Traer un niño al mundo, es sin duda alguna una gran responsabilidad, además de que el tener un hijo implica una serie de cambios radicales en la vida del ser humano y muy seguramente, a partir del momento mismo de la concepción, nada volverá a ser igual.
La sociedad ha impuesto el criterio de que tener un hijo es el sueño de toda mujer, pero el mundo científico afirma, muy por el contrario, que no debería ser una prioridad existencial para todos e incluso plantean como mínimo 5 razones por las que está bien no tener hijos, las cuales deberían ser tomadas en cuenta por aquellas parejas que asumen la procreación de hijos como un asunto casi que obligatorio.
No favorece la relación
Al contrario de lo que se cree generalmente, la presencia de hijos en la pareja no fortalece la relación, debido a que representan más retos que afrontar, que muy a menudo conlleva a conflictos entre los miembros de la pareja.
Según el sitio web Psychcentral, el 70 por ciento de las parejas, experimentan un bajón significativo en la relación, por lo menos durante los primeros tres años luego del nacimiento del primer bebé, condicionado por factores como la privación del sueño, la falta de intimidad, el cansancio recurrente y el aumento en los niveles de estrés.
Cambios en el patrón de sueño
Luego de que se tiene un niño, las horas de sueño que se pueden disfrutar no serán las mismas para ambos miembros de la pareja.
El sueño continuo en las noches es algo de lo que se comienza a privar con el nacimiento de un bebé, un patrón que se mantendrá regularmente aún después del crecimiento y desarrollo de los hijos, puesto que los padres siguen muy pendientes de la seguridad de sus vástagos, a pesar de que ya han alcanzado la mayoría de edad.
Cambios en la vida sexual
La recomendación de los expertos a las parejas, es que se debe tener un lapso de espera luego del parto para reanudar las relaciones, por lo menos en un período que puede ir de entre 6 y 8 semanas, con la finalidad de evitar los dolores vaginales.
No obstante, este período de abstinencia suele prolongarse más allá de lo establecido debido a que las parejas –muchas veces las mujeres- pierden el interés, así como otros factores como la presión del estrés, por ejemplo.
Causa de infelicidad
Muchas veces, esta infelicidad viene de la mano de la infidelidad. Misma que es ocasionada por el bajón de la actividad sexual en la relación de pareja. Principalmente, el hombre se ve impulsado a buscar satisfacer su impulso sexual fuera de casa.
Aumento del presupuesto
Si la economía de la pareja no es muy buena, la llegada de un hijo en nada favorecerá el clima financiero del hogar, debido a que se incrementan los gastos de atención al nuevo integrante de la familia. Todo esto lo debes tomar en cuenta y reflexionar sobre si realmente quieres un bebé.
Debes tener presente que tanto la maternidad como la paternidad son una responsabilidad antes que un privilegio, y que se vale no tener hijos y vivir la vida que cada quien elige sin tratar de cumplir expectativas de terceros.