Una correcta hidratación ayuda a promover el bienestar psicofísico del individuo: desde la piel, hasta la digestión, desde la vista, hasta el sueño, el agua es un elemento fundamental para la salud del organismo.
El consumo de agua adecuado beneficia a los huesos
Sus beneficios también tienen un fuerte impacto en las estructuras óseas. La ingesta adecuada de agua puede, de hecho, ayudar a limitar la aparición de la degeneración musculoesquelética. El profesor Umberto Solimene, experto del Observatorio de Sanpellegrino, explica cómo la ingesta de agua puede ayudar a limitar la manifestación de enfermedades crónicas como la osteoporosis, caracterizada por la reducción de la densidad mineral ósea, lo que provoca el debilitamiento del sistema, con el consiguiente aumento del riesgo de fracturas.
Esta patología sistémica del esqueleto está muy extendida y afecta a unos 5 millones de italianos mayores de 50 años. Su incidencia crece año tras año en los países occidentales, debido al progresivo aumento de la edad media de la población. Afecta a ambos sexos, pero especialmente a las mujeres, especialmente durante el período de la menopausia.
Es necesario inculcar el hábito de tomar agua desde temprana edad
Para evitar este tipo de problemas se recomienda actuar desde la adolescencia, cuando tiene lugar el desarrollo de la masa esquelética. También en este caso, el agua puede representar un aliado válido en la prevención de la enfermedad.
Una de las causas de la osteoporosis es una deficiencia de calcio más o menos severa. La hidratación, asociada a una dieta dirigida, es, por lo tanto, muy importante para aumentar la ingesta diaria de este elemento
Sin embargo, es necesario saber identificar el suministro de agua más adecuado para esta necesidad y, en particular, es necesario seleccionar las aguas que contengan más de 300 mg/litro de calcio altamente asimilable. Bebiendo al menos 1 litro al día es posible así favorecer la introducción de la cantidad de calcio necesaria para que el organismo fortalezca el sistema óseo.
La calidad del agua es fundamental
Según el profesor Solimene, para prevenir la osteoporosis es recomendable evitar la ingesta de aguas poco mineralizadas que contengan un nivel insignificante de minerales. Al mismo tiempo, tampoco está indicada la ingesta de agua muy rica en sodio y sulfatos.
El sodio y los sulfatos provocan una importante pérdida de calcio por la orina; además, el sodio contribuye al desarrollo de la hipertensión arterial. También es necesario comprobar en la etiqueta que la concentración de sodio en el agua no supera los 50 mg/litro, y la de sulfatos 250 mg/litro .
Otro consejo es no excederse en la carbonatación del agua. Las aguas con gas, de hecho, pueden interferir con la absorción intestinal de calcio y ayudar a reducir la sensación de sed, limitando así la ingesta de líquidos.