La época navideña es una llena de ilusiones, deseos y alegría. Para muchos niños es además, esa mágica fecha en la que pronto llegarán Papá Noel y algunas semanas después, los Reyes Magos. Esta creencia es común en niños pequeños y que desaparece conforme se van haciendo mayores.
Pero, ¿hay una edad a la que los niños deberían dejar de creer en Papá Noel o en los Reyes Magos? ¿Tienen la magia y la fantasía una fecha de caducidad específica?
La inocencia de los niños
Cuando nuestros hijos son pequeñitos, una de las cosas que más nos conmueve a los padres es ver sus ojitos brillar con ilusión ante las cosas que les emocionan y sorprenden. Sus primeros años están llenos de esa tierna mirada llena de inocencia y en sus corazones hay un espacio infinito para la imaginación.
Como papás, nos llega esa ilusión que tienen nuestros hijos y nos convertimos en sus cómplices, siguiéndoles el juego y procurando preservar su inocencia, cosa que los expertos recomiendan hacer hasta al menos los 5 años de edad.. Esa época donde la imaginación es maravillosa es corta y personalmente creo que debe ser disfrutada y valorada.
La magia de la Navidad no es sólo creer que existe un señor con barba que viaja por todo el mundo y deja regalos en casa de todos los niños en solo una noche. Parte de ese ambiente que se siente en épocas navideñas es también la alegría, la esperanza, la paz, los buenos deseos, el amor y todos esos bellos sentimientos que nos proporcionan alguna ilusión en nuestros corazones, y que sin duda debemos a nuestros hijos, pues todas esas emociones aumentan cuando somos padres.
¿Cuándo dejan de creer en la magia los niños?
Conforme nuestros hijos crecen y comienzan a desarrollar una manera distinta de pensar, más lógica, más racional, y es de esperarse que de manera natural en algún momento comiencen a dudar acerca de estos mágicos personajes que tanto disfrutaron en sus primeros años.
De acuerdo con los expertos, el pensamiento abstracto comienza a aparecer a partir de los 7 años de edad, que suele ser la edad en la que algunos niños comienzan a darse cuenta que todo es una fantasía, pues comienzan a encontrar algunas incoherencias en las historias que tanto les hemos contado.
Al llegar ese momento, debemos estar listos, para no caer en una espiral de mentiras al intentar continuar con esa ilusión. Si lo que queremos evitar es un mal rato o que la ilusión de nuestros hijos pase a ser decepción, hay algunas historias muy bellas que podemos platicar con ellos, como la de la madre que le explicaba a su hijo que Papá Noel éramos todos y le preguntaba si ahora estaba listo para serlo él también.
En realidad, no hay una edad específica para decirle a los niños la verdad acerca de Papá Noel o los Reyes Magos, puesto que cada niño se desarrolla a su propio ritmo y algunos comienzan a tener ese pensamiento lógico y racional antes que otros.
¿Y si mi hijo continúa creyendo después de esa edad? ¿Debemos decirle?
Como lo mencioné antes, los 7 años son la edad en la que los niños comienzan a darse cuenta de algunos detalles que les hacen cuestionarse la veracidad de esos personajes mágicos. Los expertos aconsejan que la mejor edad para hablar con nuestros hijos acerca de la realidad sobre Papá Noel o los Reyes Magos es entre los 7 y los 11 años, pues ya son capaces de comprenderlo mejor.
Leí un artículo en Pop Sugar, en el que se mencionaba que a los 10 años resultaba un poco ridículo que los niños continuaran creyendo en Papá Noel, pues ya eran casi unos adolescentes. Algo que me pareció principalmente interesante de ese artículo, eran los motivos por los que no tenía sentido que a esa edad continuaran creyendo en un señor de barba blanca que viajaba por todo el mundo en una sola noche.
Mencionaban que a los 10 años, los niños deberían estar comenzando a desarrollar su curiosidad y cuestionar el mundo que les rodea, como parte necesaria para su vida personal y escolar. Esa curiosidad los haría ser pensadores divergentes y les ayudaría a convertirse en personas capaces de resolver problemas de una manera real y lógica, algo muy necesario para la vida adulta.
Como niña que solía creer en Papá Noel y ahora como madre que adora la Navidad, creo que cada niño nos irá guiando para cuando llegue el momento de decirles la verdad. Nosotros como padres, queremos preservar esa inocencia y esa magia de nuestros hijos, pero también debemos entender que en algún punto dejarán de ser niños y nuestro trabajo consistirá en prepararlos para el mundo real. Debemos aceptarlo y estar listos para cuando llegue el momento, y explicarles que la verdadera magia de la Navidad, va más allá de los regalos.
Fuente: bebesymas.com