Cuidar a los sobrinos es importante porque permite fortalecer los lazos familiares y brindarles un entorno de confianza, cariño y seguridad, donde se sientan protegidos y acompañados. Además, al dedicarles tiempo y atención, no solo se apoya a los padres en su crianza, sino que también se contribuye al desarrollo emocional y social de los niños, transmitiéndoles valores, hábitos positivos y experiencias que enriquecen su crecimiento.
Sin embargo, ¿Sabemos cómo cuidarlos? Aquí algunas recomendaciones:
Si son bebés o pequeñitos
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Rutina y horarios: respeta sus horas de comida y siesta.
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Seguridad: mantén fuera de su alcance objetos pequeños, enchufes, líquidos calientes o cosas que puedan lastimarlos.
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Paciencia: llorar es su forma de expresarse; revísales hambre, pañal, sueño o incomodidad.
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Juegos tranquilos: canciones, cuentos, arrullarlos.
Si son niños pequeños (3-10 años)
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Actividades divertidas y educativas: dibujar, colorear, armar rompecabezas, leerles cuentos.
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Supervisión constante: incluso en casa, evita que se queden solos mucho tiempo.
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Establece límites claros: con cariño, explícales qué está permitido y qué no.
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Tiempo de calidad: juega con ellos, no solo los vigiles.
Si son adolescentes
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Respeta su espacio: acompáñalos sin invadir demasiado.
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Comunicación: interésate en lo que les gusta (música, videojuegos, deportes).
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Confianza: que sepan que pueden contarte cosas sin miedo a regaños excesivos.
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Apoyo en tareas o proyectos: ayúdales a organizarse.
Consejos generales
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Ten a la mano contactos de emergencia (mamá, papá, pediatra, etc.).
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Prepara snacks saludables y agua.
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Ten un pequeño botiquín básico por si pasa algún accidente.
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Sé un ejemplo: los niños aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice.
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Y lo más importante: disfrútalos, el cariño de tía o tío deja recuerdos para siempre.