A muchas madres puede extrañarles que, a pesar de pasarse ellas el día con sus bebés, digan antes “papá” que “mamá”. No obstante, este hecho no tiene nada que ver con querer más o menos a uno de sus progenitores, sino con el hecho de que el fonema “pa” es más sencillo de pronunciar.
En torno a los 3 meses los bebés comienzan a esbozar sus primeros sonidos simples, como “oh”, “ah” y “uh”. Hacia los 4 meses empiezan a repetir el sonido “ka” y en torno a los 5 o 6 meses empiezan a dominar la lengua, los labios y el paladar y pueden pronunciar sus primeras sílabas. Estas suelen ser “ba-ba-ba” y “pa-pa-pa”, para gran alegría de su padre.
Sin embargo, no es una alusión real a su padre, es simplemente que el fonema “p” es mucho más sencillo que el fonema “m”, por eso es normal que balbucee antes “pa-pa-pa” que “ma-ma-ma”. Este último sonido suele empezar a decirlo hacia los 7-8 meses.
No es hasta los 9 meses, aproximadamente, cuando empiezan a asociar realmente la palabra “papá” con la figura de su padre y “mamá” con la de su madre. Es en ese momento cuando realmente empieza a llamarlos. Hasta esa edad, puede usar indistintamente sus balbuceos de “pa” y “ma” para llamar a ambos por igual.
¿Cómo estimular su lenguaje?
Cada niño tiene un ritmo de aprendizaje que no se debe forzar, pero sí estimular desde que nace para favorecer su desarrollo y las conexiones neuronales que está creando en estos primeros años de vida.
Para favorecer el lenguaje puedes seguir estas ideas:
– Habla mucho con él desde el primer día de vida.
– Explícale lo que vas haciendo mientras estás con él e incorpora su nombre a las explicaciones.
– Imita los sonidos que él haga y estimúlale con nuevos sonidos.
– Léele cuentos, poemas, cuéntale historias…
– Las canciones son un instrumento perfecto para fomentar el lenguaje y enseñar vocabulario de manera divertida.