El estudio del ADN nos ofrece la oportunidad de comparar la edad de perros con la de humanos, con mayor precisión, gracias al reloj epigenético.
¿Cuántos años tendría mi perro si fuera humano? Si has tenido perros, seguramente has escuchado esta pregunta alguna vez, charlando con otros dueños, de paseo por el parque. Lo más habitual es multiplicar la edad del perro por 7.
Se suele decir que cada año de un perro equivale a 7 años humanos. Pero no es cierto. Imaginemos que tenemos un perro de 12 años. Multiplicamos 12 por 7 y nos sale que nuestro perro sería un adulto anciano de 84 años. Hasta aquí tiene bastante sentido para las razas grandes.
Pero la cosa cambia con las razas más pequeñas, algunas de las cuales llegan a vivir un promedio de 16 años. ¡Eso serían 112 años humanos! Y aunque las personas podemos vivir más de un siglo, nuestra esperanza de vida no es tan alta. De modo que algo falla.
Un apaño popular es multiplicar por 5 cuando hablamos de perros de razas muy pequeñas. Así, un pequeño chihuahua de 15 años sería como un adulto de 75. Bueno, entonces, ¿arreglado? Me temo que no.
A la hora de calcular su envejecimiento nos encontramos dos problemas. El primero es que la esperanza de vida de los perros cambia mucho según su raza, como hemos visto. Los perros grandes acusan un mayor desgaste, viviendo menos que los pequeños.
El segundo problema es que los perros, al igual que el resto de animales, no envejecen al mismo ritmo desde que nacen hasta que mueren.
Edad cronológica y edad biológica
La edad cronológica de nuestro perro es fácil de medir, basta contar el tiempo trascurrido desde que nació nuestro adorable cachorrito. La edad biológica ya es otra cosa, y se refiere principalmente al estado de deterioro bioquímico de sus células, tejidos, sistemas y órganos.
Es ahí donde entra en escena una ayuda valiosa: el reloj epigenético, una herramienta que permite medir el proceso de envejecimiento del organismo. Conociendo los cambios producidos en el genoma de los perretes, y comparándolo con el genoma humano, podemos saber cómo envejecen ellos, y cómo lo hacemos nosotros.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California San Diego, liderado por los genetistas Tina Wang y Trey Ideker, propuso en 2019 una nueva forma de calcular cómo envejecen los perros en comparación con los humanos.
Para ello estudiaron un mecanismo epigenético llamado metilación del ADN. A medida que envejecemos, se agregan grupos metilo a las moléculas de ADN. Y hay genes que, al mutar, aceleran el proceso de envejecimiento.
Todos los perros comparten etapas de desarrollo, tanto fisiológicas como patológicas similares, que a su vez son parecidas a las de los humanos. Sin embargo, para aumentar la probabilidad de encontrar factores genéticos relacionados con el envejecimiento, el equipo se centró en una sola raza: el labrador retriever.
Los investigadores analizaron los patrones de metilación del ADN en los genomas de 104 perros labradores de entre cuatro semanas y 16 años de edad. Su investigación reveló que los perros envejecen muy rápido hasta los dos años.
Eso explica que un perro de seis meses tenga una edad biológica similar a un humano de 20 años. Para nosotros será todavía un cachorro que no para quieto, pero su ADN nos indica que es todo un adulto, biológicamente hablando. Nuestra fórmula popular (e incorrecta) habría dado 3,5 “años humanos” para el cachorro de seis meses.
Sin embargo, a pesar que en la pubertad va a toda velocidad, luego su envejecimiento se ralentiza. Tanto que si los 6 años del perro equivalieran a 60 años humanos, cuando nuestra mascota tenga 12 años, su ADN nos indicará que “sería” un humano de 70 años.
El perro tendrá el doble de edad, pero si fuera un humano habría cumplido solo 10 años más. Definitivamente, necesitamos otro método para calcular.
La nueva (y mejor) fórmula para comparar años de perro y años de humano
Lo de multiplicar por 7, o por 5, no vale, queda claro. ¿Qué alternativa tenemos?
Según los datos de metilación, ciertas etapas de la vida de los perros y los humanos parecen coincidir muy de cerca. Por ejemplo, nuestro cachorro de 7 semanas es tan joven como un bebé humano de 9 meses. A ambos les empiezan a salir los dientes de leche.
Pero, en otras ocasiones, el proceso de envejecimiento no coincide, no es lineal. Para comparar de forma más precisa la edad en perros y humanos, Tina Wang y sus colegas han diseñado una fórmula no lineal que recurre a los logaritmos.
Para saber a cuántos años humanos equivalen los años de nuestro perro, calculamos el logaritmo natural de la edad del perro (x), lo multiplicamos por 16 y le sumamos 31. La fórmula nos queda así:
16 ln(x) + 31
¿Tiene sentido calcular la edad de los perros en años humanos?
¿Por qué intentamos estimar cuántos años tendrían nuestros perros si fueran humanos? Realmente es algo curioso, pero no tiene mucho sentido: ellos viven menos, nosotros más. Claro que los queremos tanto y están tan integrados en nuestro día a día, que podemos considerarlos miembros de nuestra familia.
Así que es normal que queramos saber cómo envejecen, siendo nosotros mismos la referencia más directa. Sea como fuere, lo cierto es que viven mucho menos que sus dueños. Y eso es una pena.
Referencias:
Clyde, D. (2020) ‘From dog days to human years. Nature Reviews Genetics’, 21(9), 508-509. DOI: 10.1038/s41576-020-0267-3
Horvath, S., et al. ‘DNA methylation-based biomarkers and the epigenetic clock theory of ageing’, Nat. Rev. Genet. 19, 371–384 (2018) DOI: 10.1038/s41576-018-0004-3
Levine, M. E. et al. (2018), ‘An epigenetic biomarker of aging for lifespan and healthspan’, Aging (Albany NY), 10(4), 573. DOI: 10.18632/aging.101414
Wang, T. et al. (2020) ‘Quantitative translation of dog-to-human aging by conserved remodeling of the DNA methylome’, Cell systems, 11(2), 176-185. DOI: 10.1016/j.cels.2020.06.006