la palabra y la imagen; o el Party and go Disney de Diset, que incluye varios juegos entre ellos el de mímica.

Juegos de roles (juego simbólico)

A partir de los 3 años, los niños y niñas empiezan a reproducir escenas de la vida real. Podemos usar los juegos para que los niños aprendan sobre situaciones cotidianas (qué hacemos cuando vamos al supermercado, a un restaurante o al jugar al parque). Todas estas situaciones están llenas de reglas e interacciones con los demás: saludar, pedir algo, compartir juguetes, etc.

Para que este juego sea lo más beneficioso posible para los peques es importante que les dejemos actuar. Por ejemplo, si estamos jugando con muñecos podemos hacer que una se caiga y decir “oh! se ha hecho daño, ¿qué hacemos?”. Esto es como una invitación que hacemos a los niños para que interactúen con nosotros.

Tenemos que hacer pausas para que ellos respondan. Si creemos que nuestro/a peque no parece saber qué hay que hacer, seremos nosotros quienes hagamos de modelo jugando: podemos coger otro muñeco y decir, “no te preocupes, yo te ayudo a ir al médico. Allí te van a curar”.

Lo importante es que vayamos contando historias y si pueden ser divertidas mejor. El juego tiene que ser como una película, donde de pronto ocurre algo inesperado y tenemos que decidir qué hacer.

Qué tengo en la cabeza o ¿Quién soy?

Se trata de un juego en el que hay que adivinar quién o qué somos. Cada jugador tiene una imagen sobre su cabeza (en casa podemos hacerlo con una cinta o un pañuelo). Haremos preguntas al resto de jugadores para adivinar quién somos. Los jugadores solo pueden responder Sí o No. Por ejemplo, “¿soy un animal?”.

Este juego permite trabajar el razonamiento verbal, el vocabulario o la memoria. Para lo niños más pequeños puede ser un poco difícil entender el funcionamiento al principio.

Juegos de seguir instrucciones

El clásico “Simón dice” es un juego de instrucciones perfecto para jugar con los peques a cualquier edad. No necesitamos ningún material, podemos ajustar las órdenes a la edad y podemos jugar por turnos. Jugar por turnos es un aprendizaje clave en la infancia.

Un jugador en cada turno será Simón y es el encargado de dar las órdenes a los demás. El jugador dirá “Simón dice que te toques la punta de la nariz” y después todos los jugadores tienen que hacerlo. Podemos subir la dificultad de diferentes formas:

– Solo hay que hacer la acción si el jugador dice literalmente “Simon Dice”. Si solo dice la acción, por ejemplo “salta”, los jugadores no tiene que hacer nada. Así tendrán que estar atentos a qué órdenes son correctas y cuáles no.

– Podemos dar varias órdenes que incluyan dos acciones a la vez: “Simón dice toca tu cabeza y salta”

– Podemos dar órdenes que impliquen acciones secuenciadas: “Simón dice toca la puerta y después toca la mesa”

Como puedes ver, este juego permite muchas combinaciones desde órdenes sencillas a complejas. Nosotros empezaremos haciendo de modelo y después los niños. Trata de ser creativo con las órdenes.

Dados de contar historias

Este es un juego excelente para el desarrollo del lenguaje, especialmente para la estimulación de las habilidades de conversación. Los Story Cubes se han hecho muy populares y podemos encontrar una amplia variedad de opciones.

Para jugar solamente tenemos que tirar los datos y hacer una historia con las imágenes que aparezcan. Podemos tirar un dado cada uno, por turno, y seguir la historia que haya empezado el jugador anterior. También podemos establecer un tiempo para que cada jugador cuente una parte de la historia, seleccionando las imágenes que quiera.

Podemos jugar a este juego de una manera más sencilla usando directamente imágenes (recortadas de revistas o impresas). Para lo más pequeños esta opción será más sencilla al principio. Les explicaremos que vamos a contar un cuento, pero tendremos que hacerlo con las imágenes que salgan. Recomiendo poner al principio 3 montones de imágenes: personaje, lugar y acción. De manera que podríamos hacer un sencillo: “había una vez ______, que vivía en ________ y le encantaba _______”. Una vez que los peques dominen esta dinámica podemos añadir más imágenes para alargar el cuento.

Fuente: ladiversiva.com

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