Volver a pintar tu casa es una forma espectacular de darle un nuevo aspecto, e incluso de aumentar su valor. Aunque puedes hacerlo tu mismo, para obtener los mejores resultados, aquí hay seis consejos sobre qué hacer antes de comenzar a pintar la casa.
Busca pintura de calidad
Es más probable que ahorres dinero con una pintura de primera línea, aunque puede que no lo parezca al principio. Los ahorros reales se obtendrán a largo plazo.
La pintura barata generalmente requiere dos capas para cubrir lo que está en la pared, duplicando así su costo.
La pintura de látex de baja calidad también se vuelve tiza a medida que pasan los meses y debe volver a pintarse antes.
Elige el acabado de pintura adecuado
La pintura está disponible en acabados brillante, semibrillante, satinado y plano.
Usa brillo o semibrillante en maderas. En áreas que puedan ensuciarse, usa semibrillante o cáscara de huevo en las paredes.
En términos generales, cuanto más brillante sea la pintura, más duradera y fácil será de limpiar.
Por otro lado, la pintura mate (sin brillo) oculta mejor los defectos de las paredes y las zonas retocadas.
Coincidir pero no mezclar
Para simplificar tu vida, usa pintura del mismo color en molduras y paredes, incluso si no tienen el mismo brillo.
Tendrás que hacer mucho menos enmascaramiento. Además, el retoque es más sencillo, ya que la pintura que salpica desde las paredes al borde (o viceversa) es prácticamente invisible.
Elige los aplicadores adecuados
La herramienta de aplicación adecuada facilitará mucho el trabajo para poder pintar la casa sin ensuciar ni dejar superficies manchadas.
Selecciona un rodillo de pelo corto para paredes lisas y un pelo más largo para estuco, hormigón y superficies texturizadas. Asegúrate de que el rodillo tenga extremos ligeramente biselados que no arrastren pintura a las superficies contiguas.
Elige un rodillo de mezcla de nailon y lana para pintura alquídica (aceite), pero consigue un rodillo de nailon para látex. Del mismo modo, elige un cepillo de cerdas naturales para superficies alquídicas y cerdas sintéticas para látex.
Aprende a detectar un buen pincel. Un buen pincel llega a un punto opaco; uno barato está cortado a escuadra.
Mira los extremos de las cerdas. Las puntas abiertas ayudan a esparcir la pintura para un acabado más suave.
Haz coincidir los colores de tu pintura
Si deseas volver a pintar una habitación del mismo color que ya tiene, tendrás que igualar el color. Corta la pintura de la pared con un cuchillo afilado en un área apartada y retira una parte de buen tamaño.
Lleva esta muestra a una tienda de pintura o centro de mejoras para el hogar que tenga equipo computarizado de combinación de colores, que generará una receta para mezclar diferentes colores de pintura que la tienda puede usar para igualar el color existente.
La combinación de colores computarizada suele ser gratuita y así puedes evitar que tengas que volver a pintar toda la habitación durante algunos años.
Prepara bien la pared antes de pintar
Una pared bien preparada se verá mucho mejor cuando la pintura esté puesta. Además, permitirá que la pintura se adhiera correctamente y resista el paso del tiempo al mantener un aspecto fresco y brillante durante más tiempo.
- Ponte guantes de goma y lava las paredes con fosfato trisódico (TSP) o un sustituto de TSP. Este limpiador fuerte que no hace espuma, disponible en las tiendas de pintura, opaca el acabado para que la pintura se adhiera mejor.
- Enjuaga con una esponja y agua hasta que el agua salga clara. Deja que la pared se seque.
Lava cualquier moho con una mezcla 50/50 de agua y lejía y enjuague bien.
Repara los agujeros y grietas en las paredes con yeso u otro material para reparar grietas, de preferencia de color blanco. - Quita la pintura suelta y mezcla las áreas con pintura desprendida lijando los bordes de la pintura circundante o cubriendo el área con masilla.
- Rellena las abolladuras en la carpintería con masilla para madera y los orificios para clavos más pequeños con compuesto para vidriado; luego líjalo. Finalmente, lija ligeramente la superficie.
- Aplica cinta de enmascarar sobre las molduras y recorta donde se encuentran con la pared; las cintas azules más nuevas son más fáciles de usar que la cinta de enmascarar tradicional.
- También es recomendable proteger los suelos, ya sea con el uso de papeles o trapos.
- Finalmente, cubre toda la pared con imprimación de látex, que es más fácil de limpiar pero tan duradera como una imprimación a base de aceite.
- Por último, sea cual sea la pintura elegida para pintar la casa, lee muy bien los instructivos, por lo general cada pintura tiene sus propios requisitos y es algo que habitualmente la gente no lee.