Un calambre muscular es cuando un músculo se contrae o se pone en tensión sin que la persona afectada tenga la intención de hacerlo ni que tampoco sea capaz de relajarlo.
Es muy común que ocurran después de hacer ejercicio y por la noche. Pueden durar desde unos segundos hasta incluso minutos. La mejor forma de frenar el intenso dolor es estirar el músculo en cuestión.
Por lo general suelen ocurrir en las piernas, especialmente en las pantorrillas y muslos, aunque también son frecuentes en los brazos, manos y pies.
El dolor que se siente es muy intenso, si lo tienes por la noche te levantarás sin dudas del agudo y repentino dolor que sentirás. Luego de tener un calambre sentirás el músculo algo resentido y cansado, aunque no tendrás mayores consecuencias que la molestia en la zona afectada.
Principales causas de los calambres musculares
Las causas por lo general son desconocidas pero los calambres musculares pueden relacionarse generalmente con la tensión excesiva de un músculo, ya sea por practicar deporte o cualquier actividad que implique mantenerlo en una misma posición por un tiempo prolongado.
Existen también ciertas enfermedades o problemas de salud que pueden traer consigo efectos adversos como los calambres musculares. Algunas de las afecciones que pueden provocarlos son:
- Estenosis lumbar: la presión que el crecimiento óseo genera en los nervios que atraviesan el hueco que pasa por dentro de la columna vertebral, pueden generar algunos síntomas como calambres y adormecimiento de las piernas por la presión excesiva de los nervios.
- Problemas de circulación: este tipo de calambres ocurre por lo general al hacer ejercicio, cuando los músculos necesitan más sangre y oxígeno para funcionar y se ven limitados por una mala irrigación sanguínea.
Insuficiencia de minerales: los diuréticos, muchas veces recetados para enfermedades arteriales, o simplemente una dieta que no aporte las cantidades suficientes de magnesio, potasio o calcio pueden contribuir a que una persona sufra de calambres musculares.
Personas con mayor riesgo de tener calambres musculares
Existen personas que por sus condiciones de vida presentan factores de riesgo que contribuyen a los calambres musculares:
- Personas mayores: la edad es un factor de riesgo ya que con el paso de los años los músculos tienden en perder consistencia, por lo que es probable que una persona de edad más avanzada tenga músculos sobre exigidos.
- Deportistas: cuando se practica un deporte intensamente en sitios con altas temperaturas es normal sufrir deshidratación, lo que puede provocar calambres musculares durante o después de la actividad física.
- Mujeres embarazadas: la retención de líquidos, la sobrecarga de peso y la compresión de los nervios que puede haber durante el embarazo son factores que por lo general provocan calambres musculares que se dan especialmente por la noche. Las mujeres embarazadas presentan además de calambres musculares ciertos factores que pueden generar dolor de espalda y otras molestias en el embarazo (link al artículo de ICAC de dolor de espalda en el embarazo).
Cómo prevenir los calambres musculares
La prevención es el mejor tratamiento para los calambres musculares. Puedes seguir algunos de estos consejos para evitar o dejar de tenerlos:
- Hidratación: no solo es necesario beber líquidos durante la actividad física, sino que hay que hacerlo de manera constante a lo largo de todo el día. No hay una cantidad exacta, ya que depende de cada persona lo que necesite (edad, consumo de alcohol, medicamentos que tome, etc). Una buena forma de detectar el nivel de hidratación es poner atención en el color de orina: cuanto más oscuro, mayor es la deshidratación.
- Reposo: muchas veces los calambres musculares ocurren por una sobre exigencia muscular. Ten en cuenta que el deporte es muy bueno, pero a veces el cuerpo necesita relajarse. Prueba reducir la actividad física para que tus músculos puedan descansar.
Estirar los músculos: la elongación muscular es fundamental para evitar los calambres ya que tiene la finalidad de estirar los músculos y darles mayor flexibilidad para evitar no solo calambres, sino también otras lesiones. Es necesario elongar los músculos antes y después del ejercicio físico y antes de acostarse y después de levantarse de la cama.
- Calzado: muchas veces un calzado no apropiado puede poner en tensión, sin darnos cuenta, un músculo durante un periodo de tiempo prolongado. Si haces actividad física, asegúrate de tener un calzado correcto para ti.
Tratamiento para los calambres musculares
El mejor tratamiento para curar los calambres musculares es tomar las medidas que ya hemos comentado en el punto anterior de prevención: estirar, hidratarse, reposo, etc.
Puedes incluso consultar con un fisioterapeuta que asesore y ayude a estirar y masajear tus músculos de la mejor manera. También consultar con tu médico de cabecera sobre cómo hidratarte mejor y revisar si tienes alguna insuficiencia de minerales en un análisis de sangre.
Cuando los calambres vienen producidos por alguna enfermedad o afección en específica, es probable que necesite tratar directamente ese problema y revisar los medicamentos y tratamientos con su médico especialista en medicina deportiva.
Fuente: elgeaditraumatologia.com