Para muchas personas, el color de los dientes es un tema de vital importancia no solo en su imagen física, sino en su salud bucodental. Aquí te presentamos cuáles son las principales causas de que el color de la dentadura varíe.
Al igual que el color de los ojos o el pelo, el color de los dientes, también viene condicionado genéticamente y varía en cada persona. Pero principalmente, la culpable del color de los dientes es la composición de la dentina. Es de un tono amarillento, y su intensidad depende del su grosor y calidad.
Aun así, el color de los dientes depende de algunas variables. La edad, por ejemplo, influye considerablemente en este hecho, pues las personas con más edad tienen un esmalte más desgastado que origina el tono más amarillento de su dentadura. La raza y el color de la piel también tienen que ver en la tonalidad de los dientes, siendo las personas con color más oscuro en la piel las que tienen los dientes más blancos y claros. Igualmente, el color de un diente nunca llega a ser uniforme, siendo más claro en la parte incisal y más oscura en la que se ubica junto a la encía. Del mismo modo, los dientes de leche, al tener menos dentina, son más blancos.
De todas maneras, hay otros factores externos que influyen de igual manera en el color de los dientes, bien sea afectando a la tonalidad o con la aparición de manchas en el esmalte. Alguno de ellos son las enfermedades congénitas o hereditarias, los factores ambientales o las infecciones.
No podemos dejar de mencionar que una mala higiene bucal repercutirá en el color de tu dentadura, tanto si no te la cuidas lo suficiente como si pecas de lavarte los dientes con cepillos inapropiados o pastas poco adecuadas. Casi con total seguridad, si eres fumador, tus dientes no preservaran el color blanquecino de origen, sino que tenderán a volverse cada vez más y más amarillos. La ingesta abundante de algunos alimentos como son el café o el té favorece la disminución del brillo en tu dentadura volviéndose cada vez menos atractivos.
Hay que saber que cuanto más liso y uniforme es el esmalte, más luz reflejará y más brillo proporcionará al diente. Sin embargo, el desgaste del esmalte, propio del uso y el paso del tiempo, hace que el color de los dientes se oscurezca progresivamente.
Por ello, para mantener una dentadura con una tonalidad concreta y homogénea es necesario un correcto cuidado de la misma. Es necesario, con el fin de evitar manchas y posibles problemas bucales, el lavado de los dientes unas dos o tres veces al día. Preferiblemente después de cada comida. Te recomendamos también que esperes entre una y dos horas, después del cepillado, para proceder a comer o beber alimentos que puedan dañar tu dentadura. Es importante que acudas con frecuencia al dentista, al menos una vez al año, para realizar una limpieza dental.
Es inevitable, en muchos casos, que la tonalidad de los dientes permanezca invariable a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, se recomienda cuidar siempre tu salud bucodental y el color de tus dientes que, dejando al lado el factor estético, es de suma importancia.
Fuente: igbdental.com