La de Antonio de la Cruz es una de las vidas que se suman a la ya larga lista de periodistas asesinados en nuestro país.
El asesinato ocurrió ayer en Tamaulipas. Con este suman 12 periodistas que han perdido la vida a consecuencia de la violencia en lo que va del año en nuestro país.
La simple división nos da un par de periodistas asesinados por mes. Igualamos ya la negra cifra que se había registrado en 2017, pero ahora en seis meses.
El 99% de los asesinatos a colegas queda en la impunidad según datos del Foro Nacional de Periodistas.
Casualmente el episodio trágico se registra en miércoles que es el día escogido por Presidencia de la República para que desde la conferencia de prensa matutina, se “exhiba” a profesionales de la comunicación que revelan cosas que no conviene al régimen. Es el día del “Quién es quien en las mentiras” como se le ha dado por nombre a esa sección que con discursos pretende derribar la contundencia de las investigaciones periodísticas que revelan las irregularidades que se siguen cometiendo desde el gobierno.
Ese ejercicio al que incluso la Corte Interamericana de Derechos Humanos a través de su relator Pedro Vaca Villarreal, pidió suspender “porque enrarece los mensajes firmes que se deben escuchar de respaldo a la labor periodística y de rechazo a la violencia contra periodistas”.
Pero si algo ha distinguido al actual régimen, es su denodado afan por denostar al mensajero, por descalificar la acción periodística y atribuir toda crítica hacia su gobierno, a una necesidad de los y las comunicadoras de regresar a los “privilegios” que asegura se tenían antes y se perdieron ahora gracias a la pulcritud con la que se conduce la 4T. La estrategia desde el gobierno ha estado clara: descalificar al mensajero para cuando llegue el mensaje a las audiencias, estas no le den crédito.
Ayer hablamos de este y otros hechos en la sección “Entre Jesuses me vea” que comparto con los periodistas Jesús Ruíz Gámez y Jesús Moreno y en ocasiones también con el joven Jesús R Terán, los miércoles a las 10 de la mañana en Radio Fórmula Sonora (91.5 FM) y una persona del auditorio se comunicó para recomendar que no perdiéramos de vista a las mujeres, la inseguridad en la que vivimos y las lamentables estadísticas que se conforman con la imparable violencia hacia las de nuestro género.
Y tiene mucha razón. Recientemente se conoció el reporte mensual del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública con corte al 31 de mayo.
En lo que respecta a Sonora en el período de enero a mayo este año supera lo registrado el 2021 en el rubro de homicidios dolosos cuyas víctimas han sido mujeres. El año pasado se registraron 31 y este 49. En general en ese lapso de 5 meses el año pasado fueron asesinadas 51 mujeres y en 2022, 56. El delito de feminicidio registra una marcada disminución el total de víctimas este año es de 7 queda por fortuna muy lejos de las 20 del año pasado.
Pero ojo con los siguientes datos, que no son nuevos pero es importante no perderlos de vista: Sonora ocupa el primer lugar nacional de la tasa de abuso sexual y violencia familiar (por cada 100 mil habitantes).
Violencia familiar, abuso sexual y violencia de pareja, colocan a nuestro estado en tercero, cuarto y quinto lugar (no tasa) respectivamente, a nivel nacional.
Algo no estamos haciendo bien como sociedad y tampoco la autoridad está siendo eficiente.
