Rebelde, adelantada a su época, inspiradora y un ícono de estilo son algunas de las palabras con las que podríamos describir a Coco Chanel, quien cambió el rumbo de la moda con su legado, con el cual, hasta el día de hoy, sigue siendo una de las firmas más importantes en la industria.
Creadora de emblemáticos lanzamientos como Chanel Nº5, una idea visionaria que se convertiría en el perfume más icónico de la historia, y de piezas que le dieron a la mujer de la década de los veintes la posibilidad de vestir de forma más moderna y audaz, Gabrielle celebraría un día como hoy, 19 de agosto, su cumpleaños número 141. Y aunque París fue su ciudad favorita, una que hasta el día de hoy es parte esencial de su historia y esencia, existen distintos lugares que marcaron su vida, sus romances, su carrera y su amor por la costa francesa.
5 lugares que marcaron la vida de Coco Chanel
El primer lugar en la ruta para conocer mejor a Gabrielle sin duda sería la capital francesa, en especial el número 31 de la Rue Cambon, donde la diseñadora vivía y donde abrió su primer casa de moda en 1918. Y aunque tenía todo un piso donde le gustaba organizar fiestas y entretener, Coco Chanel vivió mucho tiempo en una suite en el Hotel Ritz, en la cual, hasta el día de hoy, su decoración está inspirada en la diseñadora. Además, la suite tiene vista a la Place Vendôme, uno de los lugares favoritos de la diseñadora donde era común verla, además de que la forma octagonal de la plaza fue la inspiración para la botella de su perfume, Chanel Nº5.
Deauville, Francia
Fue en 1908 cuando Chanel inició un romance con el amor de su vida, Boy Capel, a quien perdió en un trágico accidente de tráfico en 1919. Y es este romance el que inspiró a Gabrielle a abrir, con la ayuda financiera de Capel, una pequeña tienda de sombreros en 1913, donde empezó a forjar el camino que la llevó a la fama. Una ciudad moderna y atrevida para la época que hasta el día de hoy, sus playas, sus rutas a caballo y sus hoteles lo convierten en una parada obligada de verano.
Biarritz, Francia
La relación entre Gabrielle Chanel y la costa vasca se remonta a 1915. Fue Boy Capel quien la introdujo en Biarritz durante sus permisos militares. La guerra que se desencadenó implacable parecía muy lejana en este famoso resort frente al mar: muchas mujeres ricas habían huido de París para refugiarse allí y pasar pacíficos y tranquilos días en la playa. Gabrielle Chanel fue cautivada por el ambiente elegante y con estilo de la costa francesa. Y fue aquí donde se decidió a abrir su primera Casa de Costura en 1915 en una villa frente al casino.
También fue aquí, cuando en 1920, Gabrielle conoció al gran duque Dimitri Pavlovich, primo del zar, con quien tuvo un romance hasta 1922. Pasó mucho tiempo con él en varias villas a lo largo de la costa vasca. Sin duda un lugar que vio la evolución de la diseñadora, mientras disfrutaba de la libertad de un estilo de vida al aire libre.
Venecia, Italia
Marcada por la muerte de su amado Capel, Gabrielle huyó a Venecia con sus amigos Misa y José Ma Sert para salir de su depresión. Esta ciudad reavivó sus deseos de vivir y le regresó su creatividad, tanto que creó sus primeras colecciones de joyería. Y aunque no hay muchas fotografías de Gabrielle en Italia, Chanel se hizo asidua de lugares como las playas de la isla de Lido, el famoso Café Florian o el mítico Harry’s Bar (donde solía encontrarse con algunos amigos, entre los que estaba Peggy Guggenheim).
Incluso, una de las fragancias de la colección Les Eaux de Chanel se llama Paris-Venice, la cual, con sus notas mora, iris, geranio, ámbar, cedro y vainilla, evoca esta ciudad que fue un parteaguas para Gabrielle.
Roquebrune-Cap-Martin
Ubicado a lo alto de la Riviera Francesa, aquí fue donde Gabrielle construyó su casa de verano en 1928, la cual llamó “La Pausa”, refugio que decoró durante una década. La mansión de 7 habitaciones se convirtió en su santuario y el lugar donde veraneaba y compartía su vida con Hugh Richard Arthur Grosvenor, duque de Westminster. Rodeada de lavandas y olivos, este lugar se convirtió en el punto de fiestas y reuniones que incluían a personajes como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Jean Cocteau, Igor Stravinsky y Luchino Visconti.
Con una paleta en tonos blancos y cremas, las ventanas por toda la casa estaban reunidas en grupos de 5 en celebración a su fragancia más emblemática. Y fue en 1953, tras la muerte del Duque, que Gabrielle decidió vender la propiedad, la cual se convirtió años después en sede de reuniones de la “realeza” de Hollywood, con celebridades como Clark Gable y Greta Garbo.
Fuente: Artículo tomado de Hola.com