El transporte vehicular cada vez va en rápido crecimiento y, por lo tanto, las autoridades de todos los niveles de gobierno deben tomar decisiones en planear mejor el crecimiento de la ciudad, más acorde al uso del espacio para el automóvil y las personas, afirmó Arturo Ojeda de la Cruz, profesor investigador del Departamento de Ingeniería y Minas de la Universidad de Sonora.
El también docente en la carrera de Ingeniería Civil y el Posgrado en Sustentabilidad del departamento, señaló que en el marco de actividades del Día Mundial sin Automóvil –el 22 de septiembre— con mucho énfasis se promueve por todos los países crear conciencia sobre el efecto contaminante que los vehículos generan en el medio ambiente.
Ojeda de la Cruz advirtió que, de hecho, las emisiones de dióxido de carbono que expulsan los autos han perjudicado la calidad del aire, principalmente en las ciudades y zonas metropolitanas del país.
“Esta fecha representa una magnífica iniciativa que nació en Europa hace 25 años, pero que en México apenas se hizo oficial hace apenas cuatro”, dijo el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Datos duros de la OMS
Arturo Ojeda de la Cruz informó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expuesto datos duros sobre ese grave problema, indicando que son varios millones de personas las que han fallecido precisamente por cuestiones de contaminación del medio ambiente.
Planteó que “tenemos que decir que el modelo de desarrollo urbano prevaleciente en las ciudades ha obligado a darle más prioridad a los automóviles, lo cual debe cambiar”.
Por ello, afirmó que ese tipo de iniciativas de la sociedad civil ojalá sirva para ejercer más presión a los organismos gubernamentales y así actúen a favor de las personas en el sentido de ofrecer un mayor nivel calidad de vida en las ciudades.
“Hemos visto que las actividades ejecutadas por las autoridades en cualquier ciudad le han dado más prioridad al vehículo, por lo que sin duda es urgente que esta política ya cambie”, expresó.
Consideró que a las personas-peatones se les debe dar el espacio urbano para que se muevan de manera más eficaz y eficiente y así fortalezca su calidad de vida en la ciudad.
El experto en urbanidad sostuvo que en las circunstancias actuales a ese problema se le llama movilidad urbana y que sus deficiencias prevalecientes persisten, dándose prioridad a los vehículos y no a los peatones.
“Esto, definitivamente, ha restringido de alguna manera los derechos de las personas”, reiteró el doctor en Filosofía con orientación en Asuntos Urbanos por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Afecta los tiempos
El académico también hizo mención de que ese modelo urbanístico afecta los tiempos invertidos en el traslado, repercutiendo en el costo económico y el impacto en el presupuesto familiar, aparte de la inseguridad que puede amenazar a las personas en esos trayectos cotidianos en el casco urbano.
La movilidad urbana, reiteró, se ha convertido en un asunto prioritario de las ciudades y por lo tanto debe agendarse y resolverse en las agencias gubernamentales para que las estrategias o planes sean más efectivas en torno a las personas y puedan crear mejores condiciones de bienestar y prosperidad para la población.
“Debe cederse el espacio urbano para que su movilidad sea más eficaz y eficiente, de manera que se fortalezca la calidad de vida de las personas que están en circulación todos los días en la ciudad”, sostuvo.
Parque vehicular de Sonora
Ojeda de la Cruz, miembro del cuerpo académico Gestión Urbana, dio el ejemplo de que en Sonora el parque vehicular al año 2020, según datos de INEGI, registró un total de 1,484,070 vehículos, de los cuales el 67% son automóviles.
Precisó que tan solo en Hermosillo, el parque vehicular, al mismo año, fue de 537,933 vehículos, y que de éstos, 371,637 son autos particulares.
En el caso de esta capital, al relacionar su población total y el total de vehículos particulares, precisó que resultan 2.3 personas por vehículo.
En la entrevista advirtió cómo, por ejemplo, tan solo en el campus Hermosillo de la Universidad de Sonora, “si consideramos que su comunidad universitaria (todos los sectores) al tomar digamos 25,000 universitarios, resulta que su parque vehicular es de alrededor de 10,000 vehículos”.
Movilidad en Hermosillo
Y en cuanto a la ciudad de Hermosillo, indicó que para promover de manera frecuente los días sin automóvil, “no tenemos garantía en nuestra movilidad ya que carecemos de calles peatonales en la zona central, sumado al clima extremo por las altas temperaturas”.
Planteó que no se ha tomado en serio el establecer un sistema de red de carriles de ciclo vías ya que los que habilitó el gobierno municipal hace dos trienios no están bien diseñados, ya que no se le cedió el espacio urbano que exige este tipo de movilidad a las personas que están impulsando el uso de la bicicleta.
“Esos ‘carriles’ son un espacio que sobró de lo que habilitaron primero en las calles y avenidas para el flujo vehicular, es decir, no corresponde a un diseño. Sin duda, ha sido evidente que la prioridad en Hermosillo ha sido el espacio para el transporte vehicular”, señaló.
Asimismo, Ojeda de la Cruz afirmó que el sistema de transporte urbano actual no permite retomar tan fácilmente el día sin vehículo, dado que la espera en las rutas en una parada de camión es enorme, de 20 minutos o más, lo que trae como consecuencia que no se llegue a tiempo a un destino.
Es necesario, puntualizó, que se efectúe un real diseño de la red de rutas de transporte urbano, y al mismo nivel la de circuitos de ciclo vía en la ciudad.
“Deben ser ejes transversales que trasciendan a las administraciones, con proyección al año 2040”, recomendó.
Además, añadió, tales programas urbanos deben ser avalados y confirmados por expertos en la materia.
“Que no se cambien cada tres años los programas de movilidad; debe haber más seriedad y respeto hacia las personas. Incluso, agregó, se tiene que hacer ver a quienes conduce un automóvil la importancia del respeto y la cordialidad en la circulación vehicular.
De igual forma, dijo que a la vez haya un buen señalamiento en velocidades máximas, con calles y nombres que se puedan ver de lejos para evitar cambios bruscos.
“Debe orientar con anticipación para evitar accidentes”, concluyó.