Por Diana Morales
La Psicóloga Michelle Gortárez habló sobre el tema de la concientización del cáncer de mama por la importancia de la autoexploración y de realizarse mamografías y papanicolao, recordando a las mujeres la necesidad de cuidar su salud y hacerse chequeos periódicos, manifestó durante su participación semanal en el programa de Noticias de Soledad Durazo en Radio Fórmula Sonora.
Gortárez dijo que conoce lo incómodo que es cuando uno se realiza los exámenes preventivos, como la mamografía y el papanicolao pero siempre será mejor y más fácil que un diagnóstico negativo y avanzado. “La detección temprana aumenta las probabilidades de recuperación”, indicó.
Habló sobre el respeto a las emociones de la persona diagnosticada y de quienes la rodean ante lo cual recomienda que quienes hacen está viviendo a su alrededor se enfoquen en respetar sus decisiones y busquen lo que le brinde tranquilidad, sin imponer actividades o consejos, por más bienintencionados que sean.
Igualmente, y muy importante, es el papel de la familia y amigos quienes deben aprender a escuchar y acompañar, respetando los deseos de la persona enferma, sin presionarla para que actúe o sienta de cierta manera.
Evitar la sobreinformación y confiar en los profesionales de salud. La psicóloga hace énfasis en lo poco recomendable de hacer una búsqueda excesiva de información en internet o de opiniones no profesionales. Sugiere confiar en los médicos y especialistas que han sido elegidos para llevar el tratamiento.
Lo que sí es recomendables y de suma importancia tanto para la persona diagnosticada como sus familiares, es considerar asistir a terapia psicológica para gestionar las emociones intensas que surgen durante el proceso de la enfermedad, como el miedo, la tristeza o la frustración.
Mencionó que la comunicación abierta es crucial que las personas involucradas en el proceso de la enfermedad hablen de sus emociones, sean estas de miedo, tristeza, enojo o frustración, para evitar conflictos y tensiones entre ellos.
La entrevista a detalle
- SD. Cómo llevar una enfermedad de forma emocional.
MG: Más que nada, sobre todo por el mes, acerca de la concientización de lo que es el cáncer de mama, quiero, así como que, no solo enfocarnos en ese específicamente, sino darnos, o sea, invitarnos a darnos la importancia, como mujeres, de cuidarnos entre nosotras. Siento que muchas veces se nos olvida preguntarle a la mamá, a la tía, a las primas, “Oye, ¿ya te hiciste una mamografía?, ¿ya te hiciste un papanicolao?”. Entonces, si bien escuché por ahí a una amiga o a una conocida que decía: “Irnos a hacer una mamografía o un papanicolao es incómodo”. Sí, es incómodo, nadie quiere, ninguna. Bueno, yo hasta ahora no conozco a alguien que vaya contenta, ¿no? Pero yo creo que es mucho más incómodo, me decía esta compañera, tener un diagnóstico ya negativo y avanzado. Entonces, es como concientizar, invitarnos a esto, a estarnos cuidando, y sobre todo porque, cuando es detectado a tiempo, hay muchas más posibilidades de mejorar, de estar bien, de llevar este proceso de una buena manera, por así decirlo. Y recordar, sobre todo, que si nos toca ya tener un diagnóstico, es preguntarnos: ¿qué voy a hacer? ¿Qué hace la amiga? ¿Qué hace la persona que está acompañando?
Entonces, yo digo, la persona que obviamente tiene un diagnóstico así es enfocarse mucho. Pienso en, siento que, uno, aquí no hay un librito que te diga: “Tienes que hacer esto, esto y esto”. Yo siempre digo, busca lo que te dé tranquilidad. Si en ese momento van a llegar amigas, familiares, lo que tú quieras, para distraerte de buena manera o con buena fe, de decirte: “No, vente, vamos a la carne asada o a ver películas”, pero tú necesitas estar tranquila y estar en tu casa viendo películas con tu familia o tú sola, adelante. Elige tu tranquilidad, porque ya vas a traer muchas emociones, muy revolucionadas. Entonces, elige lo que a ti te dé tranquilidad, siempre por delante de todos. Y como amigas, como familiares que estamos acompañando, es saber respetar eso, saber escuchar eso, y simplemente estar ahí. No decir: “Yo hice” o “Yo hubiera hecho”, o que “Ella me dijo”, o “Puedes hacer esto”. No, es estar ahí simplemente acompañando, sin imponer, sin decir: “Oye, no”, porque entras en un nerviosismo, ¿no?
SD: Sí.
MG: Quieres que esté bien, que esté feliz, entonces, no. Es más bien que esté tranquila, o sea, queremos que las cosas fluyan, que ella esté tranquila, que la persona que estemos acompañando esté tranquila. Entonces, ¿cómo vamos a ayudar y apoyar nosotras en ese proceso? Igual, estando tranquilas y acompañando. Esto es algo muy importante, y como les digo, dentro de eso entra el saber escuchar y el saber, como mujeres, hacer esta invitación. Obviamente, no podemos estar pendientes de todo, pero sí, de repente, preguntarle a la prima: “Oye, ¿ya te fuiste a checar? ¿Ya te hiciste la mamografía?”. Muchas veces, también viene este acompañamiento, porque cuando tú te vas a hacer tanto una mamografía o un papanicolao, está el nervio, ¿no? Entonces, muchas dicen: “Es que nada más de saber que tengo que ir”. Ok, pide que alguien te acompañe. O sea, si te entra estos nervios. Hay mujeres y amigas que me han dicho: “Es que tú no sabes, esa semana que tengo que esperar el resultado, aunque siempre he salido bien, yo estoy así de: ¡No! O sea, algo va a pasar”. Entonces, como que ser conscientes y estar tranquilas. Sobre todo también, si en este proceso ya hay un diagnóstico, no nos vayamos a internet, no busquemos información, no queramos saberlo todo, sino que confiemos y creamos en el médico que hemos elegido y en la persona que nos acompañe en este proceso. Porque si nos empezamos a llenar de información, de “Ella me dijo que con esta medicina”, o es que, o sea, sí está bien averiguar más, pero siempre de la persona en la que tú creíste y con la que te sientes tranquila y confiada.
SD: Sí, porque hay que admitir que mucha gente se acerca con la mejor de las intenciones y quiere compartir, quiere contribuir, quiere aportar algo con la mejor de las intenciones, y eso hay que valorarlo y agradecerlo. Pero creo que coincido totalmente contigo: si tú estás, te pusiste en manos de los profesionales de la salud, ya, o sea, ellos son los que deben regir, el cirujano primero, el oncólogo clínico después, el radiólogo. Ellos son los que deben de regir, creo yo.
MG: Así es.
SD: O por lo menos en mi experiencia.
MG: Sí, y también una invitación a que recuerden que hay psicólogos especializados en este acompañamiento, por todas las emociones que, por decirlo de una manera, están más a flor de piel. Pero es muy importante ir a terapia, y no solo la persona que está diagnosticada, sino también los familiares, los que están alrededor acompañando, porque, por lo mismo, son muchas emociones. Y la persona que lo está viviendo es quien debe sacar todo esto. Si es enojo, es reconocer que estoy enojada; si es tristeza, que estoy triste; si tengo frustración, si tengo dudas… O sea, todo lo que se sienta, poder hablarlo. Y muchas veces nada más es hablar, hablar y hablar, pero que salgan todas esas emociones y sensaciones, que no se nos quede dentro esa angustia. Y como familiares, obviamente también es importante que vayas y digas: “Estoy preocupado, no sé cómo ayudar, no sé qué hacer”. Porque imagínense a las dos personas, con tantas emociones, va a haber un momento en el que van a chocar, una queriendo ayudar y a lo mejor la otra queriendo estar sola. Entonces, es importante este acompañamiento y hablarlo, hablar de ese miedo, o hablar si estoy enojada, si estoy frustrada o triste, pero saber decirlo.
SD: Caemos finalmente en la importancia de comunicar.
MG: Así es, ante todo
