Si nos damos una vuelta por la red podemos encontrar todo tipo de músicas, métodos y tutoriales para conseguir que nuestra querida mascota se relaje y se tranquilice bien tras una experiencia desagradable (los dichosos cohetes y petardos) o por tener un día más ajetreado de lo normal. Es cierto que la música amansa a las personas y también a perros y gatos… otras, como es el caso de las melodías que se emplean para estimular el canto de los canarios es otro dato a tener en cuenta. Las música es percibida por el oído y este es uno de los sentidos que más agudizados tienen los perros justo después del olfato . Los canes son capaces de escuchar sonidos desde distancias hasta cuatro veces más lejanas que los humanos e incluso frecuencias que incluso ni siquiera percibe nuestro oído. Ellos pueden y son capaces de distinguir el sonido de nuestro coche, del de cualquier otro vehículo que se acerque a nuestra casa.
La música no solo les pone contentos, la adecuada incluso puede – como a los humanos- modificar su estado emocional. En la actualidad hay una serie de terapias de las llamadas alternativas, basadas en sonidos y música que pueden colaborar -poniendo en orden y en su sitio las emociones- a mejorar la tranquilidad de un perro o gato excesivamente nervioso o hiperactivo. Desde estas páginas les recomendamos que lo pruebe y comparta con su mascota ese momento de relax canino tras una jornada ajetreada.
Este tipo de terapias está especialmente indicado para perros de carácter agresivo. Aunque hay que tener paciencia ya que no todo es llegar y besar el santo, hay que ser constantes ya que con solo escuchar una vez una música nuestro inquieto «diablillo» se va a convertir en un plácido «angelito». También se emplea en perros o gatos nerviosos o hiperactivos; así como aquellos ejemplares -sobre todo perros- que salen corriendo al escuchar un ruido fuerte o un petardo y los miedosos. En todos estos últimos casos, poner un poco de música a diario -con 15 minutos basta- en su vida puede ser más que beneficioso.