¿Qué lleva a que se forme el cáncer de mama?
Desafortunadamente, en el 80 por ciento de los cánceres de mama no se tiene realmente el conocimiento de cuál es la causa, mientras que en un pequeño porcentaje a nivel mundial, puede relacionarse con una alteración genética.
Sin embargo, existen una serie de factores de riesgo que pueden incrementar la probabilidad de este tipo de cáncer, como:
- Tomar anticonceptivos orales por un tiempo prolongado
- Haber tenido una menarca temprana
- Tener una menopausia tardía
- Familiares con cáncer de mama, sobre todo mujeres de la misma línea, como mamá, abuelita, tías o primas
- Sedentarismo o falta de ejercicio
- El consumo excesivo de grasas
- Consumir alcohol o tabaco
- No tener hijos o no lactarles
En ese sentido, es importante destacar que no por tener estos factores de riesgo vas a padecer cáncer, únicamente pueden contribuir a su desarrollo, pero no son 100 por ciento determinantes. Por ejemplo, una mujer que no haya tenido hijos, no necesariamente desarrollará cáncer.
En cuanto al factor genético, aproximadamente solamente un 6 por ciento de las mujeres a nivel mundial pueden tener una alteración genética que predisponga al cáncer de mama. Se trata de una mutación del gen BRCA.
¿Los hombres pueden tener cáncer de mama?
Si bien el cáncer de mama es más frecuente en las mujeres, no es exclusivo, pues los hombres también pueden desarrollarlo. La especialista señala que, según estadísticas, alrededor de 1 de cada cuatro hombres a nivel mundial, podrían tener riesgo de desarrollar cáncer de mama durante toda su vida.
La razón por la que esta incidencia es menor, es porque en el hombre la glándula mamaria es más pequeña y no tiene tanto tejido donde se desarrolle el tumor, a diferencia de una mujer, que tiene mayor tejido mamario.
Sin embargo, dada la baja de casos, no se tienen muy bien definidos los factores de riesgo, aunque pudiera estar más asociado a una cuestión genética.
¿Qué hacer tras un diagnóstico de cáncer de mama?
Un diagnóstico de cáncer de mama es un shock, pero es el comienzo de un camino hacia la recuperación. Este proceso se divide en etapas, comenzando por el momento donde el paciente palpa una lesión o ve un cambio en la forma de la mama y decide ir al médico.
Lo siguiente es realizar estudios de imagen, como mastografía o ultrasonido. Si se sospecha de cáncer, se hace una biopsia que ayudará a tener un diagnóstico definitivo y derivar a un especialista, ya sea cirujano oncólogo u oncólogo médico, quienes determinan el tratamiento, de acuerdo al subtipo de cáncer de mama.
Existen tres subtipos principales: receptores de hormona positivo (estrógeno y progesterona), que se presenta en alrededor del 70 por ciento de los casos, Gen HER2 positivo, con un porcentaje de incidencia de alrededor del 20 por ciento, principalmente en mujeres más jóvenes, y el subtipo triple negativo, siendo los 2 últimos más agresivos.
¿Qué tratamientos existen para el cáncer de mama y cuál es el pronóstico?
Como en cualquier cáncer, el tratamiento dependerá del subtipo y la etapa en que se detecte. En cuanto al pronóstico, no sólo es cuestión del tratamiento, sino de la bilogía del paciente y el tumor, aunque los tratamientos actuales han demostrado que logran alargar el tiempo de las pacientes sin que la enfermedad regrese o progrese.
Para pacientes con receptores de hormona positivo, existe la hormonoterapia y quimioterapia, así como tratamientos específicos que bloquean los receptores de estrógeno y progesterona que causan el crecimiento del tumor.
Para pacientes del gen HER2 positivo, hay tratamientos positivos que van contra este receptor de gen HER2, como los anticuerpos monoclonales. Mientras que, para los triples negativos, actualmente está disponible la inmunoterapia.
En cuanto al pronóstico, son varios los factores que influyen. Pero, al hablar de una enfermedad temprana, cuando el cáncer se detecta en sus etapas iniciales y se localiza sólo en la mama, los tratamientos llevan a que la paciente incluso pueda estar libre de la enfermedad y no volver a saber del cáncer durante 10 años o más.
En el caso de una enfermedad metastásica, donde el tumor ya invadió otros órganos, los tratamientos buscan una buena calidad de vida e incrementar la supervivencia.
Aunque existen pacientes que, aún diagnosticadas en esta etapa, logran tener 8 o 10 años sin que el cáncer progrese. Por eso es fundamental que las pacientes sean tratadas con una personalización de la enfermedad.
¿Es posible tener un hijo después de haber padecido cáncer de mama?
El cáncer puede detener nuestra vida, pero no nuestros sueños y deseos de continuar viviendo, por lo que es normal que, una vez que el cáncer se ha ido, una mujer piense en la posibilidad de ser madre, algo que es posible, de acuerdo a la especialista.
Sin embargo, como señala, cada caso debe evaluarse de forma particular, aunque la recomendación general es que la paciente consulte a un especialista en reproducción, de preferencia antes de iniciar el tratamiento oncológico.
De esta forma podrá conocer el abanico de opciones que existen para preservar su fertilidad, como la preservación de óvulos que se pueden implantar en el útero una vez que se considera seguro, pasado el tratamiento oncológico.
Pero ¿qué pasa si a una mujer se le detecta cáncer de mama estando embarazada? En este caso se deben analizar diferentes factores, empezando por la etapa del embarazo, pero también la etapa clínica de la paciente, el subtipo de tumor.
Por lo que la decisión deberá tomarse considerando los deseos de la paciente y siempre de la mano de un especialista.
¿Cómo podemos prevenir el cáncer de mama?
Al igual que ocurre con cualquier enfermedad, para ayudar a prevenir el cáncer de mama, es importante mantenerse saludable: comer balanceadamente, hacer ejercicio, no consumir alcohol ni tabaco, así como visitar de manera continua al ginecólogo.
De igual modo, es muy importante comenzar con la autoexploración desde los 17 o 18 años. Al iniciar en una edad temprana, podemos conocer nuestro cuerpo y estar preparadas para detectar cualquier anomalía y acudir con el especialista.
Y siempre, ante una duda o sospecha, acudir con un especialista, además de realizar un ultrasonido mamario a partir de los 30 años y mamografía a partir de los 40 años, de forma anual. De esta forma, podemos detectar cualquier problema de manera temprana.
Sin duda, es necesario dejar atrás el mito de ver el cáncer como sinónimo de muerte y comenzar a verlo como sinónimo del inicio de un tratamiento. Acercarte a tu médico y tratarte, sin importar tu etapa, es clave para mejores resultados, ¡cuídate!