Hoy la gobernadora Pavlovich empieza un nuevo año en su calendario personal.
Las estructuras sociales en las que nos movemos, ponen la fecha de cumpleaños como el momento ideal para que la persona revise su año y se proponga metas para el que viene.
No sé si sea el caso pero si lo fuere, seguramente la gobernadora en ese balance habrá repasado ayer este que es el último año de su mandato. En lo personal contará sin duda la pérdida tan grande que significa siempre la partida física de nuestros seres queridos, en su caso concreto la muerte de su Señora madre, la Dra. Alicia Arellano.
Pero imprescindible es el otro balance de lo público.
Seguramente el ocaso de un sexenio implica para quien lo encabeza la evaluación de lealtades de sus colaboradores, el sinsabor de las traiciones, la desilusión por las expectativas no alcanzadas, el gozo de las metas logradas y una serie de sensaciones que debe generar el aproximarse al cierre de un ciclo para dar vuelta a la página y empezar una nueva desde la trinchera del “ex”.
Finalmente, la historia se encargará de juzgar su sexenio y los meses por venir demostrarán si alcanzó la meta que se planteó desde el inicio de su administración: trabajar para el séptimo año entendiendo esto como la etapa inmediatamente después al cierre de su sexenio y en la que pueda pasearse por las calles, visitar lugares sin exponerse al señalamiento que muchos gobernantes deben soportar como saldo negativo a su gestión. Todo parece indicar que así será pues la pasada contienda era escenario lógico para el golpeteo y desde la oposición “sacarle trapitos” y desde su partido deslindarse de su administración; ni una ni otra cosa ocurrió.
Pero el que de plano le dio pésimo regalo de cumpleaños ayer, es el secretario de salud, Enrique Claussen que como titular del ramo es el responsable de que una entrega de ambulancia haya sido solo de fotografía porque después de dos años de la supuesta donación que se habría hecho al municipio de Granados, la famosa ambulancia no ha llegado según lo ha denunciado la Alcaldesa del municipio, Guadalupe Amavizca.
Desde Comunicación social del gobierno del estado se argumenta que la donación fue simbólica y que tuvieron problemas de importación para traerla.
Cuando en un evento la Alcaldesa solicitó nuevamente la ambulancia, de la Secretaría de Salud le propusieron una modelo 2007 que en primera instancia rechazó y después, casi a finales del 2020, vía oficio aceptó esa unidad pues ya “de lo perdido lo que aparezca” … pero tampoco ha llegado.
Ayer en redes el secretario se comprometió a que a más tardar el miércoles Granados tendrá ambulancia.
El tema sale a flote después que se ha presentado un brote muy importante de contagios de COVID y que incluso se habla de la posibilidad de que se trate de una nueva cepa.
Moraleja Secretario, no haga trabajo para la foto porque no se traslada a los enfermos en fotografía y de paso hace quedar mal a la gobernadora…y en tratándose de importación de ambulancias pues no las “entreguen” hasta tenerlas en suelo mexicano.
La cuestión, y en esto coincido con el colega Jesús Moreno, es que no nos perdamos o no nos detengamos en el tema de la ambulancia que de suyo es importante pero no resuelve la problemática actual. Hay que aplicar medidas más agresivas ante la contingencia que ahora viven los municipios de Huásabas y Granados; si los contagios se han disparado en tal magnitud, no es suficiente con llevar una ambulancia el miércoles (7 días después de que estalla el tema en medios); se requiere estar mejor preparados para en caso que se ocupe de atención inmediata a enfermos porque el hospital más próximo está en Moctezuma.
Ojalá sigamos coincidiendo en www.SoledadDurazo.com @SoledadDurazo FB/SoledadDurazo IG: soledaddurazo YT: SoledadDurazo