El senador Manlio Fabio Beltrones hizo un llamado urgente para reforzar la vigilancia en la frontera sur de México, particularmente en el estado de Chiapas, con el objetivo de frenar el ingreso ilegal de ganado proveniente de Centroamérica, y así evitar la propagación del gusano barrenador, plaga que ha provocado el cierre de la frontera con Estados Unidos para la exportación de ganado mexicano.
“Es necesario cerrar la frontera sur y combatir el huachicoleo ganadero. Todos lo saben: en los últimos años ha habido una gran permisividad por parte de las autoridades, lo que ha facilitado la entrada de ganado centroamericano al país con fines de lucro fácil”, expresó el legislador sonorense.
Beltrones propuso también reactivar la Comisión Bilateral México–Estados Unidos, que durante más de cinco décadas trabajó de manera exitosa en la erradicación del gusano barrenador. Asimismo, planteó aumentar el presupuesto destinado a SENASICA, el organismo encargado de la supervisión sanitaria del ganado, cuyos recursos fueron reducidos en un 40% durante la administración federal anterior.
Supervisión estatal en fronteras, una solución probada
A nivel local, Beltrones propuso que estados como Sonora puedan contar con su propio sistema de supervisión, en coordinación con el gobierno federal, como ya se hizo durante su gestión como gobernador entre 1991 y 1997.
“Nosotros establecimos filtros sanitarios en la frontera con Sinaloa mediante un acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Ganadería, lo que permitió proteger al ganado y al cerdo que exportábamos a Japón, garantizando su sanidad. Esa experiencia funcionó muy bien y nos dio seguridad”, recordó.
Destacó la importancia de proteger y mantener el estatus sanitario de estados como Sonora y Chihuahua, que hasta hace pocos días eran los únicos en condiciones de exportar ganado al mercado estadounidense.
Finalmente, advirtió sobre el impacto económico que el cierre de la frontera representa: “Actualmente hay 600 mil cabezas de ganado detenidas por esta medida, lo que afecta gravemente a los ganaderos y sus familias. Los gobiernos locales deben gestionar facultades federales para poder realizar esta supervisión y, sobre todo, evitar que este tema se politice. Es un esfuerzo que debe ser conjunto”.