INGREDIENTES:
– 1 bolsa (285 g) de espinacas congeladas, descongeladas y escurridas
– 170 g de queso crema, ablandado
– 1 taza de mozzarella rallada
– 1 taza de corazones de alcachofa cocidos (o de conserva) escurridos y picados
– sal y pimienta
– una pizca de hojuelas de pimiento rojo triturado
– 2 láminas de hojaldre
– 12 brochetas
– 6 rebanadas de queso provolone
1 Precalienta el horno a 200 °C. Forra 2 bandejas para hornear con papel de horno. En un tazón grande, mezcla las espinacas, el queso crema, la mozzarella y las alcachofas; sazona con sal, pimienta negra y hojuelas de pimiento rojo.
2 Sobre una superficie ligeramente enharinada, extiende láminas de hojaldre hasta formar un rectángulo de 30 x 38 cm aprox.
3 Extiende la mezcla de espinacas en una capa uniforme sobre una de las láminas. Cubre con la otra lámina de hojaldre, presionando ligeramente para que se adhiera. Con el extremo largo hacia usted, corta 12 tiras (de 2,5 cm de grosor).
4 Trabajando una tira a la vez, dobla la masa hacia adelante y hacia atrás en un movimiento en zig-zag, con cada capa cada vez más estrecha que la anterior, para crear una forma de árbol. Coloca el relleno hacia arriba. Ensarta cada árbol desde abajo hasta arriba, dejando que aproximadamente 1,5 cm de la brocheta se vea en la parte superior. Es posible que tengas que separar las capas después de ensartarlas para que no se aplasten. Colócalas en las bandejas preparadas.
5 Hornea los árboles hasta que el hojaldre esté dorado, de 25 a 30 minutos. Deja enfriar un poco.
6 Apila 2 lonchas de Provolone. Recorta estrellas pequeñas con un cortador de galletas pequeño o un cuchillo de cocina para obtener 4 estrellas; repite con el Provolone restante. Ensarta con cuidado las estrellas en la cima de los árboles.