Existen muchos mitos sobre los resfriados pero el más común, sin duda, es que los catarros se adquiere por los pies. El resfriado no es la causa directa; el virus que lo produce debe entrar por la boca, nariz o incluso por los ojos. Expertos en pediatría nos desmontan esta teoría:
Muchos padres que piensan que el catarro de sus hijos se provoca por andar descalzos en invierno. Pero no es así. Realmente es un mito que ha pasado de generación en generación, ya que se ha demostrado que los resfriados no tienen ninguna relación con los pies. Los expertos en pediatría lo tienen claro y te explicamos por qué:
Los virus entran por las mucosas, no por los pies
Un estudio realizado en la Universidad de Cardiff desveló que, aunque el enfriamiento de los pies pueda ser un desencadenante de los síntomas de un resfriado, no es la causa directa del resfriado.
Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria nos informan que para que se produzca un resfriado o catarro de vías altas, el virus que lo produce debe entrar por la boca, nariz o incluso por los ojos.
“Es decir, por lo que los médicos llamamos una mucosa. El contagio entre dos personas, desde la que está enferma a la que está sana, se produce mediante las gotitas de saliva que expulsamos cuando tosemos o hablamos, o si tocamos superficies contaminadas con éstas y luego nos llevamos las manos a la boca”, advierten. En concreto, concretan que la mucosa se instala y produce una serie de reacciones inflamatorias que dará lugar a los síntomas catarrales.
El frío, insuficiente para producir un catarro
“Los virus nos persiguen todo el año pero el frío hace que nos contagiemos más porque en invierno los virus aprovechan el calor y la falta de ventilación y renovación del aire de los espacios cerrados para propagarse”, informan, por otro lado, desde el Instituto Valenciano del Pie.
El frío por sí solo no es suficiente para producir un catarro. “Si esto fuera así, en los países del mundo con climas fríos todo el mundo estaría acatarrado todo el año”, aseguran desde la mencionada asociación.
Y advierten: “El aire frío, cuando pasa por la nariz, provoca una vasoconstricción de la mucosa y una disminución de la respuesta inmune, lo que conocemos como defensas, que puede favorecer la entrada de los virus. De este modo, si alguien que esté cerca de nosotros está enfermo y tosiendo, cuando estamos respirando aire frío, puede que nos contagiemos con más facilidad”.
Ir descalzo es muy beneficioso para sus pies
Al contrario de lo que se piensa, los expertos coinciden en que ir descalzo incluso en invierno, eso sí, mejor con unos buenos calcetines, es fundamental para la adecuada formación de nuestros hijos. La razón es que los pies que van descalzos son más fuertes y están mejor estructurados.
¿Pero y si tienen los pies fríos todo el rato? ¿He de preocuparme? “Tener los pies fríos es uno de los problemas más típicos del invierno. Esto se debe a que se produce una vasoconstricción de los capilares, es decir, los pequeños vasos por los que fluye la sangre se cierran y llegan a nuestros pies con gran dificultad”, explican desde el mencionado instituto. Detallan que, debido a nuestra morfología, los pies son la parte más alejada del corazón y el aporte de sangre no se realiza con la misma fluidez que a otras partes del cuerpo.
En cualquier caso, la mejor recomendación para que no estén demasiado fríos es protegerlos con prendas que mantengan el calor, como los calcetines de lana o algodón.