Buscan aplicar materiales inteligentes para tratamiento de cáncer y otros padecimientos

Para coadyuvar en tratamientos de cáncer o en la regeneración de tejido, el académico Jesús Daniel Fernández Quiroz del Departamento de Ingeniería Química y Metalurgia de la Universidad de Sonora encabeza un proyecto de investigación que involucra la extracción de la quitosana, material que se combina con otros polímeros sintéticos para producir materiales termosensibles aplicados en la biomedicina.

En entrevista, profesor investigador de tiempo completo dijo que es un proyecto de investigación que involucra dos vertientes, en primer lugar, el aprovechamiento de residuos de la industria alimentaria, a partir de los desechos del camarón café de Guaymas, Sonora y de otros crustáceos, de donde se obtiene un polímero natural llamado quitina, que a través de un proceso químico o enzimático se produce la quitosana.

La segunda línea es la síntesis de los llamados materiales inteligentes que reciben este nombre porque tienen la capacidad de responder ante un estímulo exterior de forma relativamente rápida y además que se considera reversible, explicó.

“La quitosana es un biopolímero mucho más fácil de trabajar y combinar con otros materiales para mejorar sus propiedades y por ende poder ampliar sus aplicaciones. El proyecto Involucra la extracción de la quitosana y posteriormente se investiga la combinación con otros polímeros sintéticos para producir materiales termosensibles que se puedan aplicar en el área biomédica”, aseguró.

Lo que se hizo, indicó, es combinar el biopolímero que se obtuvo del camarón para generar materiales inteligentes que respondan ante estímulos como la temperatura y el pH, a partir de ahí se generan materiales que sin duda pueden tener un impacto en el área de la medicina.

“El proceso de estímulo respuesta se puede producir varias veces ya que es reversible, algunos de los factores que se aplican son la temperatura, cambio de pH, luz, impulsos eléctricos, y entonces se produce un cambio en la estructura del material; por eso se estudia la posibilidad que en algún tejido dañado por cáncer o algún problema en el tejido muscular se coloquen biopolímeros inteligentes de quitosana para que liberen sustancias que se hayan encapsulado y contribuyan en la reparación de daños causados por enfermedades”, abundó.

Fernández Quiroz destacó que el proyecto se centra en estudiar las propiedades de los polímeros mencionados y los avances obtenidos están en etapa de ciencia básica orientada: se espera que más adelante se puedan realizar estudios de aplicación que pueden retribuir a la sociedad en materia de salud.

Resaltó que los avances emanados de este proyecto de investigación marcan una pauta para que más adelante se siga conociendo la caracterización de los materiales inteligentes que puedan producir dispositivos que se apliquen directamente en el organismo.

“Se requieren recursos de inversión; se participa en diferentes convocatorias para bajar recursos y permitan de alguna manera continuar el estudio”, aclaró.

Jesús Daniel Fernández Quiroz participa en el grupo de investigación Bionanoingeniería del Departamento de Ingeniería Química y Metalurgia, y también se hace colaboración con diferentes instituciones nacionales como el Centro de Investigación en Alimentos y Desarrollo (CIAD) y la Universidad Michoacana; y en el extranjero con el Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros de Madrid, España.

 

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