Han concluido los dos primeros años de un insospechado sexenio gubernamental. Es el número quince, contados a partir de 1934. Más de treinta millones de mexicanos eligieron a quien encabeza el gobierno que estuvo precedido de una intensa campaña, por parte del triunfador, prometiendo acabar con la corrupción rampante en el país, devolver la seguridad y la paz a la población, así como dar solución a la problemática nacional. Muchos años atrás el mismo personaje hablaba de un rayito de esperanza, hoy ni eso escuchamos y los programas sociales son la base de su gobierno.
Estamos viviendo una etapa extremadamente difícil, porque hay una clara y abierta división no solo generacional, sino dos grupos o bandos. El más recalcitrante desea que se acepten las medidas impuestas en el manejo administrativo, bajo la bandera de la austeridad. No hay un solo mexicano que esté en contra de la batalla para desaparecer la corrupción, acabar con la impunidad y atestiguar que los responsables estén tras las rejas, sujetos a procesos penales.
De diciembre de 2018 a noviembre de 2020 transcurrió el primer tercio sexenal y no hay resultados concretos ni el desarrollo de un programa nacional. En términos taurinos diríamos que el Presidente de México vio salir a un Miura de más de quinientos kilos, cuatroañero de edad, con pitones encunados y corriendo por el redondel, lo recibió con un capotazo, parado cerca de tablas. El olé estruendoso, de los espectadores que abarrotaban los tendidos, se escuchó en toda la plaza, apoyando al primer espada.
Intervinieron los miembros de la cuadrilla y tras de dar unos pases, dejaron al burel para que los picadores, los de a caballo, hicieran su labor. Ese debió ser el momento en que los integrantes del primer equipo presidencial, las estrellas del gabinete, al asumir su cargo dieran a conocer sus correspondientes planes de trabajo, anunciar las posibles soluciones a las demandas del pueblo, a los planteamientos colaboracionistas de la iniciativa privada, banqueros, industriales, comerciantes, científicos, los jóvenes y las mujeres, así como a una gran mayoría integrada por hombres y mujeres de la Tercera Edad.
PERSONAL ESTILO DE GOBERNAR
Desde luego que el arrollador triunfo del hombre, que por tercera vez era candidato a la Presidencia de la República, causó una fuerte impresión popular y la confianza de que sí habría un cambio. Lo que nunca supuso ese “pueblo bueno y sabio”, es que al primer minuto el victorioso impondría un estilo muy personal para despachar desde Palacio Nacional e inclusive vivir, con su esposa e hijo, en ese colonial edificio.
El tabasqueño comenzó por desaparecer al Estado Mayor Presidencial y Guardias Presidenciales. La residencia presidencial de Los Pinos, dejaría de serlo. Ordenó la cancelación de las obras del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Otro propósito, vender el ostentoso avión presidencial. Promovió una rifa, que no fue tal y hasta la fecha no hay comprador de la aeronave.
Lo inédito: instalar un escenario, equipado con micrófonos, cámaras de televisión, sonido local y sillería. Desde ese lugar, donde estuvo la Tesorería de la Federación, todos los días, a las siete de la mañana, imparte sus conferencias de prensa. Lleva más de quinientas. En ese lugar el martes 3 de julio de 2018 organizó su primera conferencia.
No se le escapa nada ni nadie. Ha calificado a los que no simpatizan con él, de conservadores, de fifís, de apegados al neoliberalismo, además de llamar corruptos a empresarios, a periodistas, a científicos que vivían del presupuesto, de los dineros del pueblo. Ordenó la desaparición de más de 100 fidecomisos y cerró las puertas a investigadores de todas las áreas.
En su sistema de gobierno aplica el ir los fines de semana, a recorrer pueblos, rancherías y ciudades, reiterando que sus acciones serán siempre para beneficio de los pobres. Primero los pobres, es un slogan repite desde que era candidato. Los opositores, nos los partidos políticos, afirman que el Presidente de México sigue en campaña, máxime que el próximo año habrá históricas elecciones federales, estatales y municipales.
TRES OBRAS SIGNIFICATIVAS
Durante este primer tercio del mandato, el tabasqueño ha puesto en marcha tres obras, a las que escatima un peso. El aeropuerto militar de Santa Lucía, ubicado en tierras mexiquenses, será alterno del que fue inaugurado hace 70 años en la Ciudad de México. La refinería Dos Bocas, en Tabasco; cuestionada nacional e internacionalmente. El Tren Maya para dar un fuerte apoyo al Sureste de la República, impulsando el turismo hacia Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
En el curso de esta semana se informó que la construcción del tren México-Toluca sigue adelante y estará dando servicio a partir del 2022. Es un proyecto que el anterior gobierno prometió inaugurarlo en el 2017. Se tienen planes para otro transporte similar de Chalco a Santa Martha Acatitla o Los Reyes La Paz. Igualmente hace tiempo circuló la noticia de unir, nuevamente, a la Ciudad de México con Guadalajara, por la vía férrea.
ATAQUE A LA CORRUPCIÓN
En este mismo lapso, 2018-2020, se han publicitado cuatro escandalosos casos de corrupción. Dos de ellos está procesalmente abiertos en territorio mexicano y los restantes a cargo de la justicia americana, aunque en uno de ellos hubo marcha atrás, cerraron el expediente y repatriaron al presunto culpable, tras 33 días de prisión en Los Ángeles y en Nueva York.
Hace poco más de quince meses, el 19 de agosto, Rosario Robles Berlanga quedó detenida y se le puso tras las rejas bajo el cargo de haber desviado cientos de millones de pesos hacia campañas políticas del PRI. Desde el principio la expresidenta nacional del PRD, exjefa de Gobierno del Distrito Federal y exintegrante del gabinete del mexiquense Enrique Peña Nieto, dijo ser inocente.
Rosario Robles es señalada como la operadora de “La Estafa Maestra”. Primero fue titular de la Secretaría de Desarrollo Social y después estuvo al frente de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Independientemente de que ella pruebe no ser culpable, inclusive ahora que en su proceso será “testiga protegida”, es probable que le dicten una sentencia que le permita abandonar el cautiverio.
Hay una determinación presidencial de llevar a juicio político, juicio popular y hasta juicio penal, a los últimos cinco expresidentes de la República. Ya se tiene aprobada la consulta popular, respaldada por el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y cinco de sus colegas de la Suprema Corte. Todo derivado de las declaraciones que se atribuyen al exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, quien detenido en España y deportado a México, goza de su libertad. Ni en fotografía actual hemos visto al exfuncionario, ni sabemos si está radicado en la Ciudad de México. La firma a que está obligado a poner en un libro judicial, dicen que la envía por correo electrónico y “porta permanente un brazalete eléctrico”.
La verdad es que el exfuncionario ha declarado contra todos los que le señalan, empezando por acusar a su exjefe y “amigo” Enrique Peña Nieto y a Luis Videgaray Caso. Además tiene un “patiño” que actúa en contra de Rosario, un señor de nombre Emilio Zebadúa, exoficial mayor en las dos dependencias donde su jefa era Rosario Robles. Así es como están combatiendo la corrupción y hay otros casos similares iniciados por la Fiscalía General de la República en la llamada 4T.
Por lo pronto dejaron en paz al general Cienfuegos Zepeda y tramitan la extradición de Genaro García Luna, quien también fue detenido en territorio norteamericano sin previo aviso al gobierno mexicano. La Fiscalía General de la República tiene la palabra.
LA PANDEMIA Y SU TRATAMIENTO
Este martes 1 de diciembre se publicó que Tedros Adahnom, jefe de la Organización Mundial de la Salud, aseveró: “La situación en México es muy preocupante. Los números muestran que el País está en mala situación. Cuando suben los casos y también los muertos, es un problema muy serio y pediríamos a México que sea serio. Esperamos que todos los líderes den ejemplo”.
Adhanom agregó: “Ya lo hemos dicho es importante usar el cubrebocas, lavarse las manos y esperamos que los líderes sean modelo”.
Por su parte Michael Ryan, director ejecutivo de la OMS, manifestó: “México sigue gravemente afectado por el COVID 19. A todos los líderes del mundo les diríamos que “es muy importante que sean un modelo en el uso de mascarillas. La gente requiere comunicación muy clara. Si lo que ven en un cartel no lo cumplen las autoridades, hay confusión”.
Sobran los comentarios.
En nuestro país ya rebasamos los 106,000 muertos, oficialmente, y lo que falta. Ojalá que el subsecretario de salud, Hugo López Gatell, lea con detenimiento esas dos declaraciones y sugiera, le pida por favor, a su jefe que colabore poniéndose su cubrebocas y por supuesto él, el coordinador del combate a la pandemia, también.
Deseamos que el segundo tercio sexenal se caracterice por conciliar intereses, por unir a los mexicanos y olvidarse de los conservadores, de los neoliberalistas, de los fifís y demostrar que no hay persecución política, que no se actúa con resentimiento social y salgamos del hoyo donde estamos viviendo.
Miles de familias tabasqueñas siguen en espera de ayuda.
Joe Biden está perdiendo el sueño. México y Rusia no lo felicitan.