La adolescencia es la edad que sucede a la niñez y que transcurre desde la pubertad hasta la edad adulta. Se acompaña de intensos cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales.
Desde el punto de vista biológico es el periodo más sano de la vida y la mayoría de los jóvenes se sienten con buena salud. Sin embargo, es una etapa de grandes riesgos, ya que la mayoría de los problemas y necesidades de salud del adolescente se extenderán a la edad adulta: uso de drogas, conductas sexuales arriesgadas, obesidad, embarazos, violencia, problemas nutricionales, de salud mental… y tendrán una repercusión en su estilo de vida y salud futura.
La adolescencia se suele dividir en tres etapas:
- Adolescencia temprana: abarca aproximadamente desde los 10 u 11 años hasta los 14. Se caracteriza fundamentalmente por el inicio de la pubertad, donde se producen los grandes cambios físicos, que afectan al crecimiento y maduración sexual.
- Adolescencia media: entre los 15 y los 17 años. Caracterizada, sobre todo, por los conflictos familiares, debido a la importancia que adquiere el grupo.
- Adolescencia tardía: desde los 18 a los 21 años. Caracterizada por la reaceptación de los valores paternos y por asumir las tareas y responsabilidades propias de la edad adulta.
Crecimiento y desarrollo
En la adolescencia se logra el 25% de la talla adulta y el 25-50% del peso ideal del adulto. Los cambios más llamativos tienen lugar en la esfera sexual, ya que en esta etapa se adquiere la fertilidad.
En las chicas, el primer signo de desarrollo puberal es el aumento del botón mamario que se inicia a los 8 años. El pico máximo de velocidad en altura ocurre pronto, mientras que la primera menstruación es un evento tardío (12,8 años) y señala la disminución del crecimiento (media 7 cm).
En los chicos, la pubertad puede suceder 2 años más tarde. El primer signo de desarrollo puberal es el aumento del volumen testicular, que puede aparecer alrededor de los 9 años. El pico de máxima velocidad en altura es tardío.
Es importante saber que hay grandes variaciones individuales entre los adolescentes, lo que aumenta la confusión al compararse con sus compañeros continuamente.
Desarrollo psicosocial
Existe un amplio rango de normalidad en la conducta y en el desarrollo psicosocial. La adolescencia constituye una etapa puente, en la que se abandonan comportamientos y actitudes infantiles para encaminarse a formar la identidad de un individuo joven.
Adolescencia temprana: 10-13 años
Los adolescentes tienen menos interés por los padres y cambian su comportamiento y su humor. Se produce un vacío emocional que en ocasiones se manifiesta por la disminución del rendimiento.
Sienten preocupación por su cuerpo y los cambios. Se hacen preguntas como “¿soy normal?”. Los padres debemos saber dar respuesta y tener cuidado con los comentarios para mantener su autoestima y su seguridad.
Tienen un gran interés por amigos del mismo sexo, cuyas opiniones adquieren gran importancia. Por eso es importante procurar que sean relaciones que aporten valores positivos: deporte, música… Existe una gran presión del grupo en la toma de decisiones.
En esta etapa mejoran las capacidades cognitivas, aparecen objetivos vocacionales idealistas e irreales como convertirse en modelos, estrellas de rock…, y tienen una necesidad de intimidad (diaria). Además, empiezan con la falta de control de impulsos, desafiando a la autoridad y dando lugar a conductas arriesgadas o peligrosas.
Consejos para padres:
- Mantener una buena comunicación con los hijos, interesándonos por sus amigos, el colegio y sus logros alcanzados.
- Estimular el sentido de la responsabilidad, del respeto hacia los demás y ayudarles a desarrollar su criterio de lo que es correcto y lo que no.
- Favorecer la realización de deporte de grupo, lectura, hacer cosas en familia…
- Utilizar la disciplina para guiarlos y protegerlos, estableciendo reglas claras.