Estudiar retrasa el envejecimiento del cerebro

Una nueva investigación ha descubierto que la formación académica promueve un fuerte funcionamiento cerebral y cognición a medida que envejecemos.

Todos queremos vivir una vida larga, saludable y feliz. Si bien desarrollar más músculo o perder peso puede ayudarnos en este objetivo, no podemos olvidar nuestra mente. Un nuevo estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Zurich y publicado en la revista Neuroimage ofrece evidencia neurológica convincente que sugiere que estudiar, contar con una buena educación, influye en gran medida en nuestra cognición y en cómo envejece el cerebro décadas después.

Contar con una buena formación académica no solo nos ayuda a forjar nuestra personalidad y marcar el camino hacia una prometedora carrera y futuro sino que también es esencial para que nuestro cerebro compense las limitaciones cognitivas y neuronales relacionadas con la edad.

Un efecto positivo de la educación en el cerebro conforme envejecemos

Los investigadores realizaron un seguimiento a más de 200 personas mayores durante más de siete años. Los participantes del estudio no estaban afectados por demencia, tenían una inteligencia media o superior a la media y llevaban una vida social muy activa. Fueron examinados neuroanatómicamente y neuropsicológicamente utilizando imágenes de resonancia magnética a intervalos regulares. Esos escáneres cerebrales permitieron a los autores del estudio examinar tanto las lagunas como las hiperintensidades de la materia blanca en las imágenes digitales. Basándose en análisis estadísticos complejos, los investigadores pudieron demostrar que la educación académica y el aprendizaje, en general, tenían un efecto positivo sobre la degeneración cerebral relacionada con la edad.

La enfermedad cerebral de vasos pequeños (CSVD) hace referencia a las anomalías en las arteriolas, capilares y vénulas cerebrales perforantes que han sido asociadas al deterioro cognitivo relacionado con la edad.

Los hallazgos revelaron que en el transcurso de siete años, las personas mayores con antecedentes académicos mostraron un aumento significativamente menor en estos signos típicos de degeneración cerebral.

“Además, los académicos también procesaron la información de forma más rápida y precisa, por ejemplo, al hacer coincidir letras, números de patrones. La disminución en su rendimiento de procesamiento mental fue menor en general”, explica Isabel Hotz, neuropsicóloga de la Universidad de Zurich y coautora del trabajo.

Las enfermedades neurodegenerativas son una de las principales complicaciones relacionadas con la edad que tienen implicaciones directas en el estilo de vida de las personas mayores. Aunque se requiere más investigación para comprender mejor el alcance de esta asociación relativa al aprendizaje, este estudio es relevante ya que arroja luz sobre un paso integral que se puede tomar en una etapa temprana para aliviar la carga del envejecimiento en el cerebro, mejorando así su funcionamiento conforme nos vamos haciendo mayores.

“Sospechamos que un alto nivel de educación conduce a un aumento de las redes neuronales y cognitivas a lo largo de la vida de las personas y que acumulan reservas, por así decirlo. En la vejez, sus cerebros están en mejores condiciones de compensar cualquier deficiencia que se produzca”, concluye Lutz Jäncke, líder del estudio.

Referencia: Original Research: Open access.

 

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