¿Alguna vez te has planteado cómo se protegían de los rayos ultravioleta nuestros antepasados? Además de protegerse con ropa, estar el máximo tiempo posible a la sombra y evitar exponerse directamente al sol en las horas del día donde más incidencia tiene, la clave estaba en utilizar un protector solar casero.
Un protector solar casero puede ayudarnos de la misma manera que un protector solar convencional que podemos encontrar en cualquier tienda. El quid de la cuestión está en saber qué alimentos son los más adecuados para proteger nuestra piel. A continuación vamos a ver cuáles son y cómo preparar distintos tipos de protector solar casero.
Alimentos que pueden actuar como protector solar casero
Es muy importante saber que además de la aplicación de un producto de protección solar específico sobre nuestra piel, también podemos ayudar a nuestro organismo a estar mejor protegido mediante los alimentos que ingerimos.
Estos son, por ejemplo, las fresas, frambuesas, cerezas, arándanos, nueces… y en general todos los alimentos cuya temporada es de verano. El motivo por el que estos alimentos ayudan al organismo a estar protegido de los rayos nocivos del sol es porque son los mejores antioxidantes y evitan que las capas más superficiales de la piel se debiliten debido a la masiva ingesta de alimentos procesados.
También puede ser conveniente que añadamos a nuestra dieta frutas como el melón, el aloe vera y el té, que también son antioxidantes bastante potentes.
Receta de nuestro protector solar casero
Para elaborar nuestro protector solar casero tenemos que utilizar los siguientes ingredientes:
Ingredientes
- Aceite de germen de trigo, aceite de sésamo, aceite de semilla de zanahoria o aceite de semilla de frambuesa (solo necesitaremos dos cucharadas de dos de los aceites que acabamos de citar).
- 30 gramos de cera de abeja. La podemos encontrar muy fácilmente por internet o en nuestro herbolario de confianza.
- 30 gramos de manteca de mango, de cacao o de karité. También es posible encontrarla en prácticamente cualquier herbolario.
- Una cucharada pequeña de aceite de germen de trigo, muy rico en vitamina E.
- 10 gramos en polvo de óxido de zinc. Lo suelen vender en farmacias o en tiendas de cosmética.
- De manera opcional se pueden agregar a la mezcla 30 gotas de aceites esenciales de zanahoria o frambuesa.
Cómo elaborar un protector solar casero
- Presentar todos los ingredientes y dos cazuelas de distinto tamaño, además de otros utensilios de cocina para remover la mezcla.
- Poner la cazuela más grande con agua a hervir a fuego lento. En la cazuela más pequeña introducir los aceites no esenciales, la cera de abejas y las mantecas. Dejar que se derritan y se mezclen al baño maría.
- Retirar del fuego y dejar que se enfríe. Después, añadir a la mezcla el aceite de vitamina E, el óxido de zinc en polvo y los aceites esenciales.
- Remover hasta que la mezcla esté lo más homogénea posible.
- Verter el contenido del protector solar casero en, por ejemplo, un pulverizador. El producto final tendrá un aspecto muy similar al de la crema convencional. También puedes utilizar botes de otros productos que se te hayan terminado, como el de gel de baño o de champú.
- Antes de aplicarlo sobre la piel es importante dejarlo enfriar como mínimo una noche y una vez esté listo, aplicarlo sobre la piel sobre todo en los momentos del día en los que el sol incide con más fuerza.
Como has podido observar en este artículo, elaborar tu propio protector solar casero es muy sencillo, y ayudarás al medio ambiente además de proteger tu piel de los rayos nocivos del sol.