La falsa imagen de perfección que venden los retoques fotográficos y las redes sociales ha disparado las operaciones de estética, especialmente en una población cada vez más joven. Hemos pedido a un experto que nos aclare cuáles son los mayores errores que se cometen por esa búsqueda de un ideal estético.
Las operaciones de estética están de moda. No es que no se hicieran antes. Pero la facilidad con las que algunos personajes populares presumen de sus cambios ha hecho que cada vez se normalice más y se quiera más pasar por quirófano para moldearse a gusto.
La generación de Instagram, que ha primado durante años una falsa imagen de felicidad y perfección a base de retoques fotográficos, ha ayudado a que cada vez sean más jóvenes las que no estén seguras de su cuerpo y quieran poner remedio. ¿Es conveniente? Aclaremos falsas creencias.
1. ¿OPERACIÓN Y TRATAMIENTO ESTÉTICO SON LO MISMO?
“Sentarse en un sillón no es lo mismo que tumbarse en un quirófano”, nos recalca el doctor Moisés Martín Anaya, especialista en cirugía plástica. Lo primero que tiene que saber el paciente es que no es lo mismo pincharse ácido hialurónico en una sesión de menos de media hora, que operarse la cara para reducir los signos de la edad.
“Tengo suerte porque la mayoría de pacientes vienen referenciados por otros que ya les han informado bien de su experiencia, pero no siempre es así”, explica el doctor.
Por eso aconseja que lo ideal es que se informe con otros pacientes, o en la Asociación Española de Cirugía Estética y Plástica. No se limite solo a seguir unas opiniones sin contrastar en foros o ‘influencers’.
2. SOLO SE HACEN OPERACIONES ESTÉTICAS LAS MUJERES
Ha aumentado el número de hombres que se plantean seguir un tratamiento de cirugía estética. No obstante, la mayoría de los que entran en la consulta del especialista son mujeres, en una proporción de 70% a 30% respecto a los hombres.
“Cada vez se operan más jóvenes, en decisiones poco meditadas e influidas por modas; es algo que no me gusta”
La edad en que acuden está bajando. Entre el sector se comenta que cada vez se operan más jóvenes. “Es algo que a mí, que amo mi profesión, no me gusta, porque tienen que ser decisiones maduras. No impulsivas y basadas en un capricho momentáneo”, recalca el doctor Martín.
3. CUALQUIER OPERACIÓN ME VA A QUEDAR BIEN
No hay un cuerpo exactamente igual a otro. Por eso no se debería ir con una fotografía de un famoso, sea actriz, modelo u otro como irías a una peluquería para cambiar de peinado, pero esta vez para pedir un tipo de nariz o unos glúteos.
“Podríamos decir que la cirugía estética es como la ropa. No a todo el mundo le queda igual la misma prenda”
“Podríamos decir que la cirugía estética es como la ropa. No a todo el mundo le queda igual la misma prenda”, apunta el experto.
4. CAMBIAR TU FÍSICO CON CIRUGÍA ESTÉTICA, CAMBIA TU VIDA
Plantéate los motivos reales por los que quieres operarte. Hay razones muy lógicas. “¿Por qué si tengo el pecho muy grande voy a sufrir como sufrió mi abuela, con dolores cervicales y en verano se me irrita la zona porque el pecho me cuelga?”, ejemplifica el cirujano. Ahí hay un buen motivo.
Hemos de tener mucho cuidado de no estar sufriendo una dismorfofobia corporal, un trastorno mental que provoca tener una imagen distorsionada del propio cuerpo. Un profesional con ética no debería aprovecharse de este tipo de personas. Por desgracia, vemos en redes ejemplos de personas que se han operado múltiples veces y acaban con un aspecto extraño, nada natural.
5. LAS FAMOSAS E INFLUENCERS SON UN BUEN EJEMPLO
Martín Anaya, recuerda que el cambio de aspecto físico no puede ni debe relacionarse con modas, tendencias e influencias de famosos y personajes públicos en red, porque no siempre son necesarias las cirugías que se solicitan.
“Pasar por el quirófano debe responder a necesidades personales y deseos genuinos de cambio. Sólo así se puede garantizar el éxito para el profesional y la satisfacción del paciente.”
6. UNA OPERACIÓN DE ESTÉTICA LO SOLUCIONA TODO
Además de seguir al pie de la letra las recomendaciones postoperatorias, el paciente ha de saber que su estilo de vida puede afectar y mucho al resultado de la operación.
“A una persona que va a hacerse una liposucción, y que tiene una vida desordenada, que come entre horas, hay que explicarle que si no se va a cuidar no vale la pena hacerse el tratamiento”, señala el doctor Martín.
“Muchos factores influyen para un buen resultado. No solo las manos del cirujano. Necesitamos el apoyo del paciente”, añade.
7. LOS PRECIOS DE LA CIRUGÍA ESTÉTICA
Un tratamiento estético no es o no tendría que ser una decisión en la que se busquen las rebajas. Si ofrecen un tratamiento muy barato, como mínimo duda y asegúrate de si te va a tratar un profesional cualificado.
Puede suponer un sacrificio económico, pero no hay que olvidar que son para toda la vida. “Una de las frases que más oigo es ‘me lo tenía que haber hecho antes’”, añade el cirujano.
8. LA CIRUGÍA ESTÉTICA NO TIENE RIESGOS
Asociaciones profesionales y cirujanos plásticos no se cansan de repetir que hay intervenciones que suponen una operación y que, aunque los protocolos, como sucede en todas las especialidades, están para minimizar los riesgos, éstos existen.
Hay que ir a un profesional con solvencia y pedir más de una opinión. Las operaciones deben ser comprendidas y meditadas. “Los profesionales hemos de tener la certeza de que el paciente te está escuchando y entendiendo”, dice el doctor Martín.
“Son cirugías de recuperación rápida, pero las instrucciones posoperatorias hay que cumplirlas a rajatabla”, dice. Insisten mucho en esto porque puede estropear una operación bien hecha y al final, si el resultado no es óptimo, afecta a la reputación del especialista.