Las vacaciones son momentos de merecido descanso después de un año de trabajo y esfuerzo. En esta ocasión, desconectar de la rutina se hace más necesario si cabe, por el tiempo de pandemia de la COVID-19 y las consecuencias que está teniendo en gran parte de la población. Una de estas consecuencias es la limitación de movilidad y las exigencias sanitarias que condicionan los viajes, si bien las vacaciones siguen estando marcadas de forma destacada en la agenda de la mayoría de las familias.
De este modo, teniendo en cuenta las recomendaciones y requisitos médicos para poder viajar y tomando todas las precauciones necesarias, es posible ir de vacaciones preservando nuestra salud y la de los que nos rodean.
Por otro lado, más allá del riesgo que supone la propia COVID-19, existen enfermedades asociadas con las vacaciones que es necesario prever. Estas dependen de factores como la época del año, las características del lugar de destino y la duración del periodo vacacional, entre otros.
En este sentido, poder disponer de una atención médica es ideal para cuidar de la salud en periodo de vacaciones, ya que su servicio de consultas presenciales y online permite tener un acceso constante a un especialista médico cuando sea necesario y desde cualquier lugar del mundo.
Cuidar de la salud antes y después del viaje
Todas las personas que planeen viajar deberían solicitar información de los posibles riesgos existentes en el destino vacacional elegido y conocer la mejor forma de proteger su salud y minimizar el riesgo de adquirir enfermedades.
Se sabe, por ejemplo, que cerca de la mitad de los viajeros que tienen como destino algún país en vías de desarrollo tendrá algún problema de salud durante el viaje. De ahí la importancia de una buena planificación vacacional.
En general, se recomienda una consulta informativa unas semanas antes del viaje para realizar una historia clínica completa (enfermedades crónicas, alergias, embarazo, vacunas previas, etc.).
En función de las particularidades del viaje y de las personas que lo van a acometer (niños, gestantes, personas mayores, etc.), será necesario acceder a vacunas, medicamentos y otros elementos sanitarios necesarios.
Finalmente, es recomendable poder recibir por parte del médico unos consejos generales, junto con otros más específicos según las actividades a realizar durante las vacaciones (escalada, submarinismo, deportes de riesgo, etc.).
En viajes de larga duración a áreas lejanas se recomienda además un reconocimiento dental, especialmente a aquellas personas con problemas dentales crónicos.
Si el país de destino es un país extranjero, es recomendable consultar en Sanidad Exterior. En cuanto a la reglamentación internacional sobre vacunas, existen algunas obligatorias, y otras que son recomendables. Se puede acceder a la información sobre la administración de vacunas, fármacos o la documentación sanitaria que pueda ser exigida por otros países.
Botiquín del viajero
Siempre que se emprende un viaje o se inicia un periodo de vacaciones lejos del hogar de debe contar con un botiquín de viaje, que incluya medicamentos necesarios para el tratamiento de dolencias comunes (fiebre, dolor, pequeños traumatismos, quemaduras, etc.), material de primeros auxilios y cualquier otro artículo o material médico que en el caso de enfermedades específicas sea necesario.
Finalmente, al regreso del viaje sería recomendable someterse a un examen médico si algún miembro de la familia:
- Vuelve con fiebre de un país donde esté presente el paludismo.
- Padece una enfermedad crónica (cardiovascular, diabetes mellitus, enfermedad respiratoria crónica) o toma anticoagulantes, etc.
- Experimenta síntomas de enfermedad en las semanas siguientes al regreso, con fiebre, diarrea persistente, vómitos, ictericia, trastornos urinarios, manifestaciones cutáneas o infección genital.
- Pudieran haber estado expuestos a una enfermedad infecciosa grave durante el viaje.
- Ha pasado una larga estancia en un país en desarrollo.
- Se ha estado en una zona geográfica con alta incidencia de COVID-19.
Enfermedades más frecuentes durante las vacaciones
Los riesgos sanitarios asociados con los viajes son mayores para ciertos grupos de viajeros, como bebés y niños pequeños, mujeres embarazadas, personas mayores y personas con enfermedades crónicas, entre otros. En este sentido, será importante tener en cuenta los riesgos específicos de cada persona para emprender las vacaciones de forma segura.
Viajes y COVID-19
Si el destino vacacional es un país extranjero habrá que consultar las exigencias relacionadas con la pandemia del coronavirus impuestas por sus autoridades sanitarias. En muchos casos será necesaria para poder viajar una PCR o test covid negativo.
En cualquier caso, será necesario mantener las medidas higiénico-sanitarias para evitar la transmisión del SARS-CoV-2.
Afecciones gastrointestinales
Dependiendo del lugar de destino, el cambio de agua, el consumo de alimentos preparados en condiciones de higiene deficientes o, simplemente, la aclimatación a un nuevo entorno, pueden determinar la aparición de trastornos gastrointestinales como diarrea, vómitos y molestias digestivas.
En este sentido, se estima que el 40% de los viajeros en países tropicales sufren de diarrea.
Deshidratación y golpes de calor
El golpe de calor es un sobrecalentamiento del organismo motivado por realizar grandes esfuerzos durante las horas centrales del día sin una hidratación adecuada. Se manifiesta mediante mareo, náuseas y dolor de cabeza. Cuando aparece, se debe acudir a un hospital de forma urgente.
Afecciones cutáneas
Existe una amplia variedad de enfermedades típicas de las vacaciones que pueden afectar a la piel. Algunas de ellas pueden ser causadas por parásitos o bacterias. También suelen ser comunes las picaduras de insectos y de medusas en el mar.
Infecciones de orina y de oído
Las vacaciones con acceso a la playa, ríos o piscinas en las que frecuentan los baños a menudo son el caldo de cultivo para posibles infecciones de orina (cistitis) o infecciones de oído (otitis), especialmente en los más pequeños de la familia.
Conjuntivitis
Puede aparecer por la exposición al sol, el uso de lentillas o una higiene deficiente.
Cálculos renales
Los climas calurosos pueden determinar la aparición de un cierto grado de deshidratación. La menor producción de orina, entre otros factores, puede determinar la litiasis renal o aparición de cálculos en el riñón.
Picaduras de mosquitos
Las picaduras de insectos suelen ser comunes durante las vacaciones. En zonas cálidas la picadura de mosquitos puede ser el origen de algunas enfermedades como la malaria, el dengue, el zica y el chikunguña.
Quemaduras solares
Las quemaduras por la exposición al sol se pueden producir en verano o durante todo el año en zonas meridionales si no se toman las precauciones apropiadas (utilización de cremas con protección solar, sobreros o gorras, no exponerse al sol en las horas centrales del día, etc.).
Fuente: saludsavia.com