El origen de las fiestas patrias de México surgió años después de que terminara esta batalla, según la historia mexicana.
El 15 y 16 de septiembre están a la vuelta de la esquina y en las calles de México se comienza a vivir la fiebre de las fiestas patrias, pero ¿cuál fue el origen de estos festejos?, ¿tardaron años en celebrarse después de la Independencia mexicana? Esto dice la historia.
Como cada año, México se prepara para conmemorar el Grito de Independencia que dio libertad al pueblo tras estar bajo el mando del imperio español; sin embargo, esta fiesta tardó años para poder celebrarse, según lo narra la historia del país.
El origen de las fiestas patrias en México
El cura Miguel Hidalgo, quien hizo el llamado al pueblo mexicano, inició la Independencia de México en la madrugada del 16 de septiembre de 1810; los mexicanos buscaban liberarse del poder español, pero no fue una batalla sencilla ni corta.
En medio de esta pelea, se suscitó una primera conmemoración; el 16 de septiembre de 1812, los insurgentes Ignacio López Rayón y Andrés Quintana Roo acudieron al edificio El Chapitel, en Huichapan, actualmente el estado de Hidalgo para conmemorar el Grito de Independencia. El cura Miguel Hidalgo no logró ser testigo de ello, pues ya había sido fusilado.
Pasaron los años y en 1821, luego de la victoria del Ejército Trigarante que logró la independencia de México, la Junta Provisional Gubernativa, conformada por Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria y Agustín de Iturbide, declaró que el 16 de septiembre sería una fecha de fiesta nacional, dando origen a las fiestas patrias.
Luego de esta declaración, las fiestas patrias comenzaron un día antes, el 15 de septiembre, a fin de realizar eventos de carácter cívico y político, mientras que el 16 de septiembre era una fiesta más patriótica y religiosa.
Las fiestas patrias más complicadas
Durante el siglo XIX hubo diferentes modificaciones en lo que serían las primeras fiestas patrias de México, además de que era complicado celebrarlas como actualmente se conoce debido a que no existía como tal un sentimiento patriótico.
El país estaba dividido, señala Israel Álvarez Moctezuma, académico de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, pues había diferencias dentro de la misma sociedad.
Los españoles no se sentían mexicanos, la población índigena de Yucatán y Oaxaca tampoco experimentaban el patriotismo mexicano, mientras que los del norte estaban más relacionados con los extranjeros.
El primer Grito de Independencia de México
Tras estas dificultades, el gobierno mexicano de ese momento se dio a la tarea de darle una identidad a toda la sociedad mexicana y dar un nuevo origen a las fiestras patrias de México.
El Archiduque de Austria, Maximiliano de Habsburgo, quien encabezaba el Segundo Imperio Mexicano, fue el primero en buscar este sentimiento de unidad nacionalista.
El profesor Álvarez Moctezuma explica que Maximiliano de Habsburgo aprovechó el resentimiento que los mexicanos mostraban hacia España para llevar a cabo una celebración patriótica grande y sin límites.
Maximiliano de Habsburgo acudió a la casa del cura Miguel Hidalgo, en Dolores, Guanajuato, en 1864 para conmemorar el Grito de Independencia tal y como se suscitó el 16 de septiembre de 1810.
Las crónicas señalan que este fue el discurso de Maximiliano de Habsburgo durante el primer Grito de Independencia conmemorativo:
Mexicanos: más de medio siglo tempestuoso ha transcurrido desde que esta humilde casa, del pecho de un humilde anciano, resonó la gran palabra de Independencia, que retumbó como un trueno del uno al otro océano por toda la extensión de Anáhuac, y ante la cual quedaron aniquilados la esclavitud y el despotismo de centenares de años. Esta palabra, que brilló en medio de la noche como un relámpago, despertó a toda la nación de un sueño ilimitado a la libertad y a la emancipación; pero todo lo grande y todo lo que está destinado a ser duradero se hace con dificultad y a costa de tiempo.