A Marian Ferrer Boada
Qué más me da la tierra que me acoja
Qué más me da si tú no la pisaste
A quién le lloro este dolor infame
Dónde reclamo el mal que así me acosa
Quiero perder la vista y no perderte
Quiero perder la vista y no encontrarte
Así de complicadas van las cosas
Entiendo tu demora en demorarme
¿Qué esperas en el arcén de la basura?
¿Qué esperas tras tu lengua deslenguada?
¿Te hizo compañía mi amargura?
¿Vendrás a presentarme a la espadaña?
Yo solo quise sentarme, aquí en un banco,
Y tomar tu mano que intuía
Siempre helada y, todavía,
Herida por el mal del desencanto
Esa no soy yo, pero sí mis circunstancias
a las que tú, de manera resumida,
Has ignorado como niña consentida
Despeñando mí sentir en una nada
¿Qué puedo hacer si no soy patio de colegio?
¿Qué puedo hacer si soy bandera y tierra brava?
¿Cómo acallar el mal que me acribilla
Sintiendo esta tarde de burla ya olvidada?
(Ana L. Coll, Dietario Poético 2012, agosto)