A no esperar a que haya infraestructura disponible para la separación de la basura, sustancias o materiales tóxicos, sino que se debe empezar a hacerlo con conciencia para proteger de manera urgente nuestro entorno y la vida humana, llamó el académico universitario Javier Esquer Peralta.
Al celebrarse este martes 17 de mayo el Día Internacional del reciclaje, Esquer Peralta, coordinador del Posgrado en Sustentabilidad de la Universidad de Sonora consideró que si empezamos todos a formarnos desde el hogar y en la escuela con esa cultura de sustentabilidad, tendremos la posibilidad y expectativa de tener un mundo más saludable para la sociedad.
“Ya se han hecho intentos en este tema, pero cierto es que necesitamos educarnos más sobre la importancia del reciclaje y así aspirar a lograr un planeta más sustentable”, reiteró.
El proceso de reciclaje sostuvo, es una actividad que ayuda a solucionar los problemas ocasionados por los millones de toneladas de desechos sólidos que producimos a diario los seres humanos en todo el mundo.
Esquer Peralta señaló que todo material en desecho si es recogido y transformado, puede ser utilizado o vendido como nuevo. “De otro modo, no darle valor a este objetivo y ser desechados, se contribuirá a formar más cantidad de basura y, en última instancia, el dañar de manera continua al planeta”, puntualizó.
Comentó que cuando se habla de reciclar, se debe entender que se hace referencia entonces a un acto mediante el cual un objeto que ya ha sido usado es llevado por un proceso de renovación en lugar de ser desechado.
El investigador universitario expresó que el reciclaje es una parte que aporta mucho al proceso del desarrollo sustentable, ya que permite reincorporar los materiales que a lo mejor ya pudieron haber tenido su vida útil.
“Hay que pensar en hacer productos iguales o diferentes, alargando su ciclo de vida y que no terminen en un primer uso en el basurero o las calles, sino que permita reintegrarse los materiales varias veces, evitar la contaminación y proteger del entorno que vivimos”, subrayó.
En este tema, señaló que “estamos hablando dentro de lo que se llama las tres R: reciclar, reducir y reusar. Incluso, el de repensar, cambiando las actitudes de la gente”, dijo.
Sostuvo que se debe pensar desde el diseño de los productos, poderse separar, reincorporar y reutilizar. “Por supuesto, todo esto favorece al medio ambiente, le quita esa carga o la aligera un poco, lo mismo que en lo general a la sociedad –urbana y rural-que sabemos cómo de manera cotidiana está expuesta a productos, sustancias y materiales del todo tóxicos”.
Planteó que al reciclar reducimos el riesgo a la sociedad de ponerla en disposición de materiales peligrosos, como aluminio hierro o el cobre, entre otros. Incluso, aquellos integrados por diversos componentes que necesitan procedimientos más rigurosos para reciclarlos.
Mencionó que en el campus universitario se tiene una comisión institucional de sustentabilidad que apoya separación de la basura y hace ver la importancia de captar materiales con valor adicional a través de diversas acciones, como Basura Cero o el reciclaje de baterías.
Gestión de baterías de desecho
Misael Alexis Macías Vergara, con formación en Ingeniería Mecatrónica, y hoy estudiante en proceso de titulación en la Maestría en Sustentabilidad en esta casa de estudios, indicó que mediante su estudio Gestión de baterías de desecho en Hermosillo, analiza la forma en que la ciudadanía le da valor a ese proceso, lo mismo que las empresas y autoridades municipales.
Asimismo, señaló que observa el positivo interés de sus condiscípulos en el tema, pero se requiere mucha más información y formación para participar de manera más amplia y concreta.
Macías Vergara dijo que se tienen ciertas dificultades para el desecho y reciclaje de las cosas, por lo que es difícil pedirles a las personas que cambien su mentalidad.
“El reciclaje es muy importante porque el reusar los materiales –por ejemplo, el cobre— que extraerlo del suelo es una actividad muy destructiva y contaminante ya que se usan ácidos y materiales químicos, y un ejemplo son el daño que generan las industrias mineras”, señaló.
Consideró que sin duda persiste el anhelo de lograr una cultura del reciclaje, la colaboración de la ciudadanía y autoridades, incluyéndose en ese proceso no sólo materiales como los ya mencionados, o bien plásticos, papel, vidrio, maderas y componentes electrónicos, entre otros, sino también la separación y reutilización de basura orgánica e inorgánica.