Sabemos que a veces nos preocupamos en exceso por el llanto tan seguido de nuestro bebé. Y es que esto es normal, lo primero que debemos de saber es que el llanto se convierte en su principal forma de comunicarse con nosotras.
Por esta razón es tan importante aprender a diferenciar los tipos de llanto que puede tener nuestro pequeño, nosotras como mamás debemos ser muy atentas para poder identificar la necesidad inmediata de ellos.
Pero antes de identificar, pensemos en las razones por la cual llora un bebé, porque pueden ser situaciones muy variadas. Las más comunes son por situaciones como el hambre, sueño, incomodidad por un pañal sucio o porque quieren sentirnos cerca.
¿Cómo identificar estas situaciones gracias al llanto? Presta atención:
El llanto por hambre: Es regular, rítmico, el niño alterna períodos de llanto con inspiraciones, se lleva las manos a la boca y evidentemente el llanto cesa al comer.
El llanto por sueño: es un llanto suave, rítmico, pareciera que el niño se arrulla a sí mismo buscando conciliar el sueño.
El llanto por humedad o suciedad del pañal: es de intensidad moderada, el niño expresa malestar e incomodidad en su cara y desaparece en cuanto se siente limpio y seco.
El llanto de enfado: su intensidad va en ascenso, el periodo de llanto es más largo que el de la inspiración y se incrementa cada vez más.
El llanto que busca atención: se presenta cuando el niño quiere ser alzado o atendido, es un lloriqueo suave, que desaparece cuando lo alzas.
Pero cuidado, hay casos donde nos enfrentamos ante un episodio de llanto intenso donde nada lo puede calmar, es importante descartar que haya una enfermedad como causa del llanto. Ante esta situación lo mejor es que lleves a tu bebé a ser evaluado urgentemente por un médico, es mejor prevenir cualquier situación de presunto riesgo.
De igual manera, recuerden que eso solo son posibles formas de identificar, pero nosotras como mamás somos las que reconocemos todos los cambios de nuestros bebés; los conocemos más que nadie. A veces, por no decir SIEMPRE, el corazón le gana a la razón en estos casos; si sentimos que algo está mal, es porque ESTÁ MAL.
