Deben ir prevención y sanción de la mano contra feminicidios

Ante el último reporte del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, en el que se evidencia un aumento en los delitos contra la vida y que atentan contra la libertad y la seguridad de las mujeres durante el 2021, Amelia Iruretagoyena Quiroz calificó el 2021 como un año rojo para Sonora.

“En el caso de los feminicidios que, sobre todo, este tipo de delito se ha tipificado en el Código Penal gracias a la lucha de los movimientos de mujeres, aquí vemos que también el feminicidio se ha incrementado. En el 2020, tuvimos 32 feminicidios reconocidos por las autoridades y, en 2021, fueron 45, representando un incremento del 29%. El mes más triste para Sonora con relación a los delitos contra la mujer, el caso concreto del feminicidio: diciembre, fue el mes más difícil porque se presentaron ocho feminicidios”, destacó la académica jubilada de la Universidad de Sonora.

Comentó que, en los datos arrojados durante el último año, los homicidios dolosos aumentaron de 55 en 2020 a 95 en 2021; esto representó un incremento del 39%; mientras que, en el caso de violación, en 2021 se reportan 353 casos, mientras que en 2020 fueron 259, un aumento del 35%.

La integrante del Observatorio Sonora destacó que, en el entorno nacional, Sonora ocupa el tercer lugar en violencia familiar, pero con base en la tasa por 100 mil habitantes, la entidad ocupa el primer lugar, la misma situación en abuso sexual, el que, medido por la tasa de 100 mil habitantes, Sonora está en primer puesto.

Dentro de los datos se encuentra el que corresponde al delito de lesiones dolosas contra las mujeres, pues durante el 2021 fueron 762, ante lo que comentó que debe ser muy importante la prevención para evitar la muerte de esas mujeres.

“Aquí tenemos un dato, 762 mujeres, desgraciadamente son las que murieron pues ya lo único que queda es el tema de reparación a las víctimas, pero refiriéndome a este dato de lesiones dolosas, estas mujeres qué nos está diciendo, que están en riesgo, no sabemos si fue la pareja, fue el hermano, quién fue el que ocasionó esas lesiones; entonces tenemos que tener información mucho más desglosada, mucho más precisa y, sobre todo, si la autoridad la tiene, entonces estas mujeres deberían de estar siendo sujetas de medidas de protección para evitar que se pueda cometer un homicidio o un feminicidio”, precisó.

De la mano de la prevención, comentó, deben ir medidas de sanción y protección, ya que es lo que puede evitar la impunidad y es, precisamente, ese el problema de los delitos contra las mujeres, que los victimarios han gozado de impunidad, ya sea porque las mujeres no denuncian, o se arrepienten de denunciar por ser revictimizadas por la misma autoridad o porque no pueden enfrentar solas la situación económica de su hogar, por esto también es necesaria una política económica en favor de las mujeres en situación de riesgo.

“Estas medidas tienen que ser de prevención, de sanción y de protección, sobre todo, ya que tienen que ver con todos los programas para ir erradicando la violencia, que aquí entraría mucho lo que tienen que ver con campañas, los programas educativos, porque necesitamos como sociedad cambiar”, puntualizó

 

Unison implementa programas para prevenir

La Universidad de Sonora maneja ejes que buscan la prevención, como lo comentó Martha Patricia Minjarez Sosa, responsable de la Coordinación del Programa de Inclusión y Equidad de Género.

“En el eje de formación se realizan acciones encaminadas a la prevención, difusión, sensibilización y educación que permitan crear conciencia en la comunidad universitaria, con el fin de prevenir actos de violencia de género y brindar orientación y acompañamiento a las personas que han sufrido algún tipo de violencia de género Dentro del mismo plan de trabajo se están implementando acciones para detectar aquellas áreas que presenten características de inseguridad. En este punto han colaborado con nosotros estudiantes cuya información ha sido de gran ayuda para alcanzar el objetivo de una universidad más segura” explicó la Coordinadora del Programa Institucional.

Agregó que la vinculación ha sido importante para establecer relaciones y alianzas con instituciones gubernamentales y de la sociedad civil cuyo objetivo es prevenir y atender casos de violencia, así como la formación para los maestros, para desde las aulas comenzar los cambios de educación sobre la igualdad y la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Iruretagoyena Quiroz aclaró que la violencia familiar es distinta a la violencia de género, ya que allí la agresión se da entre los que conviven, que pueden ser los hijos, hermanos, padres, ancianos, todos los cercanos, y es esta la violencia que aumentó a consecuencia del confinamiento por pandemia.

Es necesario, dijo, terminar con la cultura machista, la cual, reconoció, no esta incrustada solo en hombres, sino en la sociedad en general.

“Y sobre todo en el caso de los hombres, necesitan cambiar su paradigma, necesitan cambiar y reconocer esta cultura machista bajo la cual han sido formados y buscar abandonar ese paradigma, de tal manera que puedan mantener otro tipo de relación con sus parejas, y la cultura machista no solamente está introyectada en los hombres, también en nosotras las mujeres esta introyectada esa cultura cuando nos formamos en el feminismo precisamente, pues una de las cosas que vamos aprendiendo (es)cómo erradicar ese paradigma machista que llevamos todas dentro”, externó.

 

 

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