Si recientemente has sentido molestias en los ojos, es muy probable que culpes a tu trabajo, tu jefe y las horas que pasas frente a la computadora, pero quizá no sea esa la razón. Si te duelen los ojos, no culpes al home office, estas podrían ser las causas.
La mayoría hemos sufrido alguna vez de dolor en los ojos y vaya que es molesto, sin embargo, aunque puede que el uso de la computadora influya en este malestar, no es el único responsable, existen otros factores para que éste se presente.
La razón principal por la que le atribuimos la culpa a la computadora, es porque, aunque los especialistas señalan que por sí mismas, las pantallas no “arruinan tus ojos”, si pueden provocar diferentes problemas.
Uno de ellos es la fatiga ocular, que de acuerdo a la Academia Americana de Oftalmología, puede manifestarse por visión borrosa u ojos cansados y adoloridos. Esto se relaciona al uso de las pantallas, pero también ocurre después de mucho tiempo leyendo, escribiendo o realizando trabajos que requieren ver de cerca.
Asimismo, el uso constante de la computadora y las pantallas digitales, puede dar pie a sufrir de ojo seco, pues mantenemos la vista fija y se limita nuestro parpadeo de forma natural; después de muchas horas, esto se vuelve más evidente, en especial si se le suman otros factores de riesgo, como problemas en los párpados, alteraciones en la producción de lágrimas o ambientes secos.
Si bien el ojo seco no necesariamente genera dolor (al menos que utilices lentes de contacto, cuyo uso puede ser muy doloroso), sí puedes manifestar otros síntomas, como comezón, ardor, ojos rojos o irritados, sensación de arenilla al interior del ojo, visión borrosa, entre otros, de acuerdo a la Academia Americana de Oftalmología.
Para combatir ambos problemas, es importante seguir ciertas medidas, como volvernos conscientes de nuestro parpadeo y hacerlo lo más posible mientras trabajamos, seguir la regla 20-20-20, es decir, cada 20 minutos fijar la vista en otro objeto a al menos 20 pies de distancia (6 m) por 20 segundos; colocar la pantalla aun brazo de distancia y con una posición para verla ligeramente hacia abajo.
Finalmente, es muy importante acudir a las citas con tu oftalmólogo, en especial si presentas molestias. Así tendrás un diagnóstico y tratamiento adecuado.