Cómo lograr cumplir con mis propósitos de Año nuevo

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Según un estudio científico, las personas renuncian a sus propósitos de año nuevo debido a la falta de autocontrol, el exceso de estrés y las emociones negativas. 7

Aunque estos motivos son razones suficientes para fracasar, desde mi punto de vista son las consecuencias y no las causas.

Es decir, el verdadero motivo de porque la mayoría renuncia a sus propósitos de año nuevo, es mucho más simple y conlleva justamente la aparición de altos niveles de estrés, de emociones negativas como remordimiento o culpa y a la falta de autocontrol.

Estos son los 5 principales motivos que te orillan a renunciar a tus propósitos de año nuevo.

Primer motivo:

Por eso, te propones metas muy ambiciosas y aunque tú piensas que puedes lograrlo, en realidad son metas extremadamente difíciles. Aquí aparecen los típicos propósitos de año nuevo:

  • Este año sigo la dieta al pie de la letra para bajar 20 kilos
  • Voy a ir al gimnasio de lunes a viernes
  • Durante la noche vieja me fumo mi último cigarro de todo el año
  • Voy a beber solo una vez al mes
  • Quiero leer 1 hora todos los días
  • Se acabaron los dulces y chocolates, este año voy a comer pura fruta
  • Ahora si ahorraré el 20% de mi sueldo
  • Jamás volveré a posponer la alarma, me levantaré temprano a las 5 am sin falta

¿Te das cuenta del error en estos propósitos? Son metas demasiado grandes para empezar

Dar el primer paso y lograr cumplir una meta tan grande, es simplemente una fantasía.

Imagínate que estás por subir una gran montaña, tú te encuentras todavía muy lejos. Esta sensación de agobio por todo el camino que te falta por recorrer, puede ocasionar que des media vuelta y regreses a casa sin lograr llegar a la cima.

El agobio de ver lo difícil que se vuelve sobre el tiempo cumplir tu meta, te obliga a renunciar y volver a tu rutina de toda la vida.

Además, es muy difícil mantener metas tan ambiciosas durante todo el año. La motivación inicial disminuye conforme pasa el tiempo y tu fuerza de voluntad no es suficiente para continuar con este gran propósito.

Tu motivación es muy alta al inicio del año, pero conforme pasan los meses, esta motivación disminuye 8

En ese momento aparecen algunas excusas que tratan de explicar porque renuncias a tu propósito: falta de tiempo, estrés, falta de autocontrol o falta de fuerza de voluntad,  y un largo etcétera…

Cuando se acerca nuevamente la víspera de año nuevo, tu ilusión por cambiar y retomar el propósito olvidado aumenta y el ciclo se repite nuevamente.

Además estas grandes metas tampoco toman en cuenta los posibles obstáculos, que pueden aparecer durante el año.

Por ejemplo: ¿Qué pasa si estoy demasiado cansado para ir al gimnasio? ¿Qué pasa si me regalan una caja de chocolates? ¿Qué pasa si no logro controlarme y vuelvo al viejo hábito?…

Todo lo anterior contribuye a continuar con este círculo vicioso de fracaso constante.

Las cosas se complican cuando no solo tu propósito es demasiado grande, sino que además eliges empezar con todos al mismo tiempo.

Segundo motivo:

Tienes muchos propósitos a la vez

Vivimos en una sociedad en la que más es mejor. Pero cuando se trata de metas, menos es la respuesta correcta.

Tener muchos propósitos que cumplir en tu día a día, te genera estrés innecesario, lo que contribuye a que fracases con todas las metas que te propusiste.

Un punto muy importante, es que los propósitos de año nuevo son en realidad hábitos.

Para lograr construir un nuevo hábito en tu vida, es necesario tomar decisiones conscientes a lo largo del tiempo.

El problema es que la toma de decisiones no siempre es lineal, y se ha visto que es probable que cada decisión agote tu energía mental.

Y cuando tu energía mental está agotada, tu autocontrol o fuerza de voluntad también disminuye.  Lo que ocasiona que tus decisiones sean incorrectas. 9

Por eso, mientras menos decisiones tengas que tomar, más acertadas serán.

En el mundo de los negocios, las empresas con menos prioridades muestran un mayor crecimiento, en comparación con las empresas que tienen miles de prioridades anuales.

Seamos honestos, si sientes que tienes múltiples prioridades, no tienes ninguna en realidad.

Tercer motivo

Tu propósito es muy poco específico

Estos son algunos ejemplos de propósitos que vimos más arriba:

– Quiero comer mejor
– Quiero hacer ejercicio
– Quiero aprender algo nuevo

¿Qué notas?

No te preocupes yo te digo: son metas no específicas.

Tomemos el ejemplo de”hacer ejercicio”. Bien, hacer ejercicio puede ser salir a andar en bicicleta, pero también puede ser ir al gimnasio, bailar, hacer una rutina en casa, correr en el parque, etc.

Lo mismo para “comer mejor” o “bajar de peso” ¿Qué es comer sano? ¿Con qué acción empezarías? ¿Agregar una sabrosa fruta en tu desayuno? ¿Cenar una rápida ensalada de verduras?….

Mientras más específica sea tu meta más posibilidades de ser constante y de obtener resultados.

Varios estudios concuerdan que mientras más específica tu meta más probabilidades de enfocarte en el proceso y lograrlo

Ejemplos:

  1. Comer más sano: Desayunar sano
  2. Hacer ejercicio: Salir a caminar
  3. Aprender algo nuevo: Tomar clases online de inglés

La piedrita en el zapato de la mayoría es aprender a ser constantes, pero, creo que mucho antes de ser constantes el problema es que no sabemos exactamente cómo saber si hemos sido constantes o no.

Me explico mejor, si te preguntan cuántas cucharadas de azúcar para tu café, sólo tienes que dar una cantidad y listo; si te preguntan cuántos días estuviste de vacaciones, sólo tienes que mirar de reojo el calendario y saberlo con certeza y lo mismo si te preguntan cuánto dinero tienes en el banco, con un simple click lo sabrás enseguida.

Pero, con nuestras metas las cosas son más abstractas, no siempre tienen una medida de medición, no es tan simple saber si lo lograste; así como no puedes pedir de regalo de cumpleaños 10 cucharadas de salud ¿cierto?

Por eso,  es importante que tu meta sea específica par que logres saber qué hacer y además saber si eres constante sobre el tiempo.

Tener claro qué hacer exactamente representa una medida que te permite verificar qué tan constante has sido.

  1. ¿Preparaste tu desayuno sano o no?
  2. ¿Lograste salir a caminar o no?
  3. ¿Tomaste tu clase de inglés o no?

Cuarto

No tienes claro por qué te lo propusiste

Definir la razón principal par lograr tu meta, te motiva en todo el camino. Según un estudio, encontrar el verdadero valor personal de alcanzar tu meta disminuye las probabilidades de fallar 12.

Es una forma de que nuestro cerebro acepte esta nueva actividad 13. La única regla es que seas realmente honesto contigo mismo.

Ejemplos:

  1. Quiero desayunar sano porque quiero tener más energía en el día
  2. Quiero salir a caminar porque quiero verme bien en las fotos de verano y conseguir pareja
  3. Quiero aprender inglés porque quiero tener un mejor puesto de trabajo y ganar más dinero

Es por eso que si alguien te ha empujado a tener una meta pero

Quinto

No construyes un Sistema que te respalde

Te explico por qué:

Una meta sólo te dice «qué hacer» pero no te dice «cómo lograrlo«, no te da el paso a paso para lograrlo en el plano diario, que es lo más importante.

Necesitas tener una meta pero, también construir un Sistema que te ayude a ser constante para lograrla.

Sobre todo cuando tus propósitos de año nuevo son hábitos que quieres incorporar.

Cuando solo te enfocas en lo que quieres lograr o en el tiempo límite para lograrlo, pero no en el proceso, es muy probable que no logres obtener esos resultados que estás buscando.

Es lo que ocurre los primeros meses del año, al no ver los resultados “esperados”, renuncias y sientes una especie de fracaso (incluso si efectivamente lograste un avance).

Todo lo anterior, también  puede ocasionar que intentes buscar soluciones rápidas (pero temporales).

¿Suena interesante?

Aquí es en donde yo puedo ayudarte.

Te cuento un poco más al final del artículo, pero antes por favor continúa leyendo (es importante).

No contar con una Sistema adecuada, puede ocasionar que cometas errores más graves, que te alejan cada vez de las metas que te propusiste y de la persona que quieres ser. 

Estos son solo algunos de los errores que probablemente estás cometiendo cuando no tienes un sistema efectivo que te guíe:

  • Pospones el tomar acción
  • Despiertas el miedo al cambio
  • Debilitas tu autoestima por fracasar

Pero, no te preocupes.

La buena noticia es que estás a tiempo de cumplir con tus propósitos y ser parte de esa minoría que logra sus metas.

¿Qué tienes que hacer para lograr tus propósitos?

Paso 1: Empieza con un solo propósito a la vez 

En lugar de elegir 12 propósitos y fracasar 12 veces, es mejor elegir 1 solo propósito.

Esto no quiere decir que no puedas lograr más de un propósito por año, esto sólo significa que debes centrarte en uno a la vez.

La buena noticia es que un solo hábito saludable de inicio, desencadena una reacción en cadena. Lo que se traduce en una mejora global en tu vida. Si quieres saber más sobre ello, lee este artículo.

Se ha visto que alcanzar la meta inicial te ayuda a alcanzar otras aspiraciones más grandes 14

Además empezar con un solo propósito, mejora tu autoestima y confianza, lo que en conjunto ponte la base para que tus siguientes propósitos sea aún más fácil de lograr.

Piensa en esto. Para llegar al último escalón, tienes que pasar por todos los escalones.

Paso 2: Escribe en un papel 

Escribir hace que tu meta deje de ser una idea o pensamiento invisible, lo que te ayuda a visualizarlo concretamente y a tomar acción.

Un estudio del Journal of Clinical Psychology encontró que las personas que escriben sus propósitos de año nuevo son 10 veces más propensas a cambiar su comportamiento y lograr su meta, en comparación con los que no lo hacen. 15

Además ese papel puede funcionar como un potente recordatorio para que visualmente sientas esa presión para tomar acción.

Paso 3: Convierte tu propósito en una acción específica y haz un plan

Para convertir tu propósito en una acción simple, solo pregúntate: ¿Qué acción fácil podría hacer ahora mismo para empezar con mi propósito?

Tus propósitos de año nuevo son en realidad hábitos que quieres cambiar o hábitos saludables que quieres incorporar.

Para lograr convertir una acción en un hábito automático en tu vida, es importante que esa primera acción sea sumamente fácil de lograr y sobre todo que escribas tu plan de acción. 

De hecho, existe evidencia científica al respecto:

En un estudio, los investigadores trataron de mejorar los hábitos dentales de un grupo de participantes. A todos los participantes se les dijo que usaran hilo dental, se les dio un hilo dental y se les mostró cómo usarlo.  16

Aquí viene lo interesante, los participantes que planearon exactamente cuándo usarían el hilo dental y lo escribieron, tuvieron más éxito en el cambio de sus hábitos dentales, en comparación con los que no hicieron un plan.

Así que solo tienes que escribir una acción que defina estos 2 puntos: 

  • Que te ayude a visualizar exactamente qué estarás haciendo
  • Que te permita identificar fácilmente si lo lograste o no

Escribir detalladamente todos los pasos que tienes que seguir para ejecutar tu pequeña acción inmediata es la clave para ser constante 17, esto ayuda a que tu computadora cerebral visualice esta secuencia por adelantado y, te ayudará a evitar errores y posponer el tomar acción, simplemente porque sabrás exactamente qué hacer.

Para definir tu plan de acción, pregúntate:

  • ¿Cuándo es el momento de tomar acción? ¿Después de qué actividad estarás haciendo tu pequeña acción?
  • ¿Dónde ejecutarás tu pequeña acción? ¿En qué lugar?
  • ¿Cómo será tu plan de acción a detalle? ¿Qué secuencia de pasos estarás siguiendo?

Ejemplos:

  1. Cuando vuelva del trabajo por la noche, voy a la cocina. Mi plan de acción es: abro la nevera y pongo en un recipiente avena, leche y un poco de fruta picada para tener mi desayuno listo para el siguiente día
  2. Cuando termine mi café en la oficina en la mañana, me levanto de mi silla y bajo las escaleras, después subo al último piso y regreso al punto de partida. Al terminar tomo un vaso de agua y regreso a mi lugar.
  3. En cuanto me suba al metro para ir al trabajo en la mañana, saco mi móvil del bolsillo, me pongo los auriculares y enseguida abro la app para aprender idiomas, repaso la lección del día hasta que llegue a mi destino.

Paso 4: Convierte esa acción en algo aún más simple y fácil de lograr 

¡Espera!  Tal vez tu acción aún no es lo suficientemente fácil de lograr.

Los humanos somos pésimos estimadores. Así que por favor, lee tu acción y hazla aún más fácil de lograr.

Piensa en el peor día de la semana, en el que el tiempo no te rinde y solo sientes estrés y frustración…. ¿Podrías ser constante con esa acción?

Si la respuesta es NO, entonces tu acción aún no es lo suficientemente fácil de lograr. Regresa al paso anterior y escribe una acción mucho más fácil de lograr.

Fuente: habitualmente.com

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