Hospital nuevo, problemas viejos

 

Por Gerardo Ponce de León Ramos

El Hospital General de Especialidades (HGE) de Hermosillo fue inaugurado por primera vez el 10 de septiembre del 2021 por la entonces gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich y el presidente Andrés Manuel López Obrador, casi un año después, el 15 de septiembre de 2022, volvió a ser inaugurado por el actual gobernador del estado, Alfonso Durazo con la promesa de modernizar el sistema de salud en Sonora, su construcción fue impulsada con la intención de atender las crecientes necesidades médicas de la población y ofrecer servicios especializados que otros hospitales no podían cubrir. Sin embargo, desde su apertura, la institución ha enfrentado múltiples desafíos que han puesto en duda su capacidad para cumplir con estas expectativas.

El sistema de salud en México ha experimentado una transición significativa en los últimos años. Con la desaparición del Seguro Popular y la creación del INSABI, se buscó ampliar la cobertura médica para quienes no contaban con seguridad social. Sin embargo, este cambio dejó brechas en el suministro de recursos y personal. Recientemente, la transición hacia IMSS-Bienestar, que absorbió las funciones del INSABI, prometió centralizar y mejorar los servicios de salud, pero ha enfrentado problemas similares en implementación y operación; que más que un cambio de funciones, fue un cambio de nombre para mantener esta tendencia de llamar a todo “Bienestar”.

Falta de médicos especialistas

Uno de los problemas más graves que enfrenta el HGE en la capital sonorense es la falta de médicos especialistas. Según Johana Chávez, presidenta de la Asociación de Médicos de la institución , la falta de incentivos ha hecho que muchos profesionales prefieren trabajar en el sector privado. Entre los factores destacan:

La eliminación de la jubilación tradicional, reemplazada por el esquema de AFORE, lo que hace que el sector público pierda atractivo frente a la privada.

Retrasos en la basificación de plazas, lo que implica que muchos trabajadores laboren bajo contratos eventuales, con menores sueldos y sin prestaciones completas.

Largas esperas para obtener una base, lo que desmotiva a quienes buscan estabilidad laboral.

Actualmente, alrededor de 600 empleados del HGE trabajan bajo protesta debido a estas condiciones. Entre ellos, médicos, enfermeros y personal administrativo exigen basificación, así como la regularización de contratos. Además, el desabasto de medicamentos y equipo médico ha generado incertidumbre y una disminución en la calidad del servicio.

Crisis de abasto y gestión en el HGE

A pesar de que las autoridades del IMSS-Bienestar han anunciado la compra de medicamentos por 50 millones de pesos y la creación de un fondo resolutivo para emergencias, la llegada de estos sigue siendo incierta. Esto afecta especialmente a los tratamientos de alto costo, como quimioterapias y otros tratamientos que requieren de antibióticos cruciales. El personal médico ha señalado que, aunque estos recursos lleguen, no serán suficientes para cubrir las necesidades a largo plazo, lo que deja a la población desprotegida.

La falta de equipo médico-quirúrgico, el mantenimiento insuficiente de las instalaciones y la ausencia de contratos para servicios subrogados también han sido señalados como problemas recurrentes.

El dominio del sector privado

Ante estas carencias del sector público son los consultorios en farmacias y los medicamentos genéricos han sido una verdadera tabla de salvación para muchas familias, En Sonora, el número de farmacias creció un 234.48% entre 2018 y 2023, con un aumento de 291 establecimientos en ese periodo, según datos del INEGI y la Secretaría de Salud. Este crecimiento refleja no solo una mayor demanda de medicamentos fuera del sistema público, sino también una dependencia creciente del gasto de bolsillo para acceder a servicios de salud. En los hechos es pues, la privatización en la atención de la salud y un esquema que sin duda, ha resultado un aliado para el gobierno porque así se frena un mayor descontento social.

El sistema público enfrenta un dilema: mientras se lucha por resolver problemas estructurales como el desabasto y la falta de personal, la población sigue buscando alternativas en un sector privado que no todos pueden costear. En este contexto, la promesa de acceso universal a la salud parece cada vez más lejana, y aunque Gobierno Federal ha “tratado” de acabar este problema haciendo obras como “La Mega Farmacia”, solo se quedan ahí, en “intentos” y en simular que están haciendo algo, cuando el problema continúa creciendo para más de 50 millones de personas en México que carecen de acceso a servicios de salud, lo que representa el 39.1% de la población, según el CONEVAL.

 

 

Related Posts

Next Post

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más información

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?