La educación y la ciencia son factores importantes para el crecimiento de un país, así lo consideró al docente e investigadora Diana Meza Figueroa, del Departamento de Geología de la Universidad de Sonora, quien recientemente aceptada como integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
En entrevista, la docente con 20 años de trayectoria frente al aula e investigadora especializada en geología médica, dijo sentirse muy contenta y honrada por la distinción que implica formar parte de la AMC, organización que agrupa a poco más de 3,000 investigadores mexicanos de diversas áreas del conocimiento, lo cual es un número pequeño en comparación al número de docentes que conforman la planta académica universitaria de nuestro país, señaló.
Ser aceptada en la AMC no sólo es un reconocimiento a mi trabajo, sino también para la misma institución, para la Universidad de Sonora, “y estoy muy agradecida con la Universidad de Sonora, primero porque me dio la oportunidad de formarme en la licenciatura, luego me dieron oportunidad de irme estudiar al extranjero y luego me recibieron como docente”, mencionó.
Como investigadora y catedrática, “todo el trabajo es por y para la institución, la Universidad de Sonora, para tratar de retribuir un poco de lo que me ha dado”, añadió la también integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel III.
“Estoy muy contenta por haber sido aceptada en la Academia, y también me siento muy honrada porque como mujer es un paso más para avanzar en la participación de la mujer en la ciencia, y con humildad acepto integrarme a las actividades de la Academia Mexicana de Ciencias”, mencionó Meza Figueroa.
Formar parte de la AMC es apoyar en la orientación de la política nacional que debe implementarse en materia de investigación, así que ingresar a esta asociación no es fácil, y primero hay que pasar por un riguroso proceso de evaluación y la propuesta como candidato la realiza otro integrante de la asociación, explicó.
Como catedrática, dijo que siempre ha buscado “sembrar en los alumnos el amor por el conocimiento, por la búsqueda de soluciones a su entorno usando la educación que han recibido; creo que la educación es la factor de cambio más importante en los países, y por eso es tan relevante que uno siembre y transmita esa pasión a las nuevas generaciones”, resaltó.
Son ellos quienes deberán ser “factores de cambio, y quiero que sean conscientes de que pueden lograr todo lo que se propongan, con trabajo y disciplina se puede lograr. Si desean hacer ciencia, si desean hacer una carrera en el extranjero se puede, la Universidad es un nicho de oportunidad y las oportunidades ahí están”, subrayó.
Meza Figueroa estudió la Licenciatura en Geología en la Universidad de Sonora, y la Maestría y el Doctorado en Geoquímica en la Universidad de Arizona; se ha especializado en dos áreas de investigación: geología médica, estudio de yacimientos minerales y sus residuos, así como en la elaboración de estrategias de remediación y valorización de residuos.
Es fundadora del Laboratorio Nacional de Geoquímica y Mineralogía (Langem), en el que participan la Universidad de Sonora, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Tecnológico de Sonora. Es docente de licenciatura y posgrado, ha dirigido 32 tesis entre licenciatura, maestría y doctorado; y tienen en proceso cinco tesis de grado más, ha fungido como directora y codirectora externa de tesistas de posgrado de la UNAM, CIAD, Itson y la Universidad de Putra, en Malasia.
Ha publicado a la fecha 60 documentos, entre los que se encuentran capítulos de libro, artículos científicos y arbitrados, así como reportes de investigación. Actualmente tiene en proceso y es responsable del proyecto de investigación Destino ambiental de metales pesados y minerales asociados a tráfico vehicular en polvos urbanos de Hermosillo y la Ciudad de México y su posible conexión con estrés oxidativo.
Ha colaborado en diversos proyectos de investigación, en la organización de eventos, impartido talleres, recibido cursos y supervisado estancias posdoctorales.